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Cuando Alec salió de la casa Magnus se encontraba dormido, entre las sábanas de la gran cama, solo dejó un beso suave en sus labios y salió con la maleta en la mano, se aseguró de dejar a los guardias que debían cuidarle durante los días que el no estaría, hecho eso subió al auto de camino al aeropuerto, sinceramente no quería irse de viaje, sentía que algo no muy bueno pasaría, pero era su deber ir, o su empresa podría tener un golpe bajo en sus finanzas.

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Magnus despertó más tarde de lo usual ese día, es más él no quería despertar, quería quedarse en la cama para siempre, pero no podía, hizo un puchero involuntario y salió de la cama a la ducha, cuando un mareo lo golpeó de repente y se sostuvo del pomo de la puerta para no caer, cuando se sintió mejor, sintió las arcadas y como su estómago se quería vaciar, corrió dentro del baño más rápido, vació todo el contenido de su estómago en el retrete, hasta que sentía que su garganta dolía por todo lo que había vomitado.

Se levantó y lavo su cara, la cual estaba pálido y sus ojos rojos, además de llorosos, se despojo de la poca ropa que traía, y se metió debajo de la ducha de agua tibia, dejándose llevar por la sensación de tranquilidad que le traía estar allí.

No quería pensar en lo de hace unos minutos, no quería ocupar su mente en algo que sólo suponía, no tenía que ser eso, quizás sólo se estaba enfermando, se rió de sus propios pensamientos, eso sonaba tan estúpido como negar lo que posiblemente estaba pasando.

Después de estar casi una hora en el baño y que el agua se había vuelto cada vez más helada salió, se vistió lo mejor que pudo.

Bajo las escaleras y entró al comedor, allí estaba una de las empleadas que al verlo, rápido fue a buscar el desayuno, Magnus tomó asiento frente a la enorme mesa, para el solo.

Al ver la comida, sintió que su estómago se revolvía, eran unos huevos divorciados y tostadas con jalea de moras, café y un jugo de naranja.

Alejo los huevos y tomó una de las tostadas, comió una de ellas y si sus sospechas eran ciertas no tomaría el café, así que solo bebió del jugo y salió de allí, dejando lo demás intacto.

Antes de salir por completo del comedor se encontró con Cristal, ella observó hacia la mesa y vio la comida intacta, pero no dijo nada, al igual que él, solo la ignoró.

Subió a la habitación y se dispuso a terminar la maleta, le hubiese gustado estar allí, pero no se sentía lo suficientemente bien, menos sin Alec allí, sentía que no pertenecía a pesar de ser pareja, no sentía que fuera su hogar.

Cuando la maleta estuvo lista, salió y se encontró con Xavier afuera, este le indicó que subiera al auto y así lo hizo.

Después de lo que maguni pareció una eternidad llegaron a la casa de su hermano, bajo del auto y le pidió la maleta a Xavier, quien se la entregó, Magnus camino hacia dentro y no espero abrir cuando su hermano le estaba abriendo.

Ambos se abrazaron, pero Rafael tenía que salir hacia el bar, por lo que Magnus se quedó solo, en la que solía ser su habitación.

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Magnus yacía acostado en la cama que solía ser suya, sus manos estaban en sus vientre, el no podía estar embarazado, porque él se había cuidado, es verdad que siempre que lo hacían era sin condon, pero Alec le había comprado pastillas para que el no quedara embarazado, porque era obvio que el no querría un hijo, probablemente Alec no quería una relación tan duradera, ¿Cómo haría si se hacía un test y salía positivo?, seguramente Alec lo mandaría a la mierda, aunque no parecía ser esa clase de hombre, pero feliz, eso sí que no, no será feliz, pero no quería deshacerse del bebé, aunque aún no sabía a ciencia cierta, si estaba o no.

La manete de Magnus era un caos, él estaba enamorado de Alec, él se había enamorado de Alec, él tenía miedo de que se enojara por haberse embarazado, aunque eso no era seguro, trató de pensar si había olvidado tomar las pastillas alguna vez, pero no, ¿Habrían fallado?.

Alejo esos pensamientos y se levantó de la cama y vio la hora en el reloj de sus teléfono, era mediodía, Alec no lo había llamado, quizás estaba ocupado.

Y otra vez la posibilidad de esperar un bebé cayó en él al sentir el mareo que se apoderó de su cuerpo, haciendo que cayera en la alfombra al no tener de que sostenerse, respiro hondo y se levantó despacio, cuando se sintió mejor camino hacia el comedor, la comida estaría y el tenía hambre.

Vio la comida que le sirvieron y su estómago se contrajo, al igual que su rostro en una mueca, era salmón, el no quería eso, nunca había renegado de la comida, pero ahora sólo quería vomitar.

La empleadas vieron como alejaba la comida, así que que decidieron llevarle algo más, filete, tampoco quiso eso, camino a la cocina y abrió pidió un sandwich, rápidamente fue preparado, lo comió y eso fue más que suficiente, al menos no sintió ganas de vomitar de nuevo, camino a su habitación de vuelta y se acostó en la cama, debía ir al médico, pero no iría solo, mañana llamaría a Cindy, ¿Tenía miedo? Sí, pero debía enfrentar lo que pasara, ¿Sentía que su corazón se rompería? Sí, y eso lo aterraba.


Solo diré, "Hola"

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V.I.P  LIBRO #1 DE LA SAGA FIND YOU - MALEC Donde viven las historias. Descúbrelo ahora