Y así pasó la tarde, comiendo, hablando y riendo de todo y nada a la vez. Me quedé observándolo, viendo como su hoyuelo en su mejilla izquierda se marcaba. Y mientras se despedía para irse a su casa, me di cuenta de algo muy importante: nunca querría a alguien como lo quiero a él.
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Todo lo que escribí mientras él no me miraba
RomanceCuando la tristeza y la desesperación de querer hablar con tu amor platónico inundan tu mente, salen bastantes pensamientos y cartas. En esas cartas escribí lo que alguna vez quise decirle y los pocos momentos que llegamos a pasar juntos. Me dis...