ᴄᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ ɪɪɪ: ᴛᴇsᴛɪɢᴏs.

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- ¿Eddie?

Bill llamó al chico tan pronto como pudo, no lo pensaba interrogar por el teléfono, pero necesitaba saber donde estaban ciertas personas.

- Hola gran Bill, ¿Pasó algo? Bev me dijo que irías por tu chaqueta a casa de Stan, ¿Están bien?

- Te llamo p-por eso exactamente. Stan no q-quiere hablar conmigo, ¿Sabes qué p-pasó ayer?

Silencio. Bill pensó que tal vez Eddie había colgado el teléfono, pero su aguda voz volvió a retumbar en sus oídos.

- ¡No! No. Lo último que recuerdo es ver salir a Stan corriendo, traté de detenerlo pero simplemente se fue.

- ¿No sabes p-por qué?

- Lo lamento Bill, no estoy seguro, pero puedes preguntarle a Bev o a Richie, ambos están en el apartamento de ella, Richie estaba algo mejor cuando ella se quería ir así que la acompañó, yo me quedé a organizar este desastre.

- Por cierto E-Eddie, ¿Te quedarás a-allá esta noche?

- Nop, iré a la habitación, ¿Quieres te lleve algo?

- No, g-gracias Ed, te veo más t-tarde.

Colgó el teléfono, recogió su chaqueta, ahora más seca, y salió de la residencia, el dolor de la resaca era peor en ese momento, estaba caminando demasiado y eso le haría peor.

La llovizna había cesado, pero la calle seguía bastante mojada, lo que impedía que el chico fuera rápido.

El apartamento de Beverly quedaba cerca de su casa, algo que agradecía, quedaba tres o cuatro cuadras más abajo de la de Richie, la cuál quedaba a quince minutos de la universidad caminando, así que decidió ir tranquilo, concentrándose un poco en las cosas que habían pasado anoche.

Caminaba sin mirar a las personas a su alrededor, se concentraba bastante, y se repente, cuando pasó por la casa de Rich se detuvo y miró la puerta.

"...e que gracias a Beverly. Adiós..."

Al fin recordaba algo, era la voz de Stan, lejana pero era ella, sabía que estaba cuando él se fue, pero no sabía a quien le decía eso, pues parecía que se despedía de alguien, y ese alguien probablemente sabía por qué había pasado todo.

Pero tal vez Beverly o Richie sepan, y por ahora esa es su prioridad, llegar al apartamento de la chica y hablar con ellos.

Recuerda que la primera vez que fue tenían solo 15, su tía se lo había arrendado por un año para que escapara de su padre, consiguiera trabajo y pudiera terminar sus estudios. Ella lo cumplió todo, ahora Beverly estudiaba diseño de modas, y estaba muy orgullosa de eso. El apartamento era bastante pequeño, y era difícil reunirse los siete en la pequeña sala de estar pues solo habían tres sillas y el suelo, pero para Beverly su apartamento era su sueño, su lugar de escape y el único lugar que puede (y va a) amar durante su estadía en la universidad.

Cuando llegó a la torre subió al cuarto piso, y tocó el timbre del apartamento 402. Como dijo Eddie, allí estaba Richie, y el chico fue quien le abrió, lo dejó pasar y el apartamento estaba igual como lo recordaba, hecho un desastre.

Allí estaba Beverly tratando de organizar algunas cosas con un cigarrillo en sus manos, podría apostar que ella y Richie lo compartían ya que la caja que había en la pequeña mesa estaba vacía.

- Bev.

- Oh, hola Bill, ¿Pasa algo? No pensé que vendrías hoy, además, ¿Como entraste? Ni siquiera te escuché, si fue Richie le voy a arrancar esas inútiles manos, ¡No me a ayudado con nada! Es solo un flojo.

❝ᴡɪsʜ ʏᴏᴜ ᴡᴇʀᴇ sᴏʙᴇʀ❞ // sᴛᴇɴʙʀᴏᴜɢʜ //Donde viven las historias. Descúbrelo ahora