Capitulo 10: My because

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Félix salió rápido del edificio, Ragnar al verlo lo imitó, volviendo a la calle principal donde había patrullas de policias esperando

"Lo mataste" dijo Félix acercándose al castaño

"Era él o tú" respondió seco, no se arrepentía de aquello

"Gracias" suspiró pesadamente, volteó sus ojos del chico y caminó hacia Connor "quien los llamó?"

"Ragnar dijo que estabas en peligro" mencionó el jefe James "él te salvó antes que lleguemos nosotros"

Félix mordió su labio, aún serio, y solo asintió, tenía su mirada perdida, la mente dando vueltas, su cabeza dolía, sentía un pitido en sus oídos, y sus ojos luchaban por cerrarse, cayendo en los brazos de Morfeo, en medio de la calle

Despertó horas después, estaba en su departamento, todo había sido un sueño? Era imposible, se habia visto y sentido muy real

"Despertaste" escucho que alguien decía, esa voz era imposible de no reconocer

Ragnar apareció por la cocina, acercándose al sofá donde yacía Félix, aún aturdido, y se sentó a un lado de él, colocando un paño frío y húmedo en su frente. Los ojos del detective se cerraron por la hermosa sensación que eso le daba, aliviaba su dolor en niveles incomprensibles

"Que sucedió?" Preguntó sintiendo las manos del morocho aún sobre él

"Te desmayaste luego de hablar con Connor" aclaró, restándole importancia

Félix se puso de pie de golpe, sosteniendo su cabeza con sus manos, evitando marearse más y acabar en el suelo

"Que haces aquí Ragnar?" El nombre viajaba denuevo por su lengua, mover sus labios y articulando cada letra de ese nombre se sentía bien

"Solo vine a cuidarte"

"Oh ahora te importo? Mira qué irónico" menciono hipócritamente, volteando su cuerpo y suspirando

"Félix aún me importas, y lo sabes" se excusó con un tono triste en su voz "si no me importases no habría matado a un hombre por ti, ni habría asfixiado a Kawel por ti.."

"Si yo te importase no me hubieras dejado, mierda!" Levanto su voz, poniendo sus manos en los hombros de Ragnar y aprisionandolo contra el muro de la sala de estar

Sus cuerpos habían quedado demasiado cerca, podían sentir la respiración del otro golpear contra su piel, sus ojos estaban ambos fijos, y las facciones de sus rostros estaban tensas por el nerviosismo

"No te dejé" murmuró el castaño

"Cállate, ni tienes idea como me sentí, solo cállate y déjame hablar" pidió casi rogando

"Dime, dime todo lo que quieras" hubo una pausa de unos segundos

"Estoy enojado, porque yo no dejo entrar a nadie en mi vida, pero te deje a ti, nadie me llama por mi nombre, pero tú me tienes un apodo, no conté a nadie mis miedos, pero tú los sabes" suspiró sin dejar de observar esos ojos color miel "Quiero que sepas todo lo que me hiciste en sólo un maldito mes.. desperté casi llorando cuándo te tenían secuestrado, lo único que me quedaba de ti era una estupida cómoda con la ropa tuya que dejaste aquí, el día que te fuiste y tomaste parte del terreno, fue el día en el que me convertí en el hombre que soy ahora, cerrado y frío" sus brazos aún seguían duros sujetándolo contra la pared "Yo había hecho muros altos, para protegerme a mí mismo, a mis emociones y a mi corazón, pero sabes que? Ahora yo soy más alto que ellos. Estos muros nunca rompieron mi corazón, y ahora los veo caerse, los veo derrumbarse por ti.."

"Félix" interrumpió

"Dije que me dejes terminar, no tengo porqué tragarme todas estas palabras, qué quemen en mi garganta asfixiandome, mientras tú vas feliz por la vida" respondió con frustración

𝘕𝘰 𝘦𝘴 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘪𝘮𝘢𝘨𝘪𝘯𝘢𝘴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora