Habían pasado casi seis meses desde aquella noche en que se dijeron adiós sin siquiera saberlo.
Y apenas eran cuatro meses desde la vez que tomaste un vuelo con destino a Nueva York, trabajando codo a codo junto a otros héroes del lugar, habías sido bien recibida en la ciudad y no tardó mucho que ganarás popularidad, teniendo en cuenta que venías de una de las mejores escuelas de héroes extranjeras.
No te arrepentías de haber tomado la propuesta de Terakado para trabajar junto a él, sin embargo, a veces durante las tardes que convivías con otros héroes, no podías evitar pensar en cómo estarían tus amigos en Japón.
—¿Matsuoka? ¿Estás bien? —La voz de Gakuto te sacó del trance en el que te habías quedado mientras observabas el panorama de la ciudad.
—Sí, solo pensaba un poco. ¿Ocurrió algo? —Terakado tomó asiento delante del escritorio de tu oficina, poniendo sobre este un montón de cartas y obsequios.
—Resulta que ahora eres una soltera codiciada. —Sus ojos azules observaron cada objeto sobre el escritorio—. Lamento que tengas que vivir con todo esto.
—Está bien, Terakado-san, son los gajes del oficio, supongo —contestaste mientras apilabas las cartas para acomodarlas en uno de los cajones de tu oficina—. En fin, ¿iremos a cenar está noche?
Por lo general, él no sonreía mucho y en rara ocasión su rostro cambiaba de esa expresión seria y taciturna que siempre mostraba, así que verlo sonreír como lo hacía en ese momento, era todo un milagro que guardabas en tu memoria y corazón.
—Por supuesto que sí —afirmó a la vez que se levantaba y volvía a caminar hacia la salida—. Nos vemos en la noche, Matsuoka.
Un asentimiento y una pequeña sonrisa fueron tu respuesta hacia él, quien se despidió con una mano prometiendo verte después.
De cierta forma Gakuto te recordaba a Shōto, diciendo las cosas sin tapujo alguno y a veces siendo serio hasta en los momentos más graciosos. Aun así, disfrutabas de la compañía que te brindaba, saliendo a cenar de vez en cuando o a dar un paseo por la ciudad después de la jornada laboral.
Nueva York era increíble, sus calles concurridas, el Time Square, la Quinta Avenida y el Central Park eran de tus lugares favoritos, y te causaba cierta emoción ser otra heroína de Japón en una ciudad extranjera al igual que All Might.
Pero como siempre, no podías evitar que la melancolía te invadiera cuando en tus patrullajes veías a una pareja pasear sin preocupación alguna, niños jugando en el parque, o familias completas disfrutando de un día soleado, estando seguros que en caso de ocurrir algo, ahí estarían los héroes a su rescate.
Pero a pesar de que te gustaba estar sola, no querías sentirte sola.
Era en esos momentos que una pizca de culpa aparecía en tu pecho, recordándote todo lo que habías dejado atrás. Amabas Nueva York, sí, pero tú corazón estaba siempre en otro lado.
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Escenarios de Katsuki Bakugou
Fanfiction𝗞𝗮𝘁𝘀𝘂𝗸𝗶 𝗕𝗮𝗸𝘂𝗴ō 𝗘𝘀𝗰𝗲𝗻𝗮𝗿𝗶𝗼𝘀 | 爆豪 勝己 Aquí escribiré pequeñas historias de nuestro amado rubio cenizo explosivo que nos tiene enamoradas, porque se merece mucho amor, aunque puede que nos mande a volar (literalmente). ✓Al inic...