Capítulo 8 ¿Quién doma a la bestia? (Steve Harris)

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Nueva York 1890.

Steve Harris, bajista de Iron Maiden, excelente compositor y cantante, carismático, energético y un poco serio y casado (mierda), era mi tipo ideal, lástima que estaba tan lejos de mi alcance, yo sólo era parte de su staff y fanatica de el hombre que era mi "todo". Le ayudaba a veces en ciertas cosas como por ejemplo su maquillaje al salir al escenario o inclusive ayudarle en ciertas composiciones pero era rara vez casi no nos cruzabamos.
Aquella noche Steve estaba preparando una canción que dijo que tenía que ser única, su nuevo álbum estaba por concluirse y siempre solía quedarse a practicar más tiempo de lo normal más que Dave o Janick, era bastante tarde casi cerca de la media noche, me dirigía hacia el estudio y lo miré de reojo Dios se veía cansado y un poco estresado ¡que mierda! ¡Que digo un poco! muy estresado y últimamente lo había visto decaído, Steve nunca hablaba de su vida privada más que con sus compañeros de la banda, nosotros como el Staff sabíamos lo necesario de cada uno de ellos. Me dirigí hacia el estudio y le dije - Steve no te quedes muy tarde ya pasan de la media noche - apenas me miro y respondió con voz baja - No tengo nada mejor que hacer, ni nadie me espera así que prefiero trabajar - frunci el ceño percibí cierta amargura en sus palabras. - amm bueno entonces.. deberías irte es... - elevó la vista y por fin me miró a los ojos me sentí nerviosa - dije que no Kate - me acerque a él y le espete - ¿qué sucede? - Nada.. - dijo serio mientras seguía haciendo ajustes a la canción - Sé que te pasa algo y sé que no soy nadie para meterme en tu vida privada pero me preocupas te ves cansado y en parte algo... ¿triste? - fijo sus bellos y castaños ojos en mi - tengo problemas con Lorraine creo que se quiere separar de mi - ¿qué? No puedes estar hablando en serio - mi cara no creo que mienta linda - me agache ahora apenada de alguna manera su mirada me intimidaba - ¿porqué siempre me miras así Kate? - ¿ah? Aa..así ¿cómo? - Dije tartamudeando un poco - así de esa forma dulce no sé porqué siempre lo haces - yo.. eh.. - dejó el bajo en su soporte y se acercó a mi un poco y yo abrí mis ojos aún más al tenerlo más cerca, dio otro paso y otro y otro hasta que mi trasero chocó contra una mesa donde tenía bebidas alcohólicas, mi manos se aferraron a la mesa. - ¿qué haces? - sé como me miras, siempre lo he notado - no sé de que hablas - No fingas no saber nada cuando es más que obvio - me regaló una sonrisa ladina, yo trague saliva y sentí como sus labios chocaron con los míos aprete los ojos como una adolescente con su primer beso, dejé que explorara mi boca con su lengua sus manos se posaron en mi cadera y repego su cuerpo al mío pude sentir su enorme virilidad incomoda por sus jeans pidiendo a gritos salir. -
Dejamos de besarnos, yo sentía mi sexo muy húmedo y para colmo llevaba una mini de mezclilla - Sabes no sé lo que hago .. pero siento que tengo que hacerlo me importa un jodido comino si soy mayor que tú - ¿porqué? En el amor no hay edad - le dije con la respiración agitada - lo sé.. me gustas.. creo y mucho - mi corazón latio más rápido al escucharlo decir esas palabras. - no juegues conmigo así! - lo empujé un poco para tratar de escapar pero me lo impidió - Me gustas... - me besó de nuevo y yo le seguí el beso, sus labios eran fascinantes, su forma de besarme era feroz pero a la vez tenía un toque de romanticismo erótico, lo tomé de la nuca profundizando aquel beso perfecto, las manos de Steve pasaron ahora de mis caderas a mis glúteos cuando termino de explorar ni boca, me quito la chaqueta, mientras yo me quite mi estorbosa blusa miro mis pechos y arqueo una ceja - Mira todo lo que guardas ahí y no compartes eres una chica muy envidiosa .. - me lo dijo en tono juguetón a lo que después desabroche su cinturón sin dejar de mirarlo y baje su bragueta - toco por encima de su ropa interior su gran masculinidad dándole un suave masaje, el castaño soltó un gemidito y yo sonreí, sus manos me desabrocharon el sostén y no tardó en quedar en suelo con el resto de las prendas ambos quedamos desnudos ante el otro. Las observó a detalle y luego se llevó a la boca uno jugando con su lengua haciendo que yo me excitara y soltara leves gemiditos.
Acaricio mi entrada con sus dedos despacio de arriba hacia bajo haciendo que mirara las estrellas en un segundo.
Sin querer ambos miramos su miembro que Steve ya sostenía con su mano para colocarlo en la entrada de su vagina, levantando sus ojos verdes cuando el comenzó a presionar y pasar su pene en mi cavidad húmeda. Kate jadeo de una forma tentadora mientras cerraba los ojos y se rendía ante él, sintiendo la masa de carne ir cada vez más lejos, hasta que ambas entrepiernas estuvieron totalmente pegadas. Ella lo miró con las mejillas coloreadas en rojo y Steve le sonrió con sensualidad antes de tomarla de la cadera con sus fuertes manos, empezando con un sueve movimiento de arriba a abajo para sentir en su totalidad como era estar en ella antes de soltar las rindas al deseo.
- Steve... - llamó ella con voz quebrada y suave, necesitada, generando un escalofrío en el nombrado - Muévete - pidió desesperada observándolo con esos ojos verdes que sólo lo deseaban y amaban a él - ¿estás lista? - dijo sin dejar de pasar su miembro por mi entrada - Si... hazlo de una vez joder! - mordio su labio inferior lo miro a los ojos ahora parecían más oscuros e intensos con el nivel de excitación, casi estuvo anticipando todos los sentimientos que estuvo guardando por meses serian recompensados esa noche.
El castaño no dudo más y le dejo ir todo su trozo de carne ansioso de aquella chica castaña que tanto lo deseaba.
Kate soltó un gemido largo cuando por fin estuvo dentro, tomó sus caderas con fuerza y comenzó a embestirla despacio ella tenía que acostumbrarse a él, colocó sus manos en su cuello y dejó que Steve llevara el ritmo, cerró sus ojos apretandolos, sólo sentía como entraba y salía despacio eso era una tortuoso ya que siendo su segunda experiencia sexual no estaba tan cerrada. - Vamos apresura el paso por favor - Suplico la de ojos verdes, el castaño la miró con una media sonrisa - tus deseos son órdenes - Steve movió sus caderas más fuerte no quería lastimarla pero en el fondo su lado perverso salió a pesar de toda la resistencia que contuvo. Ella lo sostenía con fuerza de su cuello - sostente te cargare ahora - le dijo, ella asintió, rodeó sus caderas con sus piernas mientras aumentaba las penetraciones, ahora el podía disfrutar del va y ven de sus bellos senos, rozó su lengua en su cuello hasta llegar a su oído, hizo un leve mordisco y ella gimio fuerte, sin importarles si alguien los escuchaba o no, el bajista poseyó a aquella chica que tanto había deseado por meses y viceversa, ambos lo sabían pero no habían encontrado el momento para fornicar a placer. -
- Sabes que esto está mal ¿verdad Steve? - le dijo ella entre jadeos - él asintió - No me interesa si está bien o mal, me gustas y yo a ti, ya que me voy a ir al infierno de todos modos lo haré lleno de placer - ella sonrió satisfecha con su comentario - pues ya somos dos que nos iremos al infierno, no te dejaré ir solo... - lo besó de nuevo y ahora Steve la recargo sobre la pared de cristal, los jadeos del bajista eran roncos y fuertes, el choque de sus intimidades con el sudor emitia un sonido acuoso. Steve le besaba el cuello y luego chupaba sus senos de buen tamaño mientras a la vez le susurraba en el oído cosas sucias para elevar su excitación, Kate no dejaba de jadear cada vez más fuerte sentía que el cristal se rompería con semejantes gritos, seguían sin importarles mucho si alguien los llegaba a descubrir ya que Steve ahora también lo hacía. Las penetraciones del castaño eran demasiado potentes para la castaña sentía que la estaba partiendo en dos, luego pararon un segundo, tiró todo lo que había en la mesa y la recostó ahí, pasó sus dedos por su clitoris e hizo movimientos de arriba hacia abajo apretandola con sus dedos, seguido introdujo dos de ellos haciendo un mete saca que la hacia poner los ojos en blanco, teniendo solo la mesa como sostén entero casi sus uñas en ella del placer que sentía, ahora Steve se agachó y lamió con su lengua su clitoris hinchado y mojado, ella sintió choques eléctricos en todo su cuerpo y sus piernas flaquear, sabía que estaba cerca de un orgasmo, el castaño sostuvo su pene hambriento de sexo, colocó sus piernas sobre sus hombros y comenzó de nuevo la penetración, ahora ella lo sentía muy dentro podría jurar que ese gran trozo de carne llegaba a su estómago ya que esa posición era su favorita de él y profundizaba la penetración. - Oh! Steve no tan rápido, más despacio por favor! - le rogaba entre jadeos y suspiros pero él hizo caso omiso de sus palabras continuó con su cometido, su deseo por ese cuerpo joven y lleno de vitalidad lo hacían perder los estribos totalmente, Kate era hermosa y no se comparaba con su esposa aunque si era más joven y tenía todo lo que cualquier hombre desearía. - Steve mordió sus pezones y luego pasó su lengua por su pecho hasta su cuello lo mordió dejándole una marca rojiza notoria en éste, la castaña echó su cabeza un poco hacia atrás dejándose llevar aún más. Steve estaba por explotar no duraría mucho a ese paso, ella bajó sus piernas y las apretó en su cintura dejando que él continuara con sus feroces embestidas.
Kate comenzó a mover un poco sus caderas imprudentemente, arañaba su espalda y mordió un poco su hombro, el músico ahora siguió al ritmo de las caderas de su hembra - Ah, aha!! Si!! Mierda Kate.. así... así... sigue preciosa!! - poco a poco ese orgasmo estaba tocando a la puerta, la de ojos verdes lo apretó más contra ella, Steve no pudo más con la presión de su cuerpo contra el de él y sus gemidos en su oído que tanto le excitaron finalmente ambos se corrieron al mismo tiempo, haciendo que Harris dejara caer su cuerpo sudoroso y exhausto sobre de ella.
Podía escuchar su corazón latir rápidamente luego la miró - ¿Qué sucede? - pregunto llena de curiosidad -
Nada solo admiro lo bella que eres - ¿Sabes cuánto tiempo anhele esto Steve? - Supongo que mucho - dijo mientras se abrazaba a su despanpanante figura - Así es... más de lo que crees - Me tienes en tus manos.. Kate.. - oh si? - dijo con una media sonrisa - Creo que sí - mira nadamas... ¿quién doma a la bestia ahora? Jajaja - creo que la bestia por fin encontró a su Iron Maiden.... - ella lo besó apasionada..


My evil side Erotic Rock one shots (PEDIDOS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora