Kyung soo había ido a prisión por voluntad propia.
Krisoo. Do Kyung soo & Wu Kris
Inspirada en los capítulos número diez y once de la segunda temporada de la serie 'Titans'.
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Todo parecía ser tan silencioso y calmado, pero no para él. Se sentía nervioso y sumamente incómodo, estaba sudando demasiado y por alguna razón también se sentía sofocado. Giró su cabeza para lograr ver el bulto que formaba un Kyung soo profundamente dormido abrazado suavemente por la luz de la luna que se colaba por las rejillas de la pequeña ventana, mordió su labio con fuerza y arrugó su semblante preocupado. Lu han y Chan yeol parecían estar profundamente dormidos de igual manera, él parecía ser el único incalmable al momento, pero cómo no, si la incertidumbre de un asesinato no consumado le carcomía vivo. Tembloroso, se levantó de su cama y en silencio se bajó de la misma, procurando no despertar a su compañeros, inclusive conteniendo su respiración sintiendo a todo su cuerpo temblar ligeramente, con pasos cortos y sonoros debido a sus pies descalzos, se acercó hasta la litera de Lu han y Kyung soo para subir lentamente hasta la cama del susodicho. Tendrían que pasar primero sobre su cadáver antes de hacerle algo al pálido. Él, al sentir a alguien ajeno intentando acomodarse en su cama, se sobre salto e intentó levantarse, Kris se asustó de igual manera y en su cuerpo estalló el cúmulo de nervios que llevaba desde hacía ya un par de horas. Extendió sus brazo buscando abrazar a Kyung soo para que éste se dejara de mover y de hacer ruido para evitar despertar a los demás hombres ahí, pronto aquél se quedó quieto pero sumamente confundido. —Kris... —susurró casi de forma inaudible. El rubio suavizó su agarre dejando libre al contrario. —Voy a dormir contigo —respondió. Sí, aquello no había sido una pregunta. Kyung soo no respondió, solamente buscó hacerle un espacio a Kris para que así ambos pudiesen dormir en la estrecha cama. Al final, Kyung soo quedó pegado a la pared mientras Kris lo abrazaba y procuraba no caerse al suelo. No pasó mucho tiempo hasta que el alto pudo darse cuenta de que Kyung soo se había quedado dormido nuevamente. Le sorprendía la calma del chico ante la situación, estaba siendo capaz de dormir como si nada al lado de su posible asesino, ¡Y miren a Kris! Estaba que ni él mismo se podía soportar, temblando de a ratos y sintiendo una especie de picazón hasta en la punta de sus dedos ocasionada por la desesperación y la impotencia que tenía hecha nudo en la boca del estómago; y su pobre cabeza, ésta estallaría en cualquier momento.
Kris calculaba que eran alrededor de las dos de la mañana cuando escuchó a Chan yeol removerse en su cama, él por el contrario; se mantuvo quieto y en completo silencio, sintiendo cómo la reacción de su cuerpo era querer moverse y salir huyendo, pero de ninguna manera haría aquello, así que se quedó en su lugar. Dos pies se postraron en el suelo de concreto y el rubio sentía una presencia parada justo a sus espaldas, nuevamente el sudor corrió alrededor de todo su cuerpo, un sudor gélido que le provocaba escalofríos, quería tirar de sus cabellos y gritar, gritar tan fuerte como para que todos se enteraran y le pusieran un fin a todo ésto. Cerró sus ojos con fuerza cuando pudo persivir más movimiento y, sin pensarlo dos veces, alzó su brazo el cual se impactó con la afilada navaja que Chan yeol sostenía firmemente, dispuesto a apuñalar a Kyung soo. Un quejidos grave y fuerte bañó los pasillos de la zona D. La sangre comenzó a correr, Kris llevaba su brazo al descubierto por el calor que sentía desde una horas atrás, permitiéndole al arma blanca entrar perfectamente en su ser, la luz de la luna que se colaba permitía ver perfectamente toda la escena que parecía sacada de una mala película de criminales. Kris no gritó, a pesar de querer llamar la atención de los guardias, de contuvo y tragó su dolor. En ese momento Lu han y Kyung soo se levantaron alarmados, Chan yeol no sabía que hacer, estaba en estado de shook y buscaba desesperadamente borrar sus huellas del arma frotandolas con insistencia en la sábana que estaba sobre la cama de Kris. —¡Kris! —dijeron los dos chicos casi al unisono. Rápidamente el pálido chico buscó enredar la herida abierta en la sábana que hacía unos minutos los cubría y el de bonito cabello se ponía de pie frente a Chan yeol vuelto completamente loco. —¡¿Qué demonios hiciste?! ¡Puta madre, desaste de eso! —demandó en un grito ahogado, inmediatamente Chan yeol lanzó aquella navaja por las pequeñas rendijas de la ventana en la parte alta. Todos estaban sumamente nerviosos, la desesperación se podía palpar a lo largo de toda la celda, la cama de Kyung soo se llenaba de sangre y la expresión de dolor de Kris hacía sentir como si el alma se le desgarrase. —¡Guardia! ¡Guardia! ¡Maldito imbécil ven! —comenzó a gritar Lu han, tomaba con fuerza los barrotes de metal y buscaba sacar su cabeza tanto como pudiese para ser escuchado, gritaba con todas sus fuerzas y todo el aire que en él tenía, había despertando y alarmando a toda la zona. Para su pronta respuesta, cuatro guardias llegaron corriendo, entre ellos el oficial Collins. Al entrar, y darse cuenta de la cantidad de sangre, nadie preguntó nada, simplemente tomaron a Kris y lo sacaron de ahí tan rápido como se pudo. Kyung soo estaba alterado por la cantidad de sangre que salía del rubio, Chan yeol permanencia en silencio y Lu han estaba hecho un completo maníaco. —Te lo dije —espetó el oficial Collins hasta Kyung soo justo antes de salir junto a los demás policías.
Kris finalmente fue llevado al hospital, mientras limpiaban su herida y confirmaban que no había tocado nada importante para después darle los puntos necesarios, el no podía dejar de pensar en Kyung soo y el hecho de que se había quedado sólo con ese par de imbéciles, pero vamos, era un detective que se enfrentaba con chicos malos casi todos los días de su vida, él podía con ésto, ¿no? Además, Lu han no tenía mucha fuerza y Chan yeol era sumamente sensible...y él, bueno, él tenía un buen puño.