Donde tu estes ...

Capitulo 7

Los meses fueron pasando como si de las paginas de un libro se tratara, Isabella sabía que no podía ir cada día por lo que se limitaba a visitar la librería dos veces al mes y con eso era suficiente por el momento, estaba encantada con las historias que salían de los labios de Edward, parecían libros interminables de aventuras y misterios. Por su parte él se divertía al verla sorprenderse con historias que ya había escuchado antes, haciendo las mismas preguntas como la primera vez que le contó sobre su vida.

- No recuerda absolutamente nada- Le confesó una tarde a Dimitri

- Eso ya lo sabíamos ¿Que cambia ahora?

- Nada... Es solo que no puedo dejar de pensar que olvidó todo completamente

- Era lo que se esperaba

- Yo no me lo esperaba- Dijo agachando la mirada pues los recuerdos de ese día dolían demasiado

" - Tengo una sorpesa para Bella- Le dijo a Dimitri- Por lo que esta noche no puedes quedarte en la librería

- Vayan ustedes a un hotel

- No se trata de eso niño

- Claro que no... Bien me iré con Hariel

Edward fue hasta su oficina de un cajón del escritorio sacó una pequeña caja azul, al abrirla acarició la medalla de Salomón, servía para la protección, había prometido cuidar de ella y amarla sinceramente.

Cuando la tarde decoró el cielo de un anaranjado cálido él salió tras ella pues sabía que debía estar volviendo del trabajo. No hacía frío pues la primavera estaba en todo su esplendor. El caminaba por la vereda cuando la vio caminar con otra mujer mientras conversaban a gusto, ella ni lo notó, solo pasó por su lado como si de cualquier extraño se tratara. En ese momento Edward supo que algo ocurría, detrás de las dos mujeres venía su hermano con un semblante serio

- No puede recordar nada de nosotros- Le dijo al estar frente a él.

Edward nunca supó porque sucedió pero su hermano le prometió que fue para mejor y el aceptó pues si un angel se lo decía su razón debía tener.

Se tomó un tiempo para procesar que de un día a otro la había perdido, sin una sola señal prevía de que algo así sucedería, comenzó eliminando todo rastro de ella en su vida, volvió a ser lo que era y con cada día volvía un poco mas a la rutina previa a la llegada de Bella a su vida.

Pero nuevamente esa rutina pacifica se había terminado pues ahora contaba con la idea y la esperanza de que ella apareciera por la puerta como la primera vez.

- Traje un postre de chocolate muy bueno- Le dijo una tarde y al verlo sonreir no pudo evitar cuestionarse- Oh no... Los demonios no comen estas cosas, debí pensarlo bien

- Soy mitad humano- Le respondió riendo y llevando un trozo a la boca

- Oh que bueno

- Tienes dudas sobre lo que me diferencia de los humanos ¿Verdad? Por eso la torta, para saber si me alimento como tu o si consumo animales

- Bueno... un poco- Admitió avergonzada

- Está bien, para darte una perspectiva Hariel ha pasado mas tiempo siendo un angel por lo que él no precisa alimentarse por largos períodos de tiempo pero yo por mi parte he vivido bajo una rutina humana por lo que he adquirido la manía de alimentarme diario con carnes y vegetales pero si la ocasión lo amerita puedo dejar de comer como humano y alimentarme como un demonio

- ¿De que se alimenta un demonio?

- Miedos... Recuerda que mi raza pertenece al lado oscuro de la vida Bella

- Tal vez ese sea el lugar para los demonios pero no para ti, despues de todo también eres humano

- Soy ambos

- Si tu te alimentas de miedos entonces Hariel...

- De esperanzas y fantasías, mi hermano es un hada

Ambos rieron ante tal comentario y pero ella no pudo evitar pensar que al día siguiente tenía una cita con él, era un buen amigo pero no tenía ninguna intensión de ser algo mas

- Ya está anocheciendo- La voz de Edward sonó opaca pues le estaba indicando que debía irse

- No tengo apuro Edward- La dulce voz de Bella al responder lo obligó a sonreír

- ¿Quieres mas café?

- Me encantaría

Isabella trataba de quedarse junto a él hasta que sus ojos no pudiesen mas pues sabía que al cerrarlos se despertaría sobre su cama.

Al día siguiente se preparó planchando su castaña cabellera, se maquilló un poco mas pero no demasiado pues para ella no era una cita realmente pero debo admitir que salir con un angel es bastante asombroso. A Bella nunca le sorprendió realmente la idea de ángeles y demonios tal vez por haber leído tanto su imaginación y su nivel de asombro se estropearon, no lo sé con seguridad.

Se vistió con un jean ajustado, una camisa oscura y unas botas largas.

Fueron a ver una película dramática e histórica como solo a ella le gustaba, despues fueron por una cena un poco elegante pero cálida, esa era una habilidad única de un angel, transmitir paz y calidez aunque claro no era la misma comodidad al estar con Edward

- Deberías provar este postre, es delicioso- Le dijo compartiendo un trozo con ella

Bella debió pensarlo dos veces pero el aroma a chocolate se percibía delicioso, tomó un pequeño pedazo y lo llevó a su boca y despues de saborearlo por un momento sus vías respiratorias se cerraron por completo, cayó al piso con apenas un poco de consciencia, el doctor no dudó en acercarse y revisarla

- Isabella ¿Que sucedió?- Le habló mientras trataba de ayudarla

Pero entonces esa voz volvió de entre sus sueños ocultos, el castaño apareció en la cena

- ¿Que hiciste?- Le preguntó molesto

- Solo estabamos cenando, ayúdame a llevarla al hospital

- ¿Comió de este postre?- Le preguntó llevándose un pedazo a la boca- Idiota tiene miel

Sin dudarlo la tomó en brazos y la sacó de ahí.

Bella despertó en la cama de un hospital, Hariel se encontraba a su lado

- Isabella esto es mi culpa- Su voz y su mirada delataban lo culpable que se sentía

- No te preocupes, no había forma que supieras que me da alergia la miel, nadie lo sabe en realidad. Lo importante es que me trajiste rápidamente al hospital, gracias

- Un placer- Responde desviando la mirada- Debo volver al trabajo

Un par de días despues ya estaba recuperada por completo. Se levantó temprano en su día libre, se vistió con un vestido ligero pues la primavera estaba a la vuelta de la esquina, se hizo una trenza larga y suelta, se abrigó un poco y sin mas salió.

Pasó por la puerta verde como si nada, recorrió los estantes y al verlo se detuvo

- Bella- Se sorprendió al verla tan temprano en la librería- ¿Sucede algo? Te ves molesta

- Quiero que me expliques como es posible que sepas sobre mi alergia a la miel cuando nadie mas sabe sobre eso, y no intentes darme excusas Edward- Su voz sonó decisiva y cortante. 

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Hola Hola! Ya se que ha pasado algo de tiempo o por lo menos eso me parece jaja Puede ser la cuarentena, por las dudas les comento que estoy escribiendo un libro también por lo que estoy un poco ocupada 

Que les pareció el capitulo??? Sabian que existe la alergia a la miel? Yo casi le doy de comer galletas de miel a una amiga que es muy alérgica! Por suerte preguntó antes 

Con Cariño- Oli