No podía decir que no a su confesión si todo lo que ha dicho me hizo sentir mariposas en el estómago. El lugar se veía precioso. Se escuchaban los sonidos de las olas que ponían el ambiente más emocionante e interesante. A estás horas un lugar solitario y tranquilo fue testigo de la muestra de afecto de ambas. Al igual que ella tengo los sentimientos claros y estoy demasiado enamorada.
El beso fue una mezcla de amor, pasión y deseo. Fue muy ardiente que despertó mi excitación por ella. Nuestros cuerpos exhalaban una química poderosa mientras nos movimos sensualmente hasta el momento de separar nuestras bocas.
Dibujamos sonrisas en nuestros rostros al sentirnos muy felices por lo que acababa de suceder. Pasaron minutos si que nadie de las dos dijera nada. Sentí su mano tocar la mía. Entrelazó nuestros dedos y me guió a la casa donde estacionó el auto.
- ¿A dónde me has traído? — pregunté sorprendida mirando la sala.
- Tranquila amor — sentí que me abrazó por detrás — Este es un lugar excelente para escuchar música, brindar y conversar acerca de nosotras — dió un suave beso a mi cuello — Serás mi mayor recuerdo en esta casa.
Vamos, no pienses en nada Kim Min Ji. Vive este momento y relájate.
Recordé una escena provocativa que quizá haya terminado en algo más.- ¿Quiere una fresa? — Le pregunté enseñándole la pequeña fruta entre mis dientes. Sonrió con malicia y se incorporó para acercarse muy lentamente y quitármela con la boca.
- No te vayas — la atrapé.
- Lo siento... Tenemos que descansar. Ya es muy noche — se zafó de mi abrazo para caminar directo a la puerta.
Lo que había entre nosotras no era una relación amorosa. Sabíamos que nuestros corazones latían demasiado rápido cuando compartíamos momentos juntas es decir que nuestros sentimientos son más que correspondidos. Esto sería tan significativo que nunca lo imaginé.
Podíamos pasar largas horas trabajando, platicando o jugando, pero en cuanto había una ocasión de un ligero roce corporal, en ambas se nos despertaban pasiones. Nos entregábamos a besos profundamente sensuales y a oscilaciones arrebatadas. El defecto de no confirmar una relación sería una ligera línea de limité. Lo nuestro seguiría siendo algo curioso y fuera de lo común. Aveces solíamos bromear respecto a lo que hacíamos.- Yoohyeonnie — la alcancé antes de que abra la puerta.
Llevé una mano a su rostro y sentí como se estremecía; jugueteé con su cabello y acerqué mi boca a la suya sin tocarla, a unos milímetros de distancia. Se quedó quieta, con las mejillas enrojecidas y la respiración agitada. Enlacé mis manos alrededor de su cuello y la besé. Estábamos unidas en besos eternos. Las incontrolables manos de Yoohyeon cobraban autonomía y se mostraban tensas, desesperadas, dispuestas a abrirse paso; sus dedos se movían por iniciativa propia , acariciando, desabrochando mi blusa mientras yo contagiada de locura hacía mi parte quitándole ese lindo suéter dejándola en sujetador. Me encontraba motivada por es energía sexual física. Imaginarme su piel desnuda me alteraba de forma ingente.
Sentir su erección cerca de mi femenidad era un peligro. No era mi cerebro el que razonaba ni de ella. Nos reclamábamos físicamente.- Maldición — Yoohyeon se separó y echó a caminar en círculos. La miré confundida — No quiero cometer errores contigo, MinJi. ¡Ahora que te he encontrado no voy a permitirme perderte! No quiero apresurarme a tener sexo contigo — entonces tendríamos sexo algún día.
- No digas que me perderás — hablé suave y la abracé.
(...)
La tentación de hacerla mía tenía que acabar esta noche. No podemos esperar más. La volteé para abrazarla por delante. Recargué mi cuerpo contra el suyo para hacerle percibir mi intimidad y esta vez paseé mi lengua por su cuello y la introduje suavemente en su oído. Se estremeció.
Miré el nacimiento de sus pechos sobre su generoso escote y quise agacharme a besarlo, pero no me atreví. La deseaba demasiado para darme el lujo de mostrarme impaciente.
MinJi buscaba mi boca. Respiraba agitadamente y parecía haberse decidido a entregarse a mi. Al besarme comenzó a desprender uno a uno los botones de mi blusa. Cuando llegó al pantalón jaló hacia arriba la tela para que está quedará totalmente suelta. Luego me frotó el tórax y deslizó la prenda hacia atrás, dejándome en sujetador.
No podía creer lo que había hecho. El corazón me latía a mil por hora, la cabeza me daba vueltas y mis pies flotaban. Le revolví el cabello y busque la cremallera del vestido en su dorso: en cuanto la tuve entre mis dedos inicie un movimiento lento para bajarla, sin lograr evitar el temblor de mis falanges. Cuando el cierre no pudo descender más, sobé su espalda con ardiente furor y atraje el vestido hacia adelante mientras acariciaba sus hombros desnudos. Entonces se descubrieron totalmente sus formas femeninas resguardadas aún por la suave tela del sostén. Me separé un poco y rocé apenas con las yemas del dedo las marcadas puntas. Sus senos estaban erectos al igual que mi intimidad. Luego seguí la línea del sujetador hasta dar con el broche; lo destrabé sin ningún problema y ella con un ágil movimiento se libró del incómodo ceñidor. A tal grado me asombraron la belleza de sus senos blancos, turgentes, cálidos que en vez de tocarlos me limité a contemplarlos.
La atraje hacia mí y sentí una extraordinaria calidez. Llevé lentamente las manos hacia su cintura y comencé a buscar la forma de bajar por completo el vestido.- ¿Vamos al cuarto? — sugirió.
- Por supuesto.
(...)
Después del manoseo en el que le quite su ropa superior y ella la mía. Subimos las escaleras sin decir palabra alguna. Me guió a la habitación. Está estaba alfombrada de color rojo. Nos descalzamos para estar más cómodas tratando a la vez de no manchar con los zapatos tanta pulcritud. La solté de la mano para caminar de un lado a otro como una niña admirando lujos del lugar. Apenas di los primeros pasos me deshicé por completo del vestido, dejándolo en el suelo y pasando sobre él. Miré la cama y ví que tenía encima pétalos de rosas. Habían corazones como almohadas. ¿De verdad preparó esto?.
- ¡Qué calor hace! ¿Verdad? — dije sensualmente y acto seguido me agaché para quitarme las pantis transparentes. Todo bajo la ardiente mirada de mi ahora novia.
(...)
Recargada en la pared con la boca seca y los ojos muy abiertos contemplé su casi total desnudez.
Solo portaba sus bragas negras y se acercaba a mí.¡Oh Dios Mío, MinJi! Pensé.
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¡Hug me! ¡Be Mine! - JiYoo [Completa]✓
Romansa¿Amor a primera vista? ¿Nuestro destino es estar juntas? ¡Abrázame! ¡No temas! ¡Sé mía! #7 JiYoo 09/09/20 #4 Yoohyeon 10/11/20 #7 Dreamcatcher 10/11/20 #1 Jiu 17/12/20 ¡Muchísimas Gracias!