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Cita

Las sonrisas cómplices, las miradas llenas de sentimientos, los pequeños toques y besos que compartían mientras observan la ciudad nocturna desde su balcón, es sin duda la cita perfecta. Ambos comparten los postres que hicieron en la tarde y hablan sobre cosas sin sentido, disfrutando de su tiempo juntos.

Jungkook abraza a Hoseok desde atrás y él se acomoda entre sus piernas, pegando su espalda al pecho calido y ancho de su esposo. Hay una linda atmosfera hogareña entre ellos, tan propia desde que se conocieron.

"¿Sabes algo hobi?" susurró Jungkook apoyando su barbilla sobre su hombro.

"¿Qué?" interrogó, acariciando las manos ajenas con sus dedos, delineando los dedos y nudillos con calma.

"Yo no te regalaría ni la luna, las estrellas u el sol" comenzó y besó su mejilla antes de continuar. "Te regalaría el firmamento, porque es constante. Los astros desaparecen, en cambio el firmamento no, claro, puede cambiar de acuerdo a la condición, pero nunca es reemplazado" lo apretó un poco más entre sus brazos. "Es como mi amor por ti, que pese a cualquier situación, el momento que atravesemos, el día o la hora, nunca desaparece, ni es reemplazado. Permanece fuertemente en mi interior, como esa hermosa sonrisa tuya en mi mente" tomó su mandíbula y la giró cuidadosamente para ver a sus ojos, el hermoso sonrojo de sus adorables mejillas abultadas, completando con la sonrisa dueña de sus mejores momentos.

"Conocerte fue lo mejor que hice y amarte la mayor de mis fortunas" Hoseok susurró con el corazón latiendo desquiciado contra su pecho, feliz de vivir ese instante junto al amor de su vida.

Luego se observaron con ternura y finalmente sus labios se unieron para danzar cuidadosamente entre ellos, dulce y suave.

La velada transcurre entre risas y dulces susurros que logran hacerles encoger el corazón en más de una ocasión. Ambos observan las estrellas presentes y prometen teniendo a la luna como su fiel testigo de todo el amor que se tienen. La brisa es fresca, pero el calor que ambos desprenden mientras se abrazan y acurrucan es suficiente para soportarla. Hoseok hace un recorrido por todo el rostro de Jungkook, contando en silencio cada uno de los lunares que adornan su rostro, los mismos que al tiempo besa, haciéndole saber que son lo más hermoso que vió en su vida.

Jungkook por su parte, delinea con delicadeza cada facción, las líneas de expresión, grabando en su memoria una vez más aquel rostro que le hace delirar. Hoseok es precioso, con sus ojos avellana, su suave cabello, su voz géntil y su personalidad brillante. Tiene aquellas ideas concizas que demuestran cuán inteligente es y los sentimientos más puros y honestos que no teme expresar.

No existe nada más gratificante que amar y ser amado de la misma manera.

Sabe que ambos han tenido buenos y malos momentos, pero al final del día se aman como los adolescentes que fueron alguna vez y que por una pequeña discusión el sentimiento no se irá, de hecho, buscará la manera de hacerse más fuerte ante las adversidades.

Cada día es una nueva aventura, cada recuerdo suma a la historia que han construído juntos y cada sueño es la esperanza que depositan en su prosperidad. Jungkook sabe que no puede prometerle un para siempre, pero puede regalarle todo el tiempo que se les permita estar juntos; amar, cuidar y repetar su unión. Hacer feliz a Hoseok cada día de su vida, recordarle que es el amor de su vida cada mañana y anochecer que tengan presentes.

Porque los inviernos son más cálidos si están juntos y los problemas se vuelven menos porque están dispuestos a enfrentarlos y resolverlos mientras sostienen sus manos.

No escogemos a quién amar, el amor simplemente nos elige a nosotros y debemos tomar cada cosa que nos brinde, buena o mala, es una enseñanza, una vivencia para hacer las cosas mejor en un futuro y es por eso que ha aprendido a ver el lado bueno a las situaciones y tomar de ellas lo mejor.

Entonces mira hacía su regazo, en dónde Hoseok reposa con tranquilidad, con sus párpados cerrados y una pequeña sonrisa asomandose en sus labios, es cuando comprende una vez más que no hay nada que temer, mientras al final del día pueda verlo a él, sostener su mano, abrazarle y besar cada rincón de su rostro.

Se levanta con cuidado mientras sostiene a Hoseok entre sus brazos, entra a la sala y camina con el hasta su habitación. Lo deposita cuidadosamente sobre la cama y lo arropa dejando al final un beso sobre su frente.

"Jungkookie" lo llama en voz baja y sabe que aún está ligeramente dormido.

"¿Sí, cariño?" acaricia sus cabellos, peinando estos hacía atrás para que se relaje y retome su sueño.

"Te amo con todo lo que soy" susurra antes de caer nuevamente dormido, entonces Jungkook repite la oración, sintiendose pleno, tranquilo y feliz.

Se aleja de su habitación, dispuesto a recoger todo lo que habían utilizado, pensando únicamente en el dueño de su amor.

𝘢 𝘨𝘰𝘰𝘥 𝘭𝘪𝘧𝘦 𖥻𝗸𝗼𝗼𝗯𝗶Donde viven las historias. Descúbrelo ahora