Dᴇᴍᴏɴ

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La batalla estaba ganada, sabía que no lo lograrían, no podrían derrotar a su ejército. Estaba más que confiada pero tristemente todo le dio vuelta y ahora se encontraba débil y apuntó de morir a manos de los Siete Pecados Capitales.

Ella sabía que era su fin pero Melascula de la Fe tenía un as bajo la manga, uno de sus miembros sería incapaz de matarla ya que gracias a ella la amada del hombre de cabellera azulada estaba viva o al menos eso creyó.

– Siempre hay otra salida señor Ban. – Sonrió una mujer de cabello plateado.

– Lástima que ese no es el caso. – Se oyó una voz femenina en todo el lugar. – Oh Melascula, tan confiada como siempre. – Todos miraron a todos lados en busca de la dueña de la voz.

– ¡No! ¡Por favor! ¡Ten piedad! – Siseo la débil serpiente.

– ¿Por qué debería tener piedad en alguien que robo mi mandamiento? – Una mujer de cabellera menta apareció frente a ellos. – Gracias a ti pase más de tres mil años encerrada aquí.

La mujer era cubierta por una mancha negra y morada que ocultaba su pecho, vientre, cadera y su zona "V", su cabello ondulado llegaba hasta media espalda.

– ______. – Una mujer de cabello negro llamó la atención de la mencionada y está sonrió. – El Mandamiento original de la Fe.

– Así que tú eres la niña. – En un abrir y cerrar de ojos se acercó al Pecado de la Gula. – ¿Por qué no terminas con la miserable vida de Melascula? Mejor, lo haré yo misma.

– ¡Te lo ruego! – Volvió a chillar.

– Ya es tarde. – Y con un sólo chasquido la gigantesca serpiente comenzó a retorcerse de dolor. – Heart attack. – Los presentes abrieron los ojos impresionados, ella le había ocasionado un infarto, eso significaba que era un enemigo totalmente peligroso, incluso más que el propio Meliodas.

La demonio que llevaba por nombre ________ comenzó a pronunciar unas cuantas palabras que eran difícil de percibir. Seguido una luz iluminó el cuerpo de Melascula y un orbe negro con luz morada salió de su inerte anatomía. – Finalmente, el mundo conocerá el verdadero poder del original Mandamiento de la Fe.

Lentamente el orbe se acercaba a la mujer y al estar frente a ella lo tomó para luego incrustarlo en su pecho. En el lugar se sintió una gran tensión y todos los presentes sintieron un incremento de poder.

– Esa mujer ahora tiene 20 753 de magia 10 546 de fuerza y 10 286 de espíritu lo que da un total de 41 585. – El cerdo se veía desesperado.

– Y eso es sólo porque apenas pude recuperar mi mandamiento. – Como humo se desplazó a donde estaba el animal rosado para quedar detrás, ocasionando un brinco del asustado Hawk. – Imaginate lo poderosa que seré una vez que mi mandamiento esté completamente adherido.

– Pues eso sera imposible – Habló el de cabello azulado. – Cacería del zorro. – Nada sucedió. – ¿Qué...?

– ¿En verdad crees que traería conmigo mis corazones después de ver cómo te deshiciste de los seis corazones de Melascula? – Ahora estaba detrás del hombre. – Si que eres un poco predecible Ban.

– ¿Buscas el mismo destino que ella? – Preguntó un castaño listo para atacar en cualquier momento.

– No los he atacado como para que hagan lo mismo, nuestro encuentro ya se dará en otro momento. – Sonrió con burla sin apartarse de Ban, ni siquiera se digna ver quien le había dicho aquella pregunta. – Sólo he venido por lo que me correspondía.

– Basta, ______ sabes que esta guerra no tuvo que ser. – Intentó dialogar la princesa de Liones.

– Quizás tengas razón, no tuvo que ser pero tampoco tuvo que ser la traición de Meliodas, soluciones las tuvo pero prefirió la más difícil y el que más dolor le ha traído. – Apareció frente a la platinada. – Al igual que tú, nuestras razas co existirían en paz y armonía pero prefirieron el camino difícil

Oɴᴇ﹣sʜᴏᴛs [Bᴀɴ x Rᴇᴀᴅᴇʀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora