SOLAMENTE TÚ, una Historia The Kissing Booth.

Capítulo XXXV: Sol, Arena Y Mar

Pov Elle

Mi cabeza está reposada sobre la almohada, mi mente en cambio está dando vueltas adentro de mi cabeza como si fuera una calesita. Gire tantas veces en la cama que todavía no puedo creer no haber despertado a Matt. Este no es el mismo colchón que use durante tantos años. Siento que me ahogo, necesito tomar un poco de aire fresco, salgo al pasillo pero antes compruebo que mi hijo siga durmiendo.

¿Estará Noah despierto? Me paro un minuto en la puerta, solo se escucha el ritmo de su respiración y pequeños ronquidos que solo hacía cuando estaba muy agotado. Él se despertó temprano, hizo ejercicio, no durmió siesta y manejo hasta acá evidentemente su cuerpo necesitaba descansar. Prendí una lámpara del living podría, sin problemas, recorrer de memoria la casa pero quería ver qué cambios que se habían realizado, pintura nueva en toda la casa y algunos muebles nuevos. La sensación de ahogo volvió a mí, así que salí al patio. El principal cambio afuera era que ya no podíamos ver completamente el mar desde la mesa que se ubicaba afuera, me dirigí al camino que me conducía a la playa, procure no alejarme demasiado, me senté a contemplar el mar haber si esto me ayudaba a calmar mi mente.

No podía creer que esté pisando esta casa después de más de 6 años, mi hijo no conoce esta casa, el verano en que el nació era muy pequeño para traerlo y al siguiente salieron los papeles de la sucesión y se puso en venta. Volvimos con Lee solos un par de veces para ver si se podía alquilar y traer a la familia, pero nunca tuvimos suerte. June se deshizo de la casa porque los recuerdos de su marido fallecido eran dolorosos para ella. Lee no estaba de acuerdo, me ofrecieron que exprese mi opinión en representación de Matt pero me negué porque sentía que no me correspondía, si hubiera opinado habría dicho que era una locura que se deshagan de la casa. Para mí también esta casa estaba llena de recuerdos, en cada uno de ellos estaba la presencia de Noah sin embargo ninguno me daba dolor, tal vez alguna mezcla de angustia y nostalgia pero cada marca que tiene mi corazón forma parte del camino que me llevó a tener a mi hijo en mi vida.

Sentada frente al mar, el aire puro llena mis pulmones, empiezo maquinar nuevamente mi mente.

¿June sabía que Noah es el dueño de la casa? No creo, la oferta de la casa vino con una cláusula de anonimato. ¿June sabe, ahora, que la casa es de Noah? Lo hubiera comentado, Noah tampoco saco nunca el tema, ni siquiera cuando yo le comente sobre la venta de la casa ¿por qué no dijo nada? ¿Por June? ¿Por qué Noah es el dueño de esta casa? ¿Cómo se enteró que estaba a la venta? ¿Por qué nos trajo acá? ¿Lee sabe? ¡Quiero hablar con Lee! ¡Necesito hablar con Lee!

Recién tomé conciencia de la hora, cuando vi asomar los primeros rayos de sol que se reflejaban sobre las aguas. Pensé enseguida en Matt y emprendí camino a la casa, con más preguntas que respuestas.

Entre silenciosamente, todavía no había rastros de movimientos en la casa y definitivamente no tenía sueño. Encontré en la cocina lo necesario para poner la cafetera. La heladera estaba vacía y el resto de los armarios contaban con pocas provisiones ¿Por cuánto tiempo vamos a quedarnos? ¿Noah debe irse el sábado?

Cuando estuvo el café, me senté en la sala, no sin antes corroborar que mi hijo siguiera durmiendo, prendí la televisión con el doble de pulgadas que la anterior, la puse en volumen bajo y deambule por los canales hasta que encontré la repetición de Brooklyn Nine-Nine, nunca puedo cansarme de ver algún capítulo. Allí permanecí la siguiente hora hasta que Noah apareció sigilosamente por el pasillo.

"Buen día Elle" saludo alegremente ¿Quién puede estar de tan buen humor habiendo dormido máximo 5 horas? ¿Hay alguna regla que confirme desconfiar de esa gente? Pienso divertida.

"Noah" solo respondí, tenía sus pantalones cortos y una remera deportiva.

"¿Te despertaste temprano? " dijo mientras señalaba el café.