Olivia Harper
-Todo está bien, papá, no se preocupe. No es necesario que vuelva, solo concéntrese en su trabajo.
-De acuerdo. ¿Aún no logran averiguar qué es lo qué causa las nauseas?.
-Todavía pero aún falta realizar un par de análisis, pronto lo sabremos, no te preocupes. Ya me tengo que ir. Adiós.
Papá se despide y cuelga la llamada, guardo mi teléfono en el bolsillo de mi pantalón y entro a la habitación donde se encuentra Ada junto a Steve.
Siento mi corazón encogerse al ver como Ada rechaza el peluche que Steve le ofrece, ella solo sostiene su cabeza con sus dos manitos. Camino hasta quedar al lado de mi bebé, me siento y sujeto su manito.
-Debiste quedarte a descansar un poco, llevas tres días sin dormir, Livia.
-No te preocupes por mi, estoy bien -Miro a Steve y sonrio, él sujeta un mechón de mi cabello y lo coloca detrás de mi oreja mientras me devuelve la sonrisa.
-Mami, me lele mucho.
Siento mi corazón comprimirse al escuchar las palabras de Ada, mis ojos se cristalizan al saber que lleva tres días con malestares y no soy capaz de poder aliviar su dolor, soy su madre y debo cuidarla pero me siento inútil. Una lagrima resbala por mi mejilla.
-Lo siento, mi bebé, ya pasará todo.
Beso su manito en modo de disculpa por ser una madre inservible.
Me disculpo por ser tu madre, mereces alguien mejor.
-Adam ¿Qué haces aquí?
Mi corazón se acelera y siento que todo me da vueltas al escuchar el nombre que ha mencionado Steve. No puede ser, esto no puede estar pasando, no en este momento. Miro en dirección a la puerta y Steve tiene razón, justo ahí se encuentra Adam, nuestras miradas se encuentran y pudo notar la sorpresa en su rostro, deja de mirarme y ahora observa a Ada lo cual me pone los nervios a flor de piel. Me levanto bruscamente haciendo que la silla retroceda emitiendo un molesto sonido que llama la atención de los tres.
-¿Cuándo pensabas decirme qué tienes una hija?-su tono de voz es bajo-. Entonces Olivia es la madre de tu hija-su mirada se posa en Steve por un segundo y luego vuelve a mirarme-. Estoy esperando que me respondas.
Mi estomago se hace un nudo y siento unas ganas de vomitar. Miro a Ada quien observa curiosamente a Adam. Estoy a punto de decirle que se largue pero Steve me interrumpe.
-Ve a hablar con él, yo me encargaré de Ada -sonríe.
Miro un momento a Ada y dudo si debería dejarla, pero también conozco a Adam y se que si no hablo con él insistirá hasta saber todo. Suspiro rendida y camino en su dirección, tomo su mano para guiarlo pero enseguida se deshace de mi agarre. Lo miro un poco sorprendida y dolida por su reacción.
-No es necesario que me toques, puedo seguirte -su tono es gélido.
No digo nada, solo continuo caminando lo más rápido que puedo para poder salir del hospital. lo siento caminar detrás de mi en completo silencio, lo cual aumenta mis nervios y ganas de vomitar, hubiera preferido mil veces evitar este momento, pero simplemente ya no se puede.
Salimos al patio trasero del hospital y seguimos caminando hasta encontrar un lugar lejos de todos los pacientes.
Muerdo mi labio inferior por los nervios, realmente no quiero hablar de esto, no en este momento ni en ningún otro.
¿Cuándo piensas responder mi pregunta?-Detengo mis pasos-.No me digas que creíste que nunca lo averiguaría.
Respiro profundamente y me armo de coraje antes de dar la vuelta para mirarlo, se que lo que estoy a punto de hacer es por el bien de ambos. Lo mejor es que cada uno siga con su vida por distintos caminos.

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Tócame
Teen Fiction¿Quién es Adam Clark?. No es el capitán del equipo de fútbol, no es un corredor de motocicletas ni participa en carrera ilegales, no es hijo de un narcotraficante y mucho menos es un mujeriego. Solo es un chico que ha sido víctima de las malas lengu...