Siesta

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-Buff... Necesito un descanso -comenté para mí mientras me lanzaba sobre mi cama.

Llevaba estos últimos tres días editando y grabando un nuevo video para el canal, lo cual me desgastaba tanto física como emocionalmente.

Tener que regañarme mentalmente para seguir editando y no jugar un rato era desgastador.

Recostado mirando hacia el techo de mi habitación, solo pude cerrar los ojos y disfrutar de estos pocos momentos de paz y tranquilidad, llegando incluso a sentir el crujir de mi espalda, pues realmente estaba cansado.

Me relajé a tal punto en que estuve a punto de perder la consciencia y caer en un profundo sueño. Pero el peso de alguien más a un lado mío me hizo abrir los ojos.

-¿Doc?, ¿Qué haces aquí?, ¿Cuándo entraste? -cuestioné un poco sorprendió y un poco molesto, pero lo bastante perezoso como para hacerlo marchar de mi habitación.

-Oh, nada. Es solo que ser tan genial todo el tiempo es cansado -respondió el pegaso acostado al lado de mi.

Lo miré con los ojos entrecerrados.

-¿Y eso te da derecho a venir y acostarte en mi cama?

-Claro que si. Tu cama es la más cómoda de toda la casa -resolvió.

Indignado, solo pude darle un ligero golpecito en el hombro ante su vaga respuesta.

-Lo que sea, solo deja de ser el Doc por cinco minutos -sentencié, volviendo a cerrar los ojos.

-Lo que tú digas, Shiquito.

Ignoré la última palabra y simplemente volví a relajarme, llegando de nuevo a ese punto de inconsciencia al cual me aferré.

.

Al despertar, abrí mis ojos poco a poco, cerrándolos y volviendo a abrirlos un par de veces para acostumbrarme de nuevo a la luz de la habitación.

Hmm... ¿Qué hora es?

Fue entonces que me di cuenta de que algo, o más bien, alguien me tenía sujeto por la cintura. Descubrí que eran las alas del Doc las me mantenían sujeto.

Iba a moverlo bruscamente y decirle que se despertara, pero me abstuve de hacerlo al ver como su rostro estaba tan pacífico y tranquilo. Tenía su boca entre abierta y sus crines hechos un desastre.

Por alguna razón, me pareció buena idea acercar mi casco a su nariz y hacerle un pequeño "bup" en ella.

Tardó un par de segundos en mover su nariz y procesar mi acción, despertando finalmente.

-¿Martín?, ¿Qué hora es? -preguntó, retallándose su ojo con su casco en un gesto un tanto infantil y tierno.

Se ve lindo cuando despierta.

-No sé, acabo de despertarme -respondí ignorando mi comentario mental.

Me estiré en la cama, sintiendo mi anatomía tenzarse y relajarse entre las alas del Doc.

-Uff. Te ves tan descansado que hasta siento envidia de la cama -comentó, bajando sus alas hasta mi trasero, apretándolo un poco entre ellas.

Tal vez aún seguía dormido, tal vez mi cerebro no había procesado su acción. Pero por alguna razón me ví a mi mismo dándole un beso tierno.

-Anda vete, necesito terminar con mi vídeo.

Al parecer el también se había sorprendido de mi acción pues tardó unos cuantos segundos en recomponerse e irse mi habitación.

Una vez estuve sentado en mi silla y prosiguiendo con la edición del vídeo, sentí mis mejillas arder por lo que había hecho. En mi vida me habría esperado esa reacción de mi parte.

Fue una mala idea haber tomado una siesta juntos.

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⏰ Última actualización: Jun 09, 2020 ⏰

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