Capítulo 8.

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Dos horas habían pasado desde que llegaron al hospital, el rubio no despertó en todo el camino, y aún seguía sin hacerlo. Jungkook se mantuvo a su lado rezando en todo momento, le aterraba la idea de que le sucediera algo malo por su culpa, aunque no lo era.

El doctor le tomó radiografías, le puso suero, él había dicho que todo estaba bien, que Jimin se había dado un golpe muy fuerte pero que pronto despertaría.

Los señores Park y el sacerdote se habían ido hace unos minutos, volverían por la mañana y Jungkook les había prometido informarles si algo sucedía.

Jeon durmió en el sillón que había al lado de la camilla de Jimin, sosteniendo su crucifijo.

Por la mañana Jimin despertó totalmente aturdido, todo su cuerpo le dolía horrores y sentía un ardor en toda su cara, intentó levantarse para decirle a sus padres pero se dio cuenta de que esa no era su habitación y de que Jeon Jungkook estaba dormido a unos pasos de él.

Entonces recordó lo que había sucedido ayer y el miedo lo invadió, aún no estaba libre de aquél demonio, tenía miedo de que lo vuelvan a poseer y que de que pueda lastimar a alguien.

Respiró entrecortadamente, tratando de calmarse. Se acomodó en la camilla mirando hacia Jungkook, no quería despertarlo aún. Se quedó un largo rato mirándolo hasta que el pelinegro empezó a removerse incómodo en el sillón.

Jungkook se encontró con la mirada seria y concentrada de Jimin, se asustó por un momento pero la tímida sonrisa que dio Jimin lo hizo relajarse.

—Despertaste —habló Jungkook devolviéndole la sonrisa.

El rubio asintió —¿Dónde están mis padres?

—Ya deben estar por llegar, ¿cómo te sientes? ¿Te duele algo?

—Me duele todo el cuerpo —se quejó—. Mis párpados se sienten pesados —murmuró cerrando los ojos.

—Has dormido mucho —se acercó a él con una sonrisa—. Otra vez tienes fiebre —dijo tocando su frente—. La enfermera me dijo que le avise en cuanto despertaras, vuelvo enseguida —Jungkook salió en busca de la enfermera.

Jimin bostezó apunto de quedarse dormido otra vez. Pasaron unos segundos hasta que Jungkook volvió con la enfermera.

—Park Jimin —lo llamó la enfermera.

—Estoy muy cansado —susurró con los ojos aún cerrados.

—Te haré unos chequeos y preguntas, luego podrás descansar todo lo que quieras, ¿bien? —Jimin hizo un sonido afirmativo— Usted tendrá que salir —le dijo la enfermera.

Jungkook salió y afuera lo espera un hombre.

—¿Es usted Jeon Jungkook?

—Así es —respondió el pelinegro.

—Tiene que acompañarme, señor Jeon —Jungkook lo miró dudoso y el hombre prosiguió—. Soy el director del hospital y si no me acompaña se le impondrán cargos en su contra por lo que le ha hecho al joven Jimin.

Jeon no entendía nada pero asintió y siguió al hombre hasta lo que parecía ser su oficina.

—Tome asiento —habló serio el hombre—. Señor Jeon, ¿entiende la gravedad del asunto? —Jungkook iba a responder pero el hombre se le adelanta— Le hemos hecho estudios al paciente y tenía una sobredosis de varios medicamentos en su cuerpo.

Exorcismo [KookMin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora