Todavía lo recuerdo como si hubiese sido ayer tenía como 30 y tantos no planeaba enamorarme de nadie sólo era salir con chicas y divertirnos después de cada show, dicen que te dejes guiar por lo que dice tu corazón, una frase dolorosamente errada hasta que lo comprobé en carne propia, pero durante la gira de Crazy nights, en un concierto en Las Vegas Nevada, conocí a una chica muy bella era una turista puertorriqueña, piel bronceada, cuerpo tornado y bellos pechos, una linda cara y una cabellera espesa castaña, lo que más recuerdo de ella son sus labios, eran gruesos y deseables para cualquier hombre, sus ojos eran de color miel, wow esa chica era el fuego andado....
Durante el concierto crucé algunas miradas juguetonas con ella las cuales me devolvía algunas veces mordiéndose el labio, estaba hasta adelante en la primera fila, podía ver como sus pechos subían y bajaban con cada canción que tocabamos, sobre todo porque llevaba una de esas blusas que no dejaban nada a la imaginación y lo mejor de todo era que no llevaba sosten, al término del concierto me sentía muy excitado con sólo verla, a pesar de tener bastantes fans muy sexys y groupies esperando por nosotros esa chica me había cautivado bastante, esperaba verla pidiéndome un autógrafo o una salida pero la busqué con la mirada y nunca la encontré, un poco decepcionado me fui con Gene, Erik y Bruce a relajarnos un poco a un Club, las chicas de Las Vegas son muy guapas sin duda, me senté en una mesa tipo gabinete con los chicos pedimos bebidas y estuvimos jugueteando con algunos bombones, después de un buen rato fui al baño y al salir ahí estaba ella, en la barra de espaldas bebiendo una copa a solas, ahora si la pude ver mejor, tenía una melena castaña medio ondulada, una cintura pequeña y un trasero redondeado, que con ese par de jeans que traía se podía notar bastante, no pude evitar soltar un suspiro como idiota, me coloqué mis gafas oscuras y caminé hasta ella decidido, la saludé - Hola preciosa! - ella me miró y que bellos ojos tenía! - wow! Que bellos ojos tienes nena - hola! Gracias! - Soy paul, Paul Stanley - Un gusto conocerte en persona Paul soy Amaya - me dio la mano era muy suave - lindo nombre ¿te invito a tomar algo Amaya? - no la iba a dejar ir tan fácil esta vez - claro! - me sonrió y que bonita sonrisa tenía, era muy agradable - nos sentamos en una mesa solos, pedimos unos tragos de whisky, su mirada llena de deseo me cautivó en seguida - Y... ¿ eres americana? - fue lo primero que me se ocurrió decirle la tenía ahí enfrente de mi y como pendejo le hablo de su nacionalidad - No! De hecho soy de puerto rico, vine a ver su concierto únicamente mañana me regreso a mi país o tal vez a otro lado - Oh, vaya... ojalá te pudieras quedar más - bueno no tengo nada que me ligue aquí soy una chica que siempre está sola y le gusta viajar hicia donde el viento la lleve - me volvió a mirar de forma sensual, eso me estaba dando pauta para invitarla a quedarse a mi lado - Ah entonces eres turista? - podría decirse - se volvió a morder el labio, entre la charla y los tragos nos terminamos dos botellas de whisky se nos fue la noche lo admito, perdí de vista al resto de la banda que ya se había ido hace horas supongo que con compañía también, salimos de ahí hacia un hotel, a pesar de que estaba mareada aún coordinaba bien. Al llegar a la habitación se sentó al borde la cama y se quitó los zapatos altos que traía botandolos por ahí, me miró de nuevo para nuevamente hacer eso que me estaba calentando desde el concierto, morderse el labio inferior sensualmente, noté que sus pezones estaban erectos ya que no llevaba sosten, así que me acerqué a ella sin pensarlo dos veces quedando sobre de ella, la besé no me pude aguantar más, sus labios me lo pedían a gritos y los míos también lo deseaban, su boca se abrió más dando entrada a mi lengua que me dejó rosar la suya varias veces, rosamos hasta nuestros dientes, ahora era mi turno de morderselo ella sonrió de lado y mordio el mío, notó que me erección ya estaba al borde, hizo una maniobra cuando me distraje en sus ojos para ella quedar ahora sobre de mi, su rodilla derecha rozó mi miembro luego la subió y la bajó hizo ese movimiento varias veces provocando que mi pene se pusiera duro como un palo de béisbol, exasperando ya por poseerla le quité la blusa, sus pechos eran perfectos, sus aureolas eran de un café claro me llevé a la boca una succionando su pezon ella se soltó un gemidito, nuevamente hice lo mismo con el otro y ahora sostuvo mi cabeza y acercó mi boca hacia ellos para que no dejara de hacerlo, eran tan deliciosos, no pude evitar ahogarme en ese par de pechos perfectos, Amaya gimio con cada succión que les daba, los rodeaba con la lengua y succionaba mientras que mi otra mano pellizcaba el otro, mi miembro ya estaba por reventar, me dolía mucho lo sentía palpitar, al darse cuenta bajo mi bragueta y notó que el líquido preseminal salía de él, me bajó rápido los pantalones y los calzoncillos abrió los ojos enorme al ver mi miembro, ahora sin dejar de mirarme a los ojos de forma juguetona, lo tomó entre sus manos y lo comenzó a masajear despacio de arriba hacia abajo, estuvo así un par de segundos yo quería más así que le dije - por favor hazlo más rápido - a lo que ella sonrió de forma pícara y comenzó a acelerar el paso, en seguida lo metió a su boca y lo tragó todo a garganta profunda, las succiones me enloquecian y emitía un sonido extraño cada que ella lo tragaba hasta el fondo de su garganta ensalivada lo sacaba y volvía a tragarlo, eché mi cabeza hacia atrás dejándome llevar por su boca coloque mis manos en su cabeza entrelazando mis dedos en su sedosa cabellera, sentía como mi pene se ponía más duro con cada succión, mi boca no pudo evitar sacar varios gruñidos de placer, me gustaba, ninguna chica me lo había hecho como ella lo estaba haciendo, sus bellas manos lo apretaban despacio pero lo suficientemente fuerte como para complacerme, hasta que en uno de esas secciones paso su lengua por la punta succiono fuerte y me corri en su boca ella sonrió de forma satisfactoria lamiendose los labios como una gatita tragó todo mi semen como si de algo dulce se tratara, sin perder tiempo la recoste sobre la cama para penetrarla mi pene ya estaba por explotar y cada vez más caliente, ella estaba muy mojada, mi pene entró con facilidad en su monte de venus, ella se aferró a mi espalda con sus manos enterrando levemente sus uñas en ella, gemía cada vez más fuerte y yo también no puede evitar sacar los míos de mi pecho, su vagina era amplia y húmeda, cada que se la dejaba ir pensaba que no tenía fin ahi abajo, un gozo invadió todo mi ser, un sensación que jamás sentí con ninguna chica antes, me enamoré a primera vista de Amaya y ahora me tenía más atrapado en su red con la forma de hacer el amor, dobló sus piernas un poco - Paul damelo todo ya! - yo sonreí al escuchar su apenas hilo de voz excitada - y yo las tomé entre mis manos, acelere los momentos ahora haciendo círculos con mi cadera, ella se aferró aún más a mi, masajeaba sus pechos y pellizacaba sus pezones, echó su cabeza levemente hacia atrás en la almohada, sus cabellos castaños sudados el sudor escurría sobre su frente, la hacia ver tan sexy arqueado su espalda como puente romano con cada embestida que le daba - te quiero Paul - me dijo ahora, se le salió decirme entre sus gemidos eso me volvió loco y acelere aún más, me aferre a sus caderas para que me sintiera por completo, sus desesperadas manos arrugaban las sábanas, sin darme cuenta me corri en su vagina, ella gimio tan fuerte que estoy seguro que los huéspedes del pasillo escucharon todo, importandome poco me recoste al lado de ella mirándola de frente, aún nuestras respiraciones estabas irregulares - eres hermosa - le dije y se sonrojo con mi comentario tapándose media cara con la sábana - Oh! No digas eso! - es la verdad - sonreí de lado - ¿te gustó? - me preguntó - hum! Hay nena fue la experiencia más candente que nunca había tenido, me encantó - que bueno! - también a mi me encanto, eres genial en la cama - ella se giró para darme la espalda y la abracé contra mi pecho, el resto de la noche nos quedamos así, pero al despertar la busqué pero ya no estaba, no supe en que momento me ganó el sueño y no sentí que se fue sólo había una nota en el buró con sus labios marcados con labial rojo que decía - "Gracias por cumplir mis fantasías, espero haber cumplido las tuyas Te quiero por siempre Paul" - me quedé mirando el techo con la nota en mi mano como un jodido estúpido. Se había ido y realmente me gustó, la quería para mi, sin embargo fue como una ilusión de una noche, fue como si me hubiera enamorado de un fantasma que pude tocar y disfrutar de cada parte de su cuerpo, intenté buscarla con el tiempo sin éxito hasta darme por vencido definitivamente.
Hasta la fecha aún conservo esa nota, muy bien guardada claro ... Amaya fue la mejor experiencia sexual en mi vida, mi amor de una noche, esos ojos miel y esos labios rojos carmesí que nunca más volví a ver, su recuerdo me persiguió y lo sigue haciendo hasta ahora...
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My evil side Erotic Rock one shots (PEDIDOS)
Fanfictionpequeñas historias candentes con tus estrellas de rock y el metal favoritas, atrévete a adentrarte en el mundo del sexo, drogas y rock n roll en dónde en cada historia no tardará en salir tu lado más erótico, anda sé que quieres leer...