Treinta y uno

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Un mensaje de texto estaba escrito en su ventana de chat. Seis renglones explicando todo lo que sentía por él, mis sentimientos plasmados en cientos de palabras. Sólo un enter bastaba y él sabría todo.

Un "escribiendo" apareció debajo de su nombre: "¿Puedo hacerte una pregunta?", escribió.

Los seis renglones desaparecieron y sus sentimientos escritos hicieron presencia.

Él quería a alguien más, su interés por otra persona pasaba más allá del límite.

Con mis manos temblorosas, mágicamente, le escribí un montón de consejos.

Mi mente no procesaba nada, mis ojos no lograban ver la pantalla.

Un zumbido hizo presencia y después, un sonido de algo quebrándose se escuchó.

Miles de ilusiones falsas y esperanzas esparcidas por el suelo.

Fantasías tiradas a la basura.

Historias escritas en vano.

Y mi corazón hecho pedazos.

Todo lo que escribí mientras él no me mirabaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora