Manicomio

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Estoy escondido en la parte oscura de tus pesadillas,
En la inmensidad de la pequeñez de tus comentarios,
Que como agujas, me cosen, a tí, las ganas de verte,
Las cosas, que como las peores perversiones escondo de bajo de la alfombra de tus defectos.

Y en esta oscuridad me siento vivo,
Y comparto mis vivencias con tus lágrimas, con las cuales me seco los labios, aún mojados por la saliva de tu boca, y me choca, que al abrir los ojos me encuentre con sueños que sueñas despierta, otras lágrimas, otras bocas.

Tú mente está plagada de tantos demonios, que los Ángeles se rehúsan a acercarse a nosotros, y en nuestro manicomio está prohibido ser algo más o algo menos que loco.

No volamos, no, nuestras camisas de fuerza, no revientan las alas, nos separan tan juntos que no sé qué me duele más, que te quedes o te vayas,
Saber que me odias o me amas...

Desesperé Por Tí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora