Necesidad Creciente (Kayle x Morgana) (ABANDONADA)

Placeres Gemelos

AVISO

Este capítulo sera exclusivamente para Contenido sexual +18

La primera parte contendrá Romance y sexo lésbico mientras que la segunda estará compuesta también por romance pero con el genero Futanari.

Este capítulo es CANON así que os jodeis si no os apetece leer relatos sexuales

(Os recomiendo antes buscar la palabra Nicab en vuestro explorador)

(En serio, hacedlo)

NECESIDAD CRECIENTE

D.A

(Divinidades gemelas)

(Si. He corregido el puto titulo de una vez)

Morgana llevó a Kayle casi arrastrandola hacia el interior de la posada donde los ojos anónimos no tardaron en centrarse sobre las dos figuras femeninas de la mujer encapuchada y la del velo. La mano que estrechaba con tanta firmeza se sentía cada vez más cálida y blanda, Morgana podía sentir la inseguridad de la mujer tras ella y ella tampoco tenía la confianza necesaria para comenzar esto pero sí la suficiente para llevarlas a ambas donde hacerlo.

Una vez frente a la barra de la posada, el posadero no tardó en dirigirse hacia ellas con una sonrisa amable de oreja a oreja. Este no era el mismo posadero que el anterior, a diferencia el otro que era bigotudo y corpulento, este era gordo, calvo y sin rastro de pelo en la cara, ni siquiera cejas...

— (Iugh) — Pensaron Kayle y Morgana llevándose una mano a la boca.

El hombre calvo arqueó una ceja pero al no haber nada solo levantó el ojo de forma extraña.

Ambas tuvieron que llevarse el puño a los labios y morderse la lengua para evitar las arcadas de asco, el hombre sin embargo no lo notó y siguió con su sonrisa amable.

— ¿Que desean señoritas? —

Morgana tomó aire y bajó la cabeza mirando a la barra, tan avergonzada como asqueada.

Sus mejillas se ruborizan y su mano posó sobre la barra golpeando con los dedos la madera de manera nerviosa al igual que su pie que también se sentía inquieto rebotando sin parar contra el suelo rústico.

— Quiero... Una, una... —

— Una habitación con una cama grande — Finalizó Kayle por ella dejando su mano sobre el hombro desnudo de Morgana, provocando que la temperatura de Morgana subiera aún más de lo que ya estaba.

El calvo cambió su sonrisa a una perversa y atrevida, se giró y abrió una estantería llena de llaves, cogió una metálica y se volvió a girar para entregarla a Morgana.

— ¿Cuanto? — Preguntó la dama del velo mirando la llave metalica casi oxidada, se nota que nadie había dormido en esa habitación hace mucho.

— Es nuestra mejor habitación, 1 moneda de oro —

Morgana casi se queda sin aliento ante el exagerado precio de la habitación, sus pociones más caras valían 5 monedas de oro ¡Pero eran capaz de curar hasta el maldito cáncer!

Por suerte para Morgana había recaudado buen dinero desde la semana anterior en el bazar y vino preparada con una cantidad de 10 monedas de oro para comprar lo necesario para el bazar.