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Magnus no sabía que decirle, en primer lugar aquel hombre estaba realmente hermoso y en segunda sentía que su corazón se saldría de su pecho.

- ¿No planeas responder? - su tono era serio y hasta un poco decaído

- Yo, yo, yo no quiero salir contigo - dijo, pero eso sonaba tan falso que ni Magnus se la creía obviamente

- ¿Por qué será que no te creo?

- Pues cree lo que quieras, yo no quiero

- ¿Estás seguro?

- si

Alexander se acercó a Magnu y lo tomó de la cintura  - Me dolió que me cancelaras por teléfono, eso no se hace bello ángel

- Se que estuvo mal, pero....... pero, pero no tenía como más hacerlo

- Por favor bonito dame una oportunidad

Y Magnus estaba ido, sintiendo cada vez más cerca al chico, su olor tan delicioso, se sentía tan bien en sus brazos.

- Yo no puedo, no quiero

- Por favor - susurro Alec casi rozando sus labios

Magnus no resistió más y se lanzó a los labios de Alec quienes lo recibieron más que felices, Alec apretó más a Magnus a su cuerpo y lo beos con más furia, muestras las manos de Magnus jugaban con su cabello, sintiendo como sus lenguas se tocaban, Magnus era consciente que los podrían estar viendo, pero no le importó y se pego más, si eso fuera posible al cuerpo cálido de Alec, haciendo más intenso aquel beso, separándose hasta que sus respiraciones fueron erráticas y necesitaron aire.

Magnus tenía las mejillas sonrojada y los labios hinchados, miró a Alec quien aún estaba cerca de él y aún tenía sus manos en su cintura.

- Eso fue un si supongo

- No

- ¡Ay por favor! Te juro que no te defraudare

- Está bien, pero nadie debe de saber - Magnus había prometido que no lo haría, pero ese hombre había logrado que lo desobedeciera

- Te mandaré a recoger a tu casa

- No, a mi casa no, mejor mandare la dirección de donde voy a estar

- Damela ahora, yo perdí mi teléfono

- ¿En un asalto?

- No, fue un cosa sin importancia, mejor Damela ahora

Magnus le dio la dirección de Cindy y luego dejó a Magnus allí.

Al entrar Cindy lo veía de manera extraña.

- Tu debes decirme muchas cosas jovencito

Magnus le contó todo y ella feliz como si eso fuera una travesura de niños le dijo que lo ayudaría.

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La noche llegó y le costó un poco convencer a Rafael que se iría con su amiga, pero este al final  aceptó, aunque en el fondo temía y no por Magnus sino por lo que fuera hacer Alexander.

Magnus se terminó de poner un poc de sombra en los ojos y salió de la habitación.

- ¿Cómo me veo? - preguntó a su amiga

- Perfecto ahora ver por ese hombre

Magnus salió de aquella casa y allí vio a Alexander parado frente al auto, vestía unos pantalón negros de vestir ajustados a sus muy torneadas piernas, una camisa blanca con los botones hasta arriba y una chaqueta de cuero negra.

Magnus la io sus labios al verlo y se acercó a él.

Alexander creyó qué el aire abandono sus pulmones al ver a Magnus allí, llevaba una camisa un poco suelta de balnaco un lado y negro al otro, brillantes, pantalones negros ajustados a sus esbeltas piernas, su rostro tenía un poco de maquillaje, unos anillos en sus manos y aretes.

- Te ves tan hermoso, Dios podría morir aquí mismo si tu belleza matara, lo juro, es que te ves tan bello Magnus

- Gracias, tu también te ves muy guapo

- Vamos, la cena nos espera

Alec condujo el coche por la ciudad hasta llegar al lujoso restaurante donde cenaría con su chico.

Al llegar bajaron del auto y entraron al lugar, tenían una reservacion así que no había que esperar, fueron guiados a su mesa respectiva.

- ¿Estás cómodo? - dijo Alec

- Muy cómodo, gracias

- que bueno, esta noche solo tu eres importante, bueno esta y todas si tu me lo permitieras

- Veamos como nos va hoy

Ambos chicos hablaron sobre sus cosas, a pesar de que Alexander sabía muchas cosas sobre Magnus, por no decir todo, aunque así era, escucharlo de él era muy diferente, pero mejor.

Alec le contó que tenía empresas y un poco sobre su familia, pero no demasiado, Magnus no le insistió no quería parecer muy metido.

Y así siguieron la noche hablando, conociéndose más, hasta que llegó la hora de que Alec debía devolver a Magnus a casa.

Al llegar a la casa de Cindy Magnus no quería bajar.

- Yo, yo fue, la pasé muy bien

- Gracias por darme una oportunidad, espero volvamos a salir juntos

Magnus quería besarlo, ese hombre era simplemente perfecto, sabía que en la primera cita eso no se veía bien, pero ellos como ya habían pasado esa parte desde antes de las citas, así que junto todo el valor que tenía y se acercó para besarlo.

El beso al principio era suave, con dulzura, los labios de ambos chicos se movían  casi con lentitud, disfrutando de aquel toque, la sensación de los labios de uno sobre el otro, se separan por unos breves segundos y Alexander no resistió darle otro beso, pero ahora más fuerte, más intenso, pasional, la lengua de Alec entró en la boca de Magnus sintiendo como las manos del menor iban a su cabello y lo ponían más cerca, Alce hizo el asiento un poco más atrás y eso fue suficiente para que Magnus se subiera en su regazo, las manos de Alec acariciaron las caderas del menor y el besi cada vez más intenso, hasta eu sus labios e sepsron y sus pulmones buscaron oxígeno, Alexander guió su boca al cuello de Magnus y comenzó a besarlo con mucho deseo, mientras Magnus sentía su piel erizar por el toque de los labios del mayor en su cuello, sus caderas se movían sobre Alexander y luego sus labios se volvieron a unir y se besaron con furor.

Así fue por unos minutos, hasta que se separaron y Magnus entró a la casa donde Cindy lo esperaba muy emocionada.

Habían quedado en salir de nuevo y Alexander estaba feli,z, Magnus sería suyo y ni siquiera Rafael lo iba a impedir.

5/5

V.I.P  LIBRO #1 DE LA SAGA FIND YOU - MALEC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora