Oɴᴇ﹣sʜᴏᴛs [Bᴀɴ x Rᴇᴀᴅᴇʀ]

Tʜᴇ Oɴᴇ Tʜᴀᴛ Gᴏᴛ Aᴡᴀʏ

Fue un verano después de la escuela cuando te conocí.

Te había conocido en ese parque acuático, ambos habíamos chocado y terminamos cayendo a la piscina.

Fue un momento divertido y a pasear de haber sido tan poco tiempo. Me había agradado y nuca creí que nos volveríamos a encontrar... O eso creí.

Recuerdo ese día a la perfección, eras un estudiante de nuevo ingreso me sorprendí bastante de que nos reencontraramos.

Creí que estaba soñando pero no era así ¿cómo podría olvidar tu amable sonrisa y tus ojos carmesí?

- Mi nombre es Ban, es un gusto.

Algunos de los estudiantes suspiraron tras escuchar tu voz. Y no iba negarlo, era grave pero mantenidas ese tono juguetón.

En aquella ocasión te sentaron junto a Meliodas, quien diría que ambos congeniarian tan bien que ese tonto pervertido terminaría presentándonos.

- Ban, ella es __________. Te recomiendo no hacerla enojar nunca. - Tras esa aclaración ustedes rieron, cosa que no me hizo gracia. - Ya, no te enojes conejita.

-Ya tuvimos el gusto. - Sonreiste a lo que yo me carcajee. - ¿Conejita? - Preguntaste ante ese extraño apodo.

- Es el apodo que usa desde que estamos en primaria. - Me crucé de brazos.

- Usaste el mismo disfraz cuatro años seguidos. - Casi siempre me incomodaba esa aclaración. ¿A caso una no puede simplemente reutilizar un disfraz?

Pero por alguna extraña razón notaste mi mirada y soltaste aquel dato sobre ti.

- Descuida, yo llegué a usar el disfraz de Travolta en Grase por cinco años. - Soltaste una risa. - Me encantaba ese personaje cuando era niño.

Tan solo éramos unos pequeños de catorce años que apenas empezaba a entender el mundo que nos rodeaba y de igual manera nuestros sentimientos.

Pasábamos tanto tiempo juntos que sin previo aviso caí enamorada de ti, y parecía ser que tú también te habías enamorado de mí.

Cuando dimos la noticia de nuestra relación Meliodas no estaba del todo contento, pero aún así nos felicitó. Hasta esa entonces no había entendido su actitud.

No sé cómo lo hicimos, ya que para nuestra edad es muy difícil durar en una relación más de seis meses pero tú y yo estuvimos juntos por seis años.

Lo hicimos en tu mustang, escuchando a Radiohead.

Teníamos diecisiete años, ambos habíamos planeado una salida para olvidarnos de todo, sólo tú y yo.

Aún me cuestionó como fue que nuestros padres nos dieron permiso para escaparnos ese fin de semana. Me causa un poco de risa eso, siendo que mis padres eran demasiado estrictos.

Aquello sucedió con tanta naturalidad, nosotros escuchando música mientras cantábamos con emoción. Hasta que nos besamos, queríamos recordarnos el cariño que nos teníamos.

Mis padres siempre me habían dicho que lo hiciera con la persona con la que supiera que nunca me arrepentirá y ese fuiste tú. Esa noche me entregue a ti en cuerpo y alma, te dí mi preciada primera vez

Me hiciste sentir deseada pero sobre todo me hiciste sentir amada.

- B-Ban... ~ - La razón la perdía conforme el vaivén de tus caderas. Nunca me había imaginado que la lujuria era capaz de tal cosa. - M-más r-rápido...