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Mal día

Soltó un largo suspiro pesado en cuánto entró en el departamento que comparte con Hoseok, deja el estuche de su cámara cuidadosamente sobre la mesa de café y se tira desganadamente sobre el sofá. Frotó lentamente sus sienes y removió su cabello. No había tenido el mejor día, teniendo así muchas dificultades a través de las últimas horas; desde problemas en el trabajo, hasta con el auto y demás. Había estado deseando más que nunca llegar a su hogar y estar con su esposo acurrucado en la cama, eran poco más de las once, debido a que se quedó en el taller en espera de su auto, por supuesto, en ese tiempo llamó a Hoseok para avisarle que llegaría un poco tarde y que no se preocupara, entonces supone que se encuentra dormido para ese momento.

Se levantó de su lugar y fue a la cocina cuando su estómago rugio por algo de comida y él no podía ignorarlo más, además de hacerle daño, si Hoseok llega a enterarse lo regañaría severamente y aunque le parecía adorable la mayoría del tiempo, verlo enojado era otro cuento.

Cuando entró en la habitación se sorprendió al encontrar una figura conocida junto a la estufa mientras veía algo en su teléfono, seguramente notó su presencia porque de inmediato levantó su mirada y le sonrió. Le incitó a sentarse y el acató sin reparos viéndolo trabajar con habilidad mientras servía la comida en el plato, para luego ponerlo frente a él y depositar un beso sobre sus labios.

Se acercó al horno y sacó de allí una bandeja llena de galletas de chispas de chocolate que tiempo después dejó en un plato con una sonrisa triunfante, tomó una comenzó a comerla lentamente, gozando del sabor.

"Pensé que estabas dormido" le dijo Jungkook después de haber estado en silencio por varios minutos en los que solo se dedicaba a comer.

"Decidí esperarte" le informó sonriendo. "Te escuché muy apagado cuando llamaste"

"Oh, sí... tuve algunos problemas" frotó un poco su cuello, volviendo su atención a su cena a medio comer.

"Lo suponía, por eso, tengo algo preparado para ti. Pero debes comer antes, algo me dice que no te has alimentado bien últimamente y no quiero que enfermes" se sentó a su lado y tomó su mano entre la suya, levantandola y dejando un beso sobre los nudillos. "Todo estará bien, amor, no te preocupes"

Con calma y calidez en su pecho nuevamente se dispuso a comer mientras Hoseok le entrega mimos. Al terminar deposita lo utilizado en el lavaplatos, apagan la luz y toma la mano de su pareja que lo guía hasta la habitación.

Al entrar lo envuelve el delicioso aroma de la vainilla, Hoseok le quita su chaqueta y camisa mientras lo lleva a la cama en dónde se acuesta boca abajo. Lo escucha mover a través del lugar y luego de algunos minutos el colchón se hunde a su lado, dando a entender que él ya estaba sobre la cama.

"¿Sabes que te amo mucho, Jungkookie?" interrogó poniendo algo de crema en sus manos y frotandolas entre sí para calentarla un poco antes de poner sus palmas sobre la espalda del susodicho y comenzar a moverlas lentamente en diversas direcciones.

Jungkook suspiró con satisfacción y cerró sus ojos, dejandose llevar por las caricias.

"Lo sé, pero me gusta escucharte decirlo... incluso si son mil veces al día, podría escucharte sin cansarme" se sincera disfrutando la manera en que las manos de su esposo se mueven a través de su espalda, logrando relajar los músculos de esa zona que con anterioridad habían estado tensos.

Hoseok sonrió enternecido y agachó para dejarle besos sobre la nuca, obteniendo a cambio un ligero escalofrío que le hizo sonreír. Llevó sus manos a la espalda baja y agregó un poco más de presión allí, recibiendo un suspiro. Nuevamente subió a los hombros y acarició con sus pulgares en círculos. Se la paso varios minutos de esa manera, hasta que creyó que era suficiente antes de que Jungkook terminase durmiendo.

Bajo de la cama y fue en busca de un pijama. Abrió el guardaropas y buscó menticulosamente entre las prendas, hasta dar con la que buscaba. Le pidió a Jungkook reincorporarse y él con pereza acató. Le pasó la ropa y dejó un beso sobre su nariz.

Fue al baño comenzando con la tarea de cepillar sus dientes, siendo acompañado por Jungkook tiempo después y cuando culminó juntos fueron a la cama. Hoseok abrazó el amplio cuerpo de su esposo y besó en el centro del pecho, mientras su mano diestra se centraba en acariciarle el cabello.

Y Jungkook realmente se sentía afortunado, por tener a alguien que se preocupase y cuidara tanto de él como Hoseok lo hace. De esa forma el quejarse por tener un día malo le parece algo tonto porque al regresar a casa tenía su regalo del universo esperandole con una hermosa sonrisa y mucho amor para dar y no había nada que valiera más que eso.