Capítulo 6 - Ayuda

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Días después de la reunión que tuvo Ángel con sus amigos y la discusión con David, este pudo estabilizar las cosas entre ambos. Salió un par de veces más con Dalia para seguir simulando la relación con Gabriel y también mantenía, en paralelo, su relación con David. Sin embargo, se estaba empezando a cansar y realmente necesitaba ayuda.

Era la clase de chino. Ángel estaba con Marcia y Bruno. Prestaban atención como siempre. Ellos eran de los más atentos en clase, ya que aspiraban a una beca integral para estudiar fuera. Sin embargo, el rendimiento de Ángel se empezaba a ver afectado por su agotamiento no solo emocional, sino también físico.

"Ángel, despiértate.", le dijo Marcia mientras le empujaba el hombro.

"Oye, tonto, lo que están explicando es importante.", añadió Bruno.

"¡Ah! Sí, perdón... 对不起,老师。可以去厕所吗?*", le preguntó Ángel a la profesora a lo cual ella accedió.

*对不起,老师。可以去厕所吗?: Perdón, profesora. ¿Podría ir al baño?

Ante esto, Ángel se levantó y fue a los servicios a refrescarse un poco la cara. Se miró al espejo y pudo ver su propio cansancio reflejándose. Se dio cuenta de que necesitaba hacer algo para arreglar y solucionar su situación.

"Tengo que hablar con alguien.", se dijo a sí mismo, "Le escribiré a Luna para verla luego de clase."

Citó a Luna y ambos comenzaron a conversar sobre el problema. Ángel ya se sentía un poco mejor, pero aún necesitaba ayuda.

"Lunita, ¿cómo estás?", le saludó Ángel con mucho cariño.

"Bien, Angelito. Tú no te ves tan bien... ¿Qué pasa?", le respondió ella.

"No, la verdad no. Luna, necesito tu ayuda.", le dijo Ángel preocupado.

"¿Cómo así? ¿Qué necesitas?", preguntó Luna confundida.

"Luna, sabes bien que yo estoy con David y me encanta y lo quiero, pero Gabriel... él me obliga a mantener también su relación con Dalia, la chica con la que lo viste aquella noche en el café, ¿la recuerdas?"

"Oh... Sí, claro que la recuerdo. Se veía buena chica. No tenía idea de que Gabriel podía fijarse en alguien. Eso suena algo sospechoso, ¿no te parece?", le dijo Luna.

"Sí, o bueno, realmente no sé por qué o para qué la quiere. La cosa es que me obliga a mantener su relación en paralelo con la mía. Ya no sé qué hacer, estoy demasiado cansado.", le dijo Ángel entre lágrimas.

"Tranquilo, Ángel. No te preocupes, yo investigaré qué podemos hacer con eso. ¿Te parece si te llamo por la noche y te digo qué averigüé?"

"Está bien. Muchas gracias."

"Agradéceme cuando solucionemos este problema.", le dijo Luna dándole un abrazo para calmarlo.

Un par de horas más tarde, Gabriel tomó el control, ya que tenía una cita con Dalia. Salieron a caminar un momento y conversar de algo que Gabriel quería.

"Mi querida Dalia, no sabes cuánto te he extrañado.", le dijo Gabriel.

"Yo también a ti, amor. No me basta con verte tan poco tiempo, pero entiendo que ambos estamos ocupados y tenemos cosas que atender.", le contestó ella mientras se aferraba de su brazo.

"Así es. Y eso es justamente lo que me encanta de ti. No exiges y eres comprensiva. Eres una chica muy útil."

"¿Útil? ¿Qué quieres decir con eso?", le preguntó extrañada.

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