Devils servant (Twice)

Capitulo 13.

—¿Que bien se siente conducir, no? Si no fuera por toda esta niebla, las condiciones serían optimas— Hablaba mientras mantenía mi vista en el camino

una carretera desolada, una ambulancia pasa por mi lado a toda velocidad, apenas logro escuchar el sonido de la sirena, debe ser una emergencia

—Cielos, de verdad que hay alguien en problemas—

—Y que lo digas— Una voz femenina hace que voltee a mi izquierda, es una mujer idéntica a mi 

—¿Quien eres tu?!- Grité asustada con todas las de frenar y sacarla de mi auto

—¿Hace falta mencionarlo?—

—Claro, casi olvido que estamos en una simulación...—Exclamo fijándome en la vía, forzando la vista para ver detrás de la niebla

 —¿Qué nubloso está, ¿no? ¿acaso así de saturada está nuestra mente?—

—No tengo ni idea— Suspiro, encendiendo la calefacción debido a que la fría niebla lograba entrar al auto, aun así teniendo las ventanas cerradas

Era impresionante, pero ni las luces del auto penetraban la densa niebla, por un momento pensé en si ir mas a fondo era buena idea, comencé a sentir mucho miedo por no saber a donde iba

—Si esto es algo metafórico, tal vez tenga sentido. Tenemos miedo del futuro—

—¿Uh...?- Mi doble se preguntó, poniendo sus piernas encima de la guantera—¿Miedo al futuro? ¿Te refieres a la ansiedad?—

—Tal vez, mi imaginaria amiga. Solo tal vez...Estamos mal de la cabeza— Apunté a mi cabeza con mi mano derecha

Respiró hondo, mirando una vez mas, la ambulancia que había pasado—Cielos, de verdad que hay alguien en problemas—

—Eso ya lo había dicho-—

—Si, ¿pero que clase de conciencia soy, si no digo lo mismo que tu?— Ahora es cuando ella entra en razón en algo muy importante—O...oye mina—habló temblorosa

—¡¿Qué pasa ahora!?— Exclamé algo fastidiada de su paciencia

—No sabemos conducir, ¿o si?— Preguntó asustada

—¡¡CARAJO!!— empiezo a mover el volante como loca, maniobrando de los dos lados de la pista, intentando buscar el freno, aunque lo tenía abajo de los pies, no podía actuar por el pánico

Terminamos chocando contra las vallas de concreto que evitan que nos desviáramos hacia el otro carril

—Maldición...—Respiré agitada, sintiendo mis manos temblar por completo— ¡¿ERES UNA IDIOTA?! COMO NO VOY A SABER MANEJAR, SI ES UNA SIMULACIÓN, ¡ESTO FUE CULPA TUYA!- regañé a mi conciencia, sabiendo que era la culpable del accidente, me bajé del auto y me alejé unos cuantos pasos, sentándome en el frío asfalto de la carretera

—Espera, ¡minari!— Me gritó a lo lejos, corriendo hacia mi, sin que yo me pudiese dar cuenta de que la niebla me estaba por tragar 

—¡No me digas minari! —somos la misma persona!—Suspiré ocultando mi rostro entre mis rodillas—¡Y al final del día yo soy la que tiene el control, pero por tu culpa tomo las peores decisiones!—

—No...no lo entiendes, ¡estoy protegiéndote!—

—¿¡Protegiéndome de que!? NO HAY NADA DE LO QUE ME PUEDAS PROTEGER TU— Me levanté caminando hacía ella, buscando darle una buena golpiza. Hasta que me tomó de los hombros y me llevó unos cuantos metros lejos del accidente que habíamos tenido