Capítulo X: Bienvenido Al Club De Padres

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Pov Noah

Nunca en mi vida estuve tan nervioso y ansioso, parecía que el reloj estaba en mi contra. Los minutos no pasan más. Todavía me faltaban dos horas para el encuentro y ya estaba preparado para ir. El corazón parece que se me va a salir del pecho. No quería ir con las manos vacías, se que Elle se va a molestar, pero es mi hijo y quiero hacerlo. Doy una vuelta por la ciudad, hasta que veo en una vidriera el regalo ideal.

Quince minutos antes de la hora señalada ya estaba estacionando la moto en el parque. Recuerdo que habíamos ido varias veces con Shelly a realizar picnics en nuestras épocas de adolescentes enamorados.

Cada minuto que paso, después de las 16, y ellos no llegaban me generó pánico. Pánico de que se haya arrepentido. Pánico que no vengan. Pánico que vengan y que Matt no me quiera.

Vi aparcar la camioneta. Quería salir corriendo a su encuentro, pero me contuve y espere que baje. Hasta aquel mismo instante no había consiente de cuánto deseaba a Elle. Ese pensamiento se nublo al ver el reflejo de su anillo en el sol cuando bajaba a Matty de la camioneta. Los vi acercarse lentamente.

>>Soy Papá, Matt. << Pensé mientras le daba un beso y su regalo. Sus ojitos están destellando. La miro a Shelly, no está contenta con el regalo, sé que no es justo ganarme su cariño con regalos, pero soy un hombre desesperado.

Justo en ese instante, siento el calor de su cuerpo abrazándome, lo estrujo contra mi pecho. Juro que no quiero soltarlo. Me emociono.

Sabía que iba a amar la pelota de fútbol americano, va en la sangre esta pasión. Me da la manito, tan chiquita y suave; nos dirigimos a la cancha para jugar un rato con su regalo.

"Noah, ¿eres mi amigo, no?", pregunta con su voz angelical

"Si Matt, vamos a ser amigos por siempre, mejores amigos si vos queres!" Quiero ser todo lo que quieras hijo, tu amigo, tu superhéroe, tu confidente. Tu papá.

Lo veo asentir. "¿Que te paso en el ojo?" todavía no se me había ido la marca del golpe de Lee.

"Me caí" fue lo único que se me ocurrió. No me gustaba mentirle, pero no iba a comprender la circunstancia. Se rió a carcajada.

"Eyy amigo, no te rías, dolió mucho" le dije riendo.

"¿Te gusta el fútbol americano?" le preguntó para cambiar el tema.

"Me ennnnnnncaaaanta, siempre le gano a mi tío lee" yo también siempre le ganaba.

Cuando llegamos a la cancha. Veo que Elle se quedó más atrás para darnos espacio a nosotros. Se sentó en las gradas.

Empezamos a jugar. Matty tiene un don natural para el juego, le fue indicando jugadas y las incorpora como si fuese profesional. En un momento me tropecé y él se acercó corriendo para socorrerme. Aproveche e inicie la temporada de cosquillas. Repetimos varias veces lo mismo. Cada vez se escuchaban más nuestras risas.

Shelly nos llamó para merendar. Tendría que haber grabado la cara de Matt cuando vio la moto. En un arrebato lo levante y lo senté sobre ella. Me reí recordando cuando su mamá se sentó por primera vez, todo lo contrario a la cara que tenía Matt ahora, estaba emocionado.

Los sigo hasta la cafetería, pido lo que siempre pedíamos cuando estábamos de novios, ella no me contradice y solo añade el pedido para el pequeño. Chocolate frío y muffins de caramelo salado, lo grabo en mi mente. En el lugar había unos fanáticos a los cuales le firme una camiseta y unas selfies. Mi hijo es tan inteligente con sus ocurrencias que me hacen explotar en carcajadas.

Algo que tengo que agradecerle a mi hermano es que Matty sea de Los Rams, con papá siempre fuimos a todas las temporadas, antes de irme a la universidad, y que él siga el legado familiar, me llena de orgullo.

Lo veo cerrar los ojitos, lo hago upa y trato de grabar el aroma de su cabecita. Lo acomodo en la camioneta. Termino la primera reunión.

Pase la mejor tarde de mi vida, y así se lo hice saber a Elle. No quería separarme de mi hijo, quería arroparlo, contarle cuentos, hacerle el desayuno, el almuerzo, la cena y así todos los días hasta la eternidad.

Después de comprometer a Elle para volver a vernos y despedirlos, llamo a mi mamá. Necesito compartir con alguien la alegría de este día.

Mamá no para de reírse y emocionarse durante toda la cena. Esta feliz por mí.

" ma, ¿es posible amar a alguien que conoces hace tres días?" le consulto

"El amor de padres es incondicional, por un hijo se llora, se ríe, se ama y se odia, se mueve el mundo si es necesario. Porque un hijo es el único ser, al que se ama más que a uno mismo." Me contestó asintiendo con la cabeza. Me levanto, la tomo en mis brazos y le susurre al oído "te amo, ma". "Bienvenido al Club de padres" Una lágrima cayó sobre mi mejilla. 

Hoy, por fin, dormí feliz y en paz.

El sábado por la mañana amaneció nublado, lo cual favoreció a que haga un poco de ejercicio, no quería defraudar al señor Smith. Suena mi celular. Ojalá sea Elle.

"Hol..."

"Te echo de menos. Ha pasado casi una semana desde que nos hemos visto. Permíteme estar allí contigo. Te necesito" Me decepciona que sea Ashley.

"No." Le cuelgo. No puedo tratar con ella

Suena de nuevo. Sin prestar atención atiendo para ponerle los puntos a Ash.

"No entendes que no quiero hablar con vos" le escupo

"Flynn, llamó en son de paz, soy Lee." Escuche después de unos segundo "Si quieres que cortes, lo entiendo"

"no por favor, ¿qué pasa Lee? ¿Le paso algo a Matt? ¿A mamá? "Me apresure a decir.

"Están todos bien" esas palabras me tranquilizaron "Necesitamos hablar. ¿Estás en la casa de mami?" me sorprendió mi hermano con la propuesta.

"Salí a correr y hacer ejercicios, estoy a unas cuadras de tu casa, ¿queres que pase ahora?" Le conteste dubitativo.

"Perfecto, Rach está viniendo con el desayuno, te esperamos" corto y yo me dirigí para la casa de Lee, contento por tener la posibilidad de arreglar los asuntos con mi hermano.

En la puerta de su casa me encuentro con Rachel, siempre tan amable con conmigo me hace pasar, guiándome a la cocina, mire a mi alrededor. Se trataba de un espacio diáfano, con toda la fachada acristalada, que se abría a una terraza de suelo de pizarra decorada con plantas y mobiliario de bambú, con una espectacular vista al jardín. El interior tenía una decoración minimalista, con colores delicados, sofás y butacas de cuero marrón y mesas de cristal, una pantalla de televisión gigante en la pared. El único toque infantil que note fue en una esquina un cofre con muchos juguetes de colores, no dudo de quien son.

"Toma asiento, por favor" Rachel señaló una de las butacas, "Amor, llegamos" grita mientras empieza a organizar el desayuno.

Lo veo bajar a mi hermano con su piyama, y me rio de solo pensar no haya cambiado su forma de vestir para dormir.

"Noah, ¿Cómo estás?" es a mí a quien mi hermano trata tan amablemente, pienso sorprendido.

"Necesitaba hablar con vos, seguro te parecerá extraño..." debe estar notando mi cara de sorpresa.

"Estuve jueves y viernes en Seattle en un congreso...vi a Amanda Johnson." empieza.

SOLAMENTE TÚ, una Historia The Kissing Booth.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora