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El ruido de la calle, aunque pocos piensen así, para mi era agradable; con esto digo que el constante estridente de los autos, los pasos, las personas charlando de sus asuntos, era como si te hiciera no pensar en tus problemas, no había silencio que te sofoque; habiendo miles de colores a tu alrededor, cada tienda local que vende distintas cosas; mantenía tus pensamientos ocupados en otras cosas. En especial si tienes a un Renjun hablando constantemente a tu lado.

ㅡ¿Tu crees que me acepten?ㅡ me preguntó preocupado. No podía ser, suspiré dispuesto a intentar callarlo.

ㅡRen, eres muy inteligente, y eres rápido también, sólo debes saber ser amigable ante cualquier persona, mantener la paciencia cuando se presente algún problema, podrás hacer eso, no te preocupes mucho lo harás genialㅡ golpeé sus anchos hombros buscando que pueda relajarse, sólo era una pequeña entrevista en un café cercano a la escuela.

El café lo vi hace tiempo, cuando llegué a la ciudad, me atrajo la manera en que estaba decorada. Parecía uno de esas pequeñas barras hawaianas, pero sí es un café. Si estuviera en el lugar de Renjun lo más probable es que este igual, o incluso peor; pero él lo hará bien, es inteligente.

ㅡEstá bien, aquí me quedoㅡ me detuve frente a las pequeñas escaleras blancas que llevaban dentro.

Renjun me miró, luego observó la puerta de cristal, respiró hondo y por fin entró. Luego de aquello me quedé a un lado de la puerta, con la espalda pegada en la pared; habíamos salido hasta el centro comercial para que pueda conocer la ciudad, ya era casi de noche y Ren me dijo que debía ir a una pequeña entrevista de trabajo, bueno, aquí estamos.

Después de haber estado unos minutos esperando tuve un pequeño ataque de hambre, y había una pequeña repostería cerca mío, no creo que le afecte a Renjun si lo dejo por unos segundos. No claro que no.

Caminé con emoción hasta dicho lugar y admire con apetito los postres que había en las bandejas. Todo se veía perfectamente hecho para devorar, yo me pondré al cargo de cumplir su labor. Me abrí paso a través de la adorable puerta de madera blanca y curiosé un poco con mis ojos. La persona que se supone debería estar atendiendo no estaba, así que mientras volvía yo pensaba que podía llevar.

ㅡBuenas tardes ¿en qué puedo ayudarte?ㅡ escuché hablar al cajero; su voz de me hacía un tanto... familiar...

ㅡMe llevaré dos donas de chocolate, por favorㅡ mientras seguía mirando los manjares hablé, luego enfoqué mis ojos hacia la caja registradora.

Abrí mi boca sorprendido por quién era el que estaba trabajando.

ㅡ¡Jeno-hyung!ㅡ sonreí al ver como sus ojos se hacían medias lunas. Ah, es tan adorable.

ㅡ¿Qué haces por aquí, pequeño?ㅡ cuestionó a la vez que guardaba mi orden, después tocó unos botones y me miró ㅡSon cuatrocientos wons.

Saqué mi billetera contando los billetes para pagar. Busan parece ser una ciudad pequeña, nunca me imaginé encontrarme con uno de mis amigos por aquí. Seúl era demasiado grande como para que pase eso, jamás veías caras conocidas, amenos que sean tus vecinos de piso.

ㅡRenjun tiene una entrevista de trabajo en la cafetería de la esquina, estuvimos caminando por el centro comercial, para que pueda conocer Busanㅡ entregué los billetes y recibí la bolsa de papel.

Podía oler el delicioso chocolate que cubría la masa de las donas, mi boca se estaba muriendo por darle un bocado gigante. Espero que a Ren le gusten las cosas dulces igual que a mi.

ㅡBien, deseale suerte de mi parteㅡ Jeno sonrió mostrando sus ojos sonrientes.

Hice una reverencia y luego me despedí con un ademán. Debería de venir más seguido aquí, me gusta ver a Jeno con ese mandril* rosa, lo hace verse más amigable de lo que ya es.

Bitter Silence 㣽; Jaesung [CANCELADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora