ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ɪ: ʟᴀ ʀᴇsᴀᴄᴀ.

3.7K 316 451
                                    

Bill despertó con algo que pensaba que era una migraña.

Jamás había tenido una, pero agradecía a Dios nunca tenerlas, al parecer eran una mierda.

Se levantó un poco, no veía muy bien en donde estaba, pero por el sofá desteñido en el que estaba sentado podría decir que era la casa de Richie.

Y hablando de cierto chico de gafas, este apareció junto a su novio por la puerta del baño.

- Mierda Richie, te dije que no tomaras tanto, ¿Viste todo ese vomito? ¡Casi escupes el corazón!

- Cállate Eds, hubiese preferido escupir mi corazón antes que la bilis, me arde toda la puta garganta.

Eddie vio a Bill y le dio una pequeña sonrisa.

- Hey gran Bill, al parecer también tomaste hasta quedarte dormido. Bev también despertó aquí, tengo unas pastillas sobre la mesa para ti, tal vez calmen la migraña, ayudaron un poco a Rich.

Este esbozó una apenada sonrisa mientras se iba de nuevo al baño, Richie se había escabullido de entre sus brazos para volver al baño a vomitar. Eddie era un buen novio.

Bill se levantó y se estiró un poco, todo su cuerpo crujía y eso le hacía doler aún más de lo que ya dolía todo, logró llegar a la sala, era un desastre aún peor, habían manchas de alcohol y botellas en cada lugar que veías, también estaba Beverly sentada en el suelo con una bolsa de hielo en la cabeza, al parecer Eddie tenía razón.

Cuando vio la mesa tomó las pastillas y se las tragó sin agua, se vio a sí mismo y se dio cuenta que no traía su chaqueta de la universidad, algo extraño, pues siempre salía con ella a cada parte que iba.

- Hola Bev.

Ella mueve la cabeza como saludo.

- ¿Sabes do-donde está mi cha-chaqueta?

Movió la cabeza en un gesto negativo.

Bil suspira y va a la cocina, hubiera ido al baño si no fuera por Richie y su asqueroso vomito, cuando llega se dirige al fregadero y se lava la cara, descansa allí otros cinco minutos y sale.

- B-bev, ¿Puedes decirle a esos dos que me ten-tengo que ir? También da-dales las gracias de mi p-p-parte.

Beverly levanta el dedo pulgar como gesto afirmativo y Bill ríe, debe estar más adolorida que él.

Sale de la casa y la admira un rato, era en realidad la casa de los padres de Richie, pero estos habían salido de viaje y Rich aprovechó para hacer una gran fiesta junto a sus compañeros de la banda, fue un éxito, asistieron todos los chicos de su edad que asistían a la universidad.

¡También los perdedores fueron! Algo sorprendente, pues no a muchos de ellos les gustaban las fiestas. Ben llevó a Beverly y Mike, al parecer Mike y Ben se habían largado antes de que Beverly comenzara a beber tanto, eso lo recordaba bastante bien, ahora Beverly estaba tirada en la sala de Richie sin poder hablar de la resaca, también recordaba a Richie presentándose frente a todos, y cuando llegó Eddie para detenerle porque ya estaba muy borracho, Richie lo tomó de la cintura y lo besó frente a todos. Fue entonces que su relación escondidad de hace dos años se fue a la mierda.

Y Stan... Oh, Stanley. Bill fue a recogerlo a su casa a las siete, a Stan le gustaba llegar temprano para irse temprano y Bill no lo culpaba. Cuando Bill llegó a su casa Stan tenía una camisa delgada que le hacía tiritar del frío, se veía tan bien ante los ojos del chico tartamudo, que tuvo que luchar con su yo racional para darle su chaqueta, al final no se lamentó, pues el chico de rulos le abrazó con fuerza por eso, y Bill se sintió en el paraíso.

Recordaba vagamente que Stan había salido corriendo hacía las diez, no dejó explicaciones, y Bill no recuerda por qué pasó esto.

Tal vez podía pasar por la casa del chico, preguntarle y de paso pedirle su chaqueta de vuelta, aunque si no fuera porque la amaba demasiado se la dejaría, Stan se veía muy bien con ella.

Bill trató de no pensar en Stan con su chaqueta, pero no podía, desde que Richie y Eddie se volvieron novios, el chico judío y él se habían vuelto buenos amigos, pues los otros dos pasaban casi todo el tiempo juntos, así que ellos comenzaron a salir juntos y pronto de dieron cuenta que podrían ser buenos amigos.

Pero algo salió mal con su amistad, al menos para Bill, pues este en poco tiempo se dio cuenta que la voz de Stan era bonita, que su delgado cuerpo lo hacía bastante sexy, sus manos eran finas y largas, sus labios eran delgados pero se veían muy suaves, y eso hacía que Bill perdiera el sueño en la noche, porque no podía creer que se haya enamorado de un chico, y menos de Stanley Uris, su mejor amigo.

La casa de Stan quedaba algo lejos de la casa de Richie, por lo que Bill fue caminando, se sintió feliz de que esa mañana el cielo estuviera nublado, pues así su migraña bajaba, pero a la vez hacía frío y sus brazos se congelaban sin la chaqueta, era algo a lo que se había acostumbrado tanto en sus tres semestres de universidad que ahora no podía vivir con ella.

Pronto llegó a la casa de Stan, la vio desde fuera y sonrió con ternura, era una casa pequeña de una planta, siempre había silencio allí, quedaba lejos del centro de la ciudad, y a Stan le gustaba el silencio para que sus pájaros no se asustaran, a sus padres no les importó pagar el arriendo, realmente les iba bien (alguna vez Richie hizo el chiste de que los judíos eran buenos con el dinero, y ahora pensaba que no estaba tan equivocado) y la casa era barata, confiaban en Stan.

Bill tocó el timbre, y después de unos segundos apareció Stan, parecía tranquilo... Al menos hasta que vio a Bill. Le cerró la puerta en la cara y antes de que Bill pudiera reaccionar Stan volvió a salir con su chaqueta para entregársela.

- Oye, ga-galán, ¿todo bien?

El chico de rulos respondió sin abrir la puerta, se escuchaba más intranquilo que de costumbre, y generalmente Stanley se mantiene nervioso.

- Vete Bill, no quiero hablar contigo.

Bil siguió tocando la puerta con insistencia, al ver que después de unos minutos Stan ni siquiera intentaba responder a sus llamados se fue de allí, se puso su chaqueta y eso le hizo sentir aún peor, pues esta tenía impregnado el olor de la colonia de Stan, era suave y dulce, tanto como él, si tan solo no lo hubiera ignorado Bill hubiera apreciado el olor de esta hasta llegar a casa.

De pronto una llovizna comenzó a caer casi acorde a sus sentimientos, Bill frunció el ceño y miró arriba, ¿Acaso todo va a conspirar para que su día se arruine?

Su respuesta apareció cuando una gota de agua cayó dentro de su ojo.

Se quejó un poco mientras empezaba a correr a su habitación antes que lloviera más fuerte.

- Dios, que p-puto cliché.

- Dios, que p-puto cliché

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
❝ᴡɪsʜ ʏᴏᴜ ᴡᴇʀᴇ sᴏʙᴇʀ❞ // sᴛᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora