Capítulo 7

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El solo verla me devuelve al pasado, a esa época  donde las cosas no eran complicadas y el decirle te quiero era bastante fácil. Donde era feliz y las cosas siempre  parecían  sencillas si estábamos juntos.

Pero ahora ya no es así.

No sé  exactamente  cómo deberían  ser las cosas entre nosotros  después  de todo lo vivido pero si sé  como quiero que sean.

Estoy dispuesto  a intentarlo una vez más  por ella, por mi, por nosotros. Porque creo  que existen amores que solo puedes tener una vez en la vida: los que te consumen por completo, de esos que sin que te des cuenta comienza a calarte lentamente hasta apoderarse  de ti a tal punto que no encuentras  como olvidarlo y tampoco deseas intentarlo porque es realmente doloroso. Esos amores en los que deseas poner en juego todo lo que tienes y ni siquiera  lo piensas. Esos amores llamados: una vez, porque aunque quieras intentarlo jamás volverás a sentir algo tan profundo  por otra persona.

Escucho su risa... aún sigue siendo escandalosa,  como la primera vez que la oí. Suena igual pero a la vez es diferente.

Ya no somos esos pequeños que solían  jugar sin importar  nada, ahora somos dos jóvenes  con una historia inconclusa  que merece un final, aunque la trayectoria  es dudosa y todo puede suceder.

Siempre  he sido directo y no he sentido miedo, pero con ella todo es diferente. Con ella existe el miedo de amar y no ser correspondido,  pero no pienso volver a callar lo que siento porque creo que quizás aún hay una pequeña posibilidad.

Paso mis manos por mi cabello y mi rostro y decido caminar hacía  ella.

Cada paso, cada respiración y todos los sonidos lo siento en cámara  lenta, demasiado y es una tortura.

Como si estuviera destinado, todas sus amigas se giran a verme y se separan de tal manera que crean un camino directo a Olivia, dejándome observarla y que ella haga lo mismo.

No me detengo a observar a las demás  presentes,  sigo mi trayecto hasta quedar a pocos centímetros de ella.

Sus ojos me observan con curiosidad y no sé porqué pero esa acción  me sonreir.

—¿Tienes tiempo? Quiero hablar contigo —Meto mis manos a los bolsillos de mi chaqueta.

Olivia solo me observa, no dice nada y eso solo provoca que mi corazón  se acelere. Su mirada baja a mis labios.

»Si no me vas a besar no me mires de esa manera.

Ella parece salir de su trance, pestañea varias veces y evita mirarme. Vuelvo a sonreír por su reciente acción.

Escucho a una de sus amigas aclarar su garganta  con evidente incomodidad  pero eso no me importa,  solo puede mirar a la castaña que evita tener contacto visual conmigo.

—Nosotras ya nos vamos. Cuídate Olivia , dale un beso de mi parte a Ada —Habla alguna de ellas.

Mi ceño se frunce con la mención  de ese nombre. Giro mi cabeza para tratar de identificar  a quien a hablado pero no logro saber quién ha sido. Todas se despiden con un ademán y luego se van.

Miro a Olivia quien parece muy nerviosa y eso me hace tener más  curiosidad.

—¿Quién  es Ada? —Pregunto.

Evita mirarme y sus labios comienza a temblar,  lo que demuestra que esta muy nerviosa.

—Eso no te interesa... ¿Por qué  viniste aquí?.

Saco mi mano derecha de mi bolsillo y la llevo a su mentón,  el cual lo empujo ligeramente hacia arriba  para que ella me mire. Sus ojos reflejan  miedo.

TócameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora