Kyung soo había ido a prisión por voluntad propia.
Krisoo. Do Kyung soo & Wu Kris
Inspirada en los capítulos número diez y once de la segunda temporada de la serie 'Titans'.
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Bueno, ya tenía poco más de una semana ahí encerrado y no se había vuelto loco, no aún, creyó que tal vez el tiempo se iría más rápido de lo que pensaba y que, en cuando menos se lo esperaba, ya iba a estar libre y coleando, fuera de ese lugar y de regreso a su hogar en Detroit e, inclusive, con un poquito de suerte, también regresaría a su trabajo. Suspiró, tal vez entrar en la cárcel había sido una estupidez, sí, lo era, un simple berrinche... «¡Tienes todas las comodidades y mira a dónde te haz mandado Kyung soo!» pensó. Luego de levantó y se sentó en la cama, pensativo, mirando hacia la nada. —Tiempo libre muchachos —escuchó decir a lo lejos a un oficial de policía, nuevamente los dejarían salir por cuarenta minutos al patio. Kyung soo no había salido durante todo su tiempo ahí, simplemente se quedaba encerrado leyendo en silencio. Tal vez por el miedo de estar expuesto ante los demás reos, porque para ser sinceros, lucían extremadamente atemorizantes y si algo quería Kyung soo, era salir de ese frío lugar con vida. Ciervo se levantó de un salto y alegremente procedió a formarse seguido de Loey, algo que tomó por sorpresa a Kyung soo fue que, esta vez a diferencia de las demás, Fan se quedó donde estaba. Ambos de los chicos le preguntaron al rubio si en verdad se iba a quedar, a lo que el respondió con un simple movimiento de cabeza indicando afirmación. Luego de unos momentos, ambos se quedaron completamente solos y el silencio. Kyung soo entonces dejó su libro a un lado, sobre el colchón recubierto con una sábana blanca, se acomodó mejor en él y prestó más atención. Sin los reos a su alrededor, todo parecía más tétrico y grande, a pesar del reducido tamaño de la celda, esta misma parecía ser más espaciosa. Guío sus ojos por toda la pared, hasta que pudo ver que algo se asomaba detrás de la rubia cabellera de Fan, así que se acomodó mejor para poder observarla. —Significa 'esperanza' —dijo entonces Fan haciéndose a un lado para que D.O pudiese apreciar mejor. —¿Esperanza? —salió de entre sus labios. Entonces Fan se sentó en el borde de su cama y como de costumbre, miró fijamente a Kyung soo. —Esperanza de que cuando salga de esta pocilga los putos Bloodies no me encuentren y me descuarticen —dijo. Sí, bueno, Kyung soo solía escuchar muchas historias como aquellas en su trabajo como detective, así que aquello no le sorprendió tanto como Fan hubiese esperado, el rubio soltó una risa burlona y volvió a recostarse, no era como si pudiese hacer más. —Así que por eso estás aquí —habló el pálido, Fan giró su cabeza para hablarle. —Estamos —corrigió—. Asesinato. Los hijos de puta nos dejaron atrás, así que vuoalá —comentó con sarcasmo. Kyung soo se sentó en su cama y observó detenidamente el rostro de Fan, quién a su vez, no retiraba sus ojos del pálido rostro. —Debes estar feliz, te metieron aquí por sólo seis meses, a nosotros por doce años —dijo en un tono más calmado y suave de voz, parecido a un susurro perfectamente audible. —Yo me metí aquí —le dijo de la misma manera recibiendo una risa por parte del rubio. —Carajo, bromeas —mejoró su postura. Kyung soo negó mientras cerraba suavemente sus ojos. —Necesitaba un cambio. Entonces Fan soltó unas carcajadas que sobresaltaron a Kyung soo. Verlo reír de esa forma le había sido sumamente extraño. —Ir a la cárcel por tu propia voluntad, nada más porque sí. Estás loco hombre —le dijo mientras negaba. Entonces se hizo un silencio en el cual, ambos se miraban de arriba a abajo, como si de alguna forma se analizaran mutuamente tal cual escáneres. Luego, Fan bajó de un salto de su litera y se acercó hasta las rejas, posó cada uno de sus manos en un barrote y al parecer verificó que nadie estuviese cerca, Kyung soo lo miraba curioso, pero sin moverse ni decir una sola palabra. Después se volvió a Kyung soo, recargándose en la reja. —Mi nombre real es Wu Kris, soy nacido en Canadá de padres chinos, no tuvimos una buena relación, así que terminé hundido en una pandilla y después, pudriéndome en la cárcel —dijo mirando al contrario directamente a los ojos, con una expresión neutra y sin sentimientos en sus palabras. Kyung soo alzó las cejas. —¿Por qué me cuentas eso a mí? —dijo incrédulo. Entonces Kris alzó sus hombros y con la misma los dejó caer de regreso a su lugar.
PD: ya sé que lo describo como rubio, pero sus fotos más chacalosas las tiene en cabello negro.