Capítulo I: El 15 De Remera Verde

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Pov Noah

Lunes después del mediodía, estoy intentando salir del Estadio MetLife con la moto, los fanáticos se agolpan para pedir autógrafos, no me molesta es parte de ser la estrella de los Jets, es agradable sentirse querido, aunque me costó tiempo acostumbrarme. Después de unas cuantas selfies y ovaciones prosigo camino a mi casa, en las afueras de Nueva Jersey. Se empieza a sentir el cambio de estación, pero el sol no deja de pegarme fuerte en la cara, a veces parece mentira que hace cinco años me convertí en el jugador más joven en tener un contrato profesional y al mismo tiempo pude terminar mi carrera de psicología en Harvard.

A pesar de tener todos los beneficios que un jugador pueda tener, mi casa es mi refugio, no voy a negar que los primeros años en Nueva York, fueron de continuas fiestas, pero una vez que vi este lugar me enamore. Es una casa pequeña de tres habitaciones en los profundo de un bosque, esto me permite cierta intimidad, alejando a periodistas molestos y curiosos.

Después de ducharme, me permití relajarme un rato, tomando una cerveza, y haciendo zapping, cuando recibió un mensaje de Ashley, mi manager, la mujer que controla mi vida y le gustaría controlar mi cama aunque no se lo permita.

Vaquero, arranco los entrenamientos,

Falta poco para el inicio de la temporada

Pongo todas mis fichas en ti.

xxx te quiero.

Siempre hay una escusa para mandarme mensajes, le clavo el visto.

Realmente le estoy agradecido a Ashley Wilson por la carrera que logro que yo tenga. Cuando volví de Los Ángeles, después de la muerte de mi padre, pensé que el mundo se me venía encima, Ashley fue un gran apoyo para mí, la conocía del primer año de la carrera, de un grupo de amigos en común, y después del segundo año ella se dedico a Relaciones públicas. Cuando me vio desolado en mi llegada me hablo sobre la posibilidad de ir a dar una prueba a Los Jets, yo no podía levantarme de la cama, pero ante su insistencia a los días la tuve y poco después a través de ella me informaron que era parte del equipo. Las vueltas de la vida hace semanas lloraba la muerte de mi padre, y de golpe estuve en la cima de mi sueño, hubiera deseado que Shelly, este en ese momento conmigo, fui un cobarde al dejarla, sin explicaciones, como a mi madre y mi hermano. El dolor de la muerte de mi papa fue tan insoportable que me partió al medio. No sé qué es el duelo. Se supone que un duelo es una lucha contra algo o alguien. ¿Contra quién tenía que luchar? Esa pregunta daba vueltas por mi cabeza siempre. Necesitaba mi espacio, necesitaba sanar. Con el paso del tiempo supongo que alejarme fue lo correcto, hizo mirar mi vida de distinta manera, ni Elle ni mi familia intentaron ponerse en contacto conmigo a pesar de las innumerables cartas que les envié, por haber pedido el celular, y toda forma de contacto, se que también estaban mal, pero dolió, dolió mucho y el dolor no desapareció, aun no desaparecía.

Ya eran casi las siete cuando vi, en un canal de noticias, que un brutal incendio se había desarrollado en Los Ángeles, no daba crédito que lo que veía, esas imágenes me paralizaron, mi casa, la casa donde me crie, donde conocí el amor, donde fui tan feliz se consumía entre las llamas, y la angustia de no saber de mi hermano y madre me movilizaron. Sin dudarlo junte un poco de ropa y me dirigí al aeropuerto para volver a mi hogar.

Las seis horas del viaje fueron largas, muy largas, tenia pánico de las noticias que podía encontrarme y como iban a reaccionar después de estar 6 años sin vernos.

Cuando llegue, en la madrugada, descubrí que la mitad de la casa no existía, ni mi madre ni mi hermano se encontraba, los daños más grandes se encontraban en los cuartos y la mitad del comedor. Los últimos bomberos que se encontraban apagando las casas vecinas me informaron que no hubo heridos y que estaba todos en casas de familiares u hoteles cercanos. Respire aliviado.

No supe cómo afrontar la situación, atine a dirigirme al garaje y después de encontrar la llave de repuesto que mi madre siempre deja escondida, pude ingresar, mi flamante moto estaba todavía ahí, sin el mas mínimo rasguño. Decidí acostarme e intentar descansar. Sin antes andarle un mensaje a Ashley,

Ash, me surgió una urgencia tuve que irme.

Necesito tomarme unos días libres.

Encárgate de todo. F.

La batería del celular no espero la respuesta y se apago.

SOLAMENTE TÚ, una Historia The Kissing Booth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora