A plena vista de los Ángeles

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Es un tanto difícil hacer esto manteniendo una calidad alta o adecuada para la lectura. Siempre trato de mejorar mis obras y eso conlleva tiempo de lectura en otras. Advierto que he intentado mejorar muchas cosas pero aún siento muchas fallas en mis obras, por favor os pido que me dejeís vuestras criticas para que pueda mejorar en todo lo posible.

También participó en el maldito hazhtragh o como se diga:

#QuedateEnCasa

¡Muchas suerte a aquellos que no estén acostumbrados a los encierros!

(No tengo ningún tipo de fetiche extraño incestuoso y tampoco de MONcon o algo así, simplemente esto salió mientras escribía)

D.A

(Divinidades Gemelas)

El recorrido era frondoso, el terreno húmedo y el cielo oscuro, no habían muchas más características que definieran la tranquila noche en la que Morgana y su ahijada Alena decidieron partir al pueblo de Trevale en búsqueda de especias y otras utilidades.

Por suerte para ambas, la noche era un espectáculo bello de admirar, sin la contaminación lumínica constante de las grandes ciudades. Ambas recorren el sendero hacía el pueblo con total tranquilidad y paz, alzando la mirada de vez en cuando para observar las estrellas moverse muy por encima de ellas.

Morgana caminada con los pies pegados a la tierra, algo que ella adoraba sentir y siempre lo adoraría pues el simple tacto de sus pies en contra el suelo, la hacía sentir mortal. Aunque eso no la libraba de las astillas.

Alena por su parte, al ser Piltovita odiaba sentir el frío suelo. Vestía un guardabarros marrón, unos pantalones de granja grises y una camisa sin manga blanca, nada a destacar, ella no quería hacerlo de todas maneras. Tal vez lo único que resalta de la joven, eran sus gruesas botas negras hasta la rodilla, hechas especialmente para caminar en terrenos como los que estaba cruzando.

— Alena, llevas un rato mirando al suelo sin mediar palabra alguna, siento pesar en tu corazón y frustración en tu rostro —

Alena elevó la cabeza hacía su madre, sorprendida de que sin apenas mirarla, pudiera verla como un libro abierto. Pues tenía razón, Alena llevaba desde hace tres días con el profundo pensamiento del rostro de su madrastra, uno que jamás vio a pesar de tener tantas posibilidades de hacerlo.

— Madr- Morgana.. —

— Puedes llamarme como gustes, no me ofendere por un simple título —

— Tetas de melocotón —

La broma de Alena fue recibida de buen humor por parte de Morgana junto a una golpe de mano abierta en su nuca.

— ¡Pero dijiste que-! —

— Mentí —

Alena sonrió plácida a Morgana, coherente de que incluso alguien tan seria y delicada como la dama del velo, sentía las emociones humanas como ella misma.

— ¿Por qué no miras las estrellas? Calman el alma, relajan la mente y mejora tu respiración —

Alena sabía que su madre tenía razón, muchas veces por la noche se subía por las copas de los árboles o el bazar mismo a observar el frío pero hermoso cielo estrellado. Sin embargo durante el camino, ya había elevado la cabeza al menos una docena de veces y le empezaba a doler el cuello.

— Me aburro de hacerlo, es agradable pero he perdido la cuenta de cuántas veces he levantado la barbilla —

— No las suficiente —

Necesidad Creciente (Kayle x Morgana) (ABANDONADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora