𝘢 𝘨𝘰𝘰𝘥 𝘭𝘪𝘧𝘦 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶

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De vuelta a casa

Luego de un largo día de trabajo aquella era la hora favorita de la pareja, volver a casa y estar juntos. Pese al cansancio, no los detenía para acomodarsen en el sillón y ver alguna película o serie mientras comían un buen tazón de ramén, mientras se cuentan mutuamente las cosas que experimentaron a través de las últimas horas. Es algo muy cómodo y tranquilo, Jungkook ama escuchar la risa de su esposo mientras le relata algunas anécdotas y Hoseok adora el brillo en los ojos de su chico al decirle que tiene una nueva oferta de trabajo, pues se esfuerza mucho para que todo salga perfecto y los clientes terminen a gusto.

Ahora ambos están juntos en la cocina, calentando algo de la comida que tenían guardada en el refrigerador. Hoseok bosteza a cada rato observando la espalda ancha de Jungkook mientras termina de servir en dos platos para finalmente volver con él y ponerse a su lado.

"Hoy un chico en la clase de danzas urbanas se declaró a la persona que le gusta" comenzó Hoseok sosteniendo sus palillos en una mano mientras maniobraba habilmente para tomar el trozo de carne. "¿Y sabes qué me recordó?"

"¿Qué?" interrogó Jungkook observandolo con interés.

"Me recordó el día que te confesaste tú" sonrió felizmente al rememorar ese momento. "Te veías tan adorable con tus mejillas rojas, soltando las palabras rápidamente... no creo que hubiese tenido chance de decirte que no, porque ya estaba tan perdido por ti y luego vienes siendo tan dulce que solo procesaba este es mi chico y no lo dejaré ir" se giró para verlo, notando pronto la hermosa sonrisa que esbozaba. Ama esa sonrisa y verla cada día lo llena de regocijo, porque sí Jungkook es feliz, él lo es incluso dos veces más.

"Tenía tanto miedo de perderte, que te alejaras de nuevo. Pero, cuando me besaste, supe que todo había valido la pena" tomó la mano del pelirrojo bajo la mesa y depositó un pequeño beso sobre sus labios. "Y es más hermoso cuando sé que tú me amas tanto como yo a ti, que todo lo que hemos construido juntos es gracias a nuestro amor que no deja de crecer" dejó los palillos a un lado y con su mano libre le acarició la mejilla admirando su rostro.

"¿Quieres que llore, no es cierto?" susurró con voz baja viendose a sí mismo en los ojos ajenos tan enamorado. "Cada día que despierto junto a ti, no puedo dejar de pensar en lo afortunado que soy al ser quién te vea primero siempre al levantarme. El que me hayas abierto tú corazón y me dejaras entrar a tú vida... eres hermoso, Jungkook, tus sentimientos, tus expresiones, el como piensas y como me amas... todo eso crea una gran revolución y simplemente quiero seguir dando todo de mí para que lo nuestro sea duradero, que este anillo en mi dedo sea más que un simple accesorio, que valga como la promesa que hicimos juntos cuando nos casamos y perdure"  finalizó acunando el rostro ajeno, notando el leve puchero y como este temblaba un poco. Tiró del otro cuerpo y lo abrazó con fuerza llenando su rostro de besos.

"Te amo, te amo, te amo" repetía Jungkook contra su hombro, estrujandolo contra su cuerpo mientras sostenía su cintura.

Luego al separarse ambos notaron las ligeras lágrimas en los ojos del otro y no pudieron evitar más tarde que las risas estallaran y llenaran la habitación de calidez. Terminaron de cenar entre chistes y más recuerdos, Jungkook lavo los platos y Hoseok los secó y acomodó. Tomados de la mano se dirigieron a la habitación que compartían y comenzaron a cambiarse para dormir, jugaron un rato mientras se cepillaban dandonse algunos empujones suaves o haciendose cosquillas.

Eventualmente terminaron en la cama, uno frente a él otro, acurrucados entre todas sus mantas. Repartiendo besos y caricias, entonces por cada día largo y pesado, habían noches llenas de cariño y susurros bajos cargados de dulzura, así que, estaba bien laborar por largas horas si al final de día se tenían el uno al otro, listos para reconfortarsen y devolversen la esperanza mutuamente.