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Antes de salir del edificio acordaron una nueva cita la próxima semana para ver todo lo técnico y lo de las canciones sobre todo.
Pero lo que más le preocupaba a Aris era decirle a Julie. Temía de su reacción, ¿la estaba poniendo en un riesgo futuro que aún desconocía? 
Decidió dejar estas estas preguntas de lado y llamarle de una vez por todas.
-Hola, ermitaño.-dijo divertida.
-Necesito hablar contigo...
-¿Sobre qué?
Aris apretó los ojos y gruñó por debajo.
-Solo, solo dime si puedo ir a tu departamento. 
-Si, está bien.-dijo un poco extrañada.
(...)
-Estoy en una banda.-dijo Aris apenas tuvo a Julie enfrente.
Julie lo miró sorprendida.
-Vamos a hacer canciones sobre un criminal pero me dieron todo el derecho creativo.
Maldición, mientras más lo decía más estúpido se escuchaba. 
-Aris, ¿qué te sucede?-dijo Julie todavía sorprendida mirándolo incrédula.- es decir... ¿en qué estabas pensando? 
-Julie déjame explicarte, ¿sí?, fui muy directo, no es tan malo como parece.
-¿Es que no miras las noticias Aris?, tienes idea del porcentaje de músicos que asesinan por cantar canciones de gentes de la mafia, delincuentes, yo que sé.
Se le empezaba a cortar un poco la voz.
-Déjame explicarte.-dijo poniéndole su mano en las de ella.
Julie solo dio un gran suspiro mirándolo.
-Hace unos días llegó a mi casa una carta, resultó que eran ex-agentes de la policía que ahora trabajan como detectives siguiéndole la pista a un criminal llamado "White Swan".
Aris continuó contándole todo, después de eso ambos permanecieron en silencio hasta que el cantante lo rompió.
-Julie, no te obligaré a seguir siendo mi representante, si quieres renunciar lo entenderé, una parte de mí pensó en los peligros de hacerte partícipe de esto pero otra quería tenerte cerca, después de todo siempre lo haz estado, cuando todo el mundo me dio la espalda ahí estabas tú, cuando estaba en rehabilitación ahí estabas tú pero voy a entender si esta vez no y no quiero ser tan egoísta como para pedirtelo.
-Quiero ver por mis ojos lo que me cuentas, y voy a decidir después.-dijo después de un rato.
Aris iba a decir algo pero esta lo interrumpió.
-Esto no quita que crea que es una estupidez y muy grande.-dijo mirándolo con el ceño fruncido.
-Supongo que con eso basta.-dijo Aris.
-¿Quienes son los otros dos integrantes?
-Oh si no te mencioné sus nombres, son Plat y Dio.
-¿Dio?, ¿el antiguo youtuber?
-Ese mismo.
-Me encantaban sus vídeos, pero dejo de hacerlos.-dijo un poco más entusiasmada.- si te soy sincera el otro no me suena.
-Conoces sus canciones pero no a él, le gusta estar al margen pero varios artistas ya han cantado canciones compuestas por él.
-Ya veo...¿así que podré conocer a Dio?
Aris la miró con reproche.
-Julie, ¿me puedes decir dónde quedó el sermón anterior?
-Sigue ahí.-dijo cruzando los brazos volteando a otro lado.-tal vez si no me gusta las cosas pueda sacarme una foto e irme.
-Bueno, todavía quedan unos días hasta entonces, me voy, me siento mejor de dejarte más tranquila.
-No creo que te hubieras podido ir si no.
-No y quién diría que el idiota de Dio sirvió para eso.
-Cierra la boca.-dijo golpeando sin fuerza a Aris.
-You're having a bad day and you're in the friendzone because you made videos on YouTube oh that's me oh that's fucking me.
Aris cantaba a tono burlón una canción parodia de Dio.
-Vamos, fuera.-dijo poniendo sus dos manos contra el pecho de Aris empujándolo hacia fuera.
-Bien, te llamaré.
-Aun sigo molesta, si fuera tu no mostraría señales de vida hasta la próxima junta.-dijo con las cejas arqueadas.
-Ouch.
Ahora mismo no tenía muchas ganas de caminar así que decidió que tomaría el metro de regreso a casa. Ya en la estación pasó su tarjeta por una de las máquinas de acceso y finalmente subió al transporte. 
La gente que conocía a menudo le decía que con el dinero que tenía bien podía conseguir un buen carro pero le daban ansiedad, se pensaba tan distraído e estúpido que se decía que iba a terminar teniendo uno de esos accidentes que pasaban en los noticieros, después ese pensamiento no mejoró con su alcoholismo y fue algo que se quedó en el aunque ahora estuviera limpio.
Estaba tan sumido en sus pensamientos que cuando regresó en si y miró al rededor se percató de que casi no había gente. Miró la hora en su celular, era  las 19:30. Todavía era temprano para que hubiera falta de gente, levantó la vista a la ventana que quedaba frente a él, se veían las luces distorsionadas de los carteles y lámparas que adornaban las vías, como pinturas que manchaban la gran ventana a su paso.
Casi nunca podía encontrarles forma como las nubes pero esta vez entre más miraba más se podía ver las transformación de las luces a las de una figura, Aris entrecerro los ojos era un cisne.

Police in bandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora