La basura al bote, Tú a la cama

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Explociones se escuchaban sin descanso en aquel lugar oscuro. Brillantina salia volando por doquier y maullidos de gatitos se podían escuchar a kilometros de distancia.

El enemigo era fuerte. Más no lo suficiente para el Equipo Raro, una vez que el menor atrapo la tarjeta madre de aquella maquina destructora, todo volvió a la calma. El villano en turno había sido derrotado y Lance había vuelto a su forma humana.

Nada podía salir mal.

¿O no?

El menor comenzo a quejarse de un dolor agudo en su pierna, algo salio terriblemente mal en su anterior aterrizaje al tratar de alcanzar aquella infernal tarjeta. Poco a poco su pantalón comenzo a empaparse de algun líquido extraño a ojos de Lance.  Walter por el contrario, lo distinguió rápidamente pues estaba familiarizado con el a causa de tantos experimentos fallidos.

Era sangre.

Las alarmas en la cabeza de Lance se dispararon. ¡No podía ser verdad! Su compañero estaba herido. Debía actuar rápido.

Tomo en brazos al menor y salio como alma que lleva el diablo hasta su automóvil, depositandolo en el asiento del copiloto, para después disponerse a manejar él hasta el hospital más cercano. Su preocupación era tanta que opacaba los demas ruidos dentro de su cabeza. Así como las suplicas de su compañero a que parará el auto. Ya que al ir a una alta velocidad, lo unico que conseguía era acelerar el pulso de Walter ocasionando la salida de más sangre.

El menor estaba al borde del desmayo, sin embargo Lance logro su cometido a tiempo. Llegar al hospital. Dejo el auto en la puerta de urgencias y entro de lleno a la sala gritando a los cuatro vientos por atención medica urgente.

Los doctores en turno le detuvieron para hacer un chequeo rápido al menor, quitandoselo de sus brazos para pasarlo de urgencia al quirófano.

Lance estaba que no aguantaba la ansiedad. Su compañero, su amigo, su amor, estaba en peligro dentro de ese lugar. ¿Cómo pudo pasar? Él estaba al pendiente de todos sus movimientos. No entendía como es que logro lastimarse. ¿Y si al final era grave? ¿Y si al final no lo lograba? ¿Y si la operación era riesgosa? Miles de preguntas asaltaban su mente. Y estaba a punto de tirar la puerta que lo mantenía separado de su compañero hasta que vio a una linda enfermera salir de aquella sala para informarle el estado de Walter.

-¿Es usted pariente de Walter Beckett?

-No, sí...bueno soy su...Novio

-Entiendo, el joven Beckett solo sufrió de una fractura, sin embargo perdió un poco más de sangre de lo acostumbrado. Se tuvieron que realizar un par de transfusines, sin embargo se encuentra estable, y por ahora se mantiene descansando. Será llevado a piso y podrá pasar a verlo en unos minutos. Con su permiso, me retiro.

Aquella enfermera fue tan amable al decirle aquello. Solo era una fractura. Nada del otro mundo como su mente lo creía. Walter estaba bien. No era grave.

Y como aquella señorita lo indico, el menor ya se encontraba en su propio cuarto descansando. Se veía tan angelical. No se atrevia a tocarle. Pero la ansiedad de perderlo estaba ahí. Entro sin hacer ruido cerrando la puerta detras de sí, acercandose a Walter con cautela, como si su sola presencia aún podría lastimarlo.

Se sentía pésimo consigo mismo. Prometio cuidarlo y tan solo por un desliz ahora Walter sufria las concecuencias.

Mientras Lance se martirizaba a sí mismo, Walter despertó de un buen humor, a pesar del dolor punzante en una de sus piernas. Pudo visualizar el rostro de su novio y de inmediato supo que estaba pasando.

-Lance...Estoy bien-Susurro con cariño, logrando espantar momentáneamente al mayor.

-Oh...Walter, ¿Cómo te sientes? ¿Necesitas algo?-El mayor se acerco sentandose en aquella cama.

Lance siempre tan atento con él. Por algo lo amaba demaciado.

-Repito, estoy bien Lance. Y no, gracias, no necesito nada...-Respondio  suavemente-Lance, deja esas ideas que rondan en tu cabeza. Eres maravilloso y un excelente novio. Fue un accidente, y no merece que le prestes tanta atención. Solo ayudame a recuperarme-Menciono Walter tomando firmemente la mano del mayor, logrando que por fin se relajara.

-Disculpame...soy una basura. No te cuide como se debe y ahora estas sufriendo por mi culpa...-

-Alto, por favor no sigas-Interrumpio el menor-Lance la basura va al bote, y tu deberías estar en cama-Menciono jalando al mayor para que se acostara a su lado. Su novio era un dramático de primera. Pero lo entendía.

Él también perdería la cabeza si algo le llegara a pasar a Lance.

El mayor solo sonrió con calma y beso con suavidad los labios de su pequeño novio inventor. Podría ser un gran agente que podía derribar a miles de soldados, pero cuando se trata de Walter, ya era otro nivel. Por ahora solo se ocuparía de cuidarle, y mimarle, tal y como lo pidió.

La Vie En Rose (Lance X Walter)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora