Capítulo 7.

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—En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén —recitaron todos juntos a la vez que hacían con la mano el símbolo de la cruz en sus cuerpos.

Jungkook se acerca y posiciona su mano derecha en la cabeza de Jimin para proseguir con el exorcismo. —En el nombre de Jesús y la Virgen María, danos el poder para luchar contra el diablo —recitó de memoria, a su lado todos los presentes también se encontraban orando en silencio—. ¡Abandónalo! ¡En el nombre del Padre del Hijo y del Espíritu Santo! —prosiguió.

Jimin empezó a removerse inquieto en la silla, esa fue la señal para que dos sacerdotes se ubicaran a cada lado de la silla para sostenerlo de los hombros. El poseído al sentirse atrapado empezó a forcejear con una fuerza sobrenatural, intentando huir.
Namjoon y otro sacerdote se acercaron para sujetarle de las piernas y cintura.

—¡Abandona a este fiel siervo de Dios! —gritaba Jungkook con la voz firme y demandante— ¡Con el poder que me da nuestro Señor, te condeno al infierno!

—¡Nunca! —gritó el endemoniado con una voz ronca, con movimientos más bruscos y negando con la cabeza, doblando el cuello tan inhumanamente que Jungkook creyó que se lo dislocaría en cualquier momento.

—¡El poder de Dios te lo manda, el fuego de Dios te quema! —continuó el exorcista.

—Él nos pertenece, ¡mío! —el poseído intentó morder a uno de los sacerdotes que lo sostenían del hombro— ¡Saquen al exorcista! ¡No lo soporto! ¡Váyanse todos! —continuó, intentando librarse a como de lugar.

—Tu lugar es el infierno, deja a Park Jimin en paz —ordenó.

—Park Jimin no está.

—Claro que esta ahí, déjalo ir.

—¡Nos pertenece ahora! —gritó al mismo tiempo que se liberaba del agarre en sus hombros, para luego volver a ser sostenido.

Jungkook miró a los señores Park y les pidió que le alcanzaran el agua bendita, cuando la tuvo en sus manos le arrojó un poco en el rostro mientras recitaba otra oración.

El poseído aulló. —¡Quema, quema! —se retorcía en la silla, clavando sus uñas en el brazo izquierdo de Namjoon, quien apartó el brazo y le sujeto de las manos.

—Solo sabes gritar, es lo único que sabes hacer, demonio —le retó Jungkook.

Las luces comenzaron a titilar levemente y se desató una fuerte lluvia con viento.

—¡Déjenme! —su respiración se volvió errática. Paró de forcejear y fue encorvando su espalda demandando la atención de todos los presentes.

—Su cuerpo está ardiendo —avisó Namjoon.

El exorcista lo miró a preocupado por lo que pudiera sucederle. Se acercó aún más y pegó la cruz en la frente del poseído.

—¡Revela tu nombre, demonio! ¡No puedes ocultarte más en este chico, revela tu nombre, ahora! —gritó Jungkook.

Jimin soltó un grito ensordecedor que les erizó la piel y les caló hasta los huesos a todos, producto del miedo. A pesar de los ruidos de la lluvia y el viento, a la lejanía, se podía escuchar a varios perros ladrar.

Exorcismo [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora