Capitulo 2

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Ahí estaba ella de pie frente a una versión de hombre que jamas había visto

- Te estoy diciendo que está cerrado

- Solo necesito un libro- Vuelve a decir sin pestañar- Por favor

-Aahhg ¿Que libro es?

- ¿Que?

- El libro que buscas ¿Cual es?

- ¡Ah!... ... no se

- No sabes

- Es que quería pensarlo un poco

- Vete- Su paciencia ya era poca y Bella la culminaba

- Solo necesito mirar un poco, por favor, sucede que es un regalo

- Sal

- No, solo dejame mirar los clásicos- Le dice camiando dentro de la libreria

- ¡Espera!- Le dice tan bruscamente que ella se detiene- Por ahí no es, los clasicos estan junto a la ventana

- Oh gracias- Susurra y va directo a ellos

La mayoria de los libros no son siquiera presentables, estan descocidos, rotos y amarrillentos, comienzó a mover y mover libros buscando alguno que por lo menos estuviese entero.

Mientras buscaba y buscaba podía sentir la mirada penetrante del extraño vendedor por encima de su hombro, no quería voltear y darle razones para que la sacara por lo que solo se limitó a seguir en su ardua busqueda, debajo de varios logró encontrar Alicia en el pais de las maravillas, El ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha y lo mejor de todo una edición hermosa de Sentido y Sensibilidad

-¡Si!- Dijo elevando el libro por encima de su cabeza

- ¿Encontraste el libro?

-Oh... Si

Sin pensarlo demasiado pues ese hombre le asustaba tomó el libro de Cervantes pues estaba en buenas condiciones y lentamente se aproximó a la caja.

Detras del escritorio polvoriento se encontaraban varios libros de tomos extraños, Bella no pudo evitar analizarlos por un momento, sus nombres estaban en otro idioma que por alguna extraña razón le resultó familiar

- Esos libros...- Susurró señalando con su mano derecha- Estan en alemán antiguo ¿Verdad?

-Así es- Respondió sin mirarla a los ojos

- ¿Me permites verlos por favor?

- ¿Por que? Estos no estan a la venta

- Solo quiero verlos, por favor

- Bien- Respondió de mala gana y le alcanzó uno a la mano, el libro cubierto de polvo era de tapa verde oscuro con letras doradas pero muy desgastadas.

Con mucho cuidado ella tomó el libro entre sus dedos y lentamente lo abrió, aquellos simbolos extraños comienzarón a tener sentido en su mente y una lagrima repentina recorrió su mejilla

- ¿Estas bien?

- Yo... Yo puedo leer esto

- Eres muy lista supongo

- Yo ni siquiera conozco el idioma- Dijo elevando la mirada hasta sus ojos

Entonces la puerta se abre y un joven entra al lugar, este aparenta unos quince años, de cabellos dorados y ojos color cielo, de razgos finos y sonrisa inocente

- ¡Buenas noches!- Entra saludando con entusiasmo

- Demonios...- Susurró el vendedor molesto

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