*Narrador omnisciente*
Ambos chicos comenzaron con un beso. Tranquilo. No tenían ninguna prisa ya que mañana es día festivo. Podrían estar toda la noche despiertos, al día siguiente no tenían nada que hacer, salvo descansar y disfrutar de un lindo día de Navidad. Probablemente vayan a comer fuera y compren algo para cenar, ya que esa noche Taehyung y Hoseok cenarían con ellos.
De a poco el beso se fue intensificando. Jungkook pasó su lengua por los labios de Jimin, pidiendo permiso para entrar. Permiso que Jimin le dio gustosamente. Jugaban con sus lenguas hasta la saciedad. Separándose cada cierto tiempo por la falta de aire. Entre beso y beso lo único que se escuchaba era la respiración agitada de ambos chicos. Sus ojos siempre buscaban los del contrario haciendo que una sonrisa se dibujara en el rostro de ambos chicos.
El pelinegro se colocó encima de Jimin, haciéndole notar el enorme bulto que tenía en su entrepierna. Se rozaba con la entrepierna del rubio para poder sacarle los ansiados gemidos que buscaba Jungkook. Esos sonidos que eran como música para sus oídos. Esos que le hacían perder el sentido. Pero parece que el rubio se resistía a dárselos. Quería ponérselo un poco más difícil. Aun que el pelinegro lo estaba haciendo muy bien y le costaba mucho reprimir sus gemidos. Aún así, Jimin no le daría tan fácilmente a Jungkook lo que quería.
Jungkook se separó un poco de Jimin para mirarlo a los ojos. Jungkook sabía perfectamente lo que pretendía Jimin. Pero el pelinegro no se iba a rendir tan rápido. Bajó a su cuello y jugó con él como quiso. Empezó por suaves besos. Como eso no le dio el resultado que quería, comenzó a lamer. Dándole besos, ahora húmedos, y pasando su lengua por cada centímetro del cuello del rubio, desde el lóbulo de su oreja hasta la clavícula. Pero lo único que consiguió de Jimin eran jadeos. Si bien le gustaba escucharlos, no era suficiente. Su ultima opción. Le dio un mordisco en el cuello. No demasiado fuerte, pues no le quería hacer daño, pero si lo suficientemente fuerte como para marcar a su hombre. Y por fin lo escuchó. Un gemido ronco salió de la boca de Jimin, inundando la habitación donde se encontraban de ese hermoso sonido.
Al conseguir lo que quería volvió a la boca de Jimin con una sonrisa victoriosa, que Jimin no pasó desapercibida. Comenzó de nuevo a besarle mientras le daba caricias por debajo de la camiseta del mayor. Camiseta que empezaba a estorbar, así que en un movimiento rápido se la quitó, lanzandola a alguna parte del suelo de la habitación. Ya con el torso desnudo pudo ver lo bien trabajado que estaba. Estaba claro que Jimin se cuidaba, pues tenía los abdominales bastante marcados. Relamió sus labios antes de comenzar a darle besos por todo su torso. Pasando la lengua por todas partes. Deteniéndose un buen rato en cada pezón para lamerlo, chuparlo, morderlo. Cualquier cosa que hiciera gemir a Jimin.
Jimin, por su parte, estaba recibiendo tanto placer de parte del pelinegro, que su plan de hacerse un poco el difícil se fue al traste cuando le dio el primer mordisco. Le dio un poco de vergüenza haber soltado un gemido de tal volumen, pero luego recordó que estaban solos en casa y que nadie iba a interrumpir. Cuando Jungkook le quitó la camiseta y vio como éste se relamía los labios mientras miraba su cuerpo, no pudo evitar morderse el labio. Se sentía bien el ser deseado de esa manera. Se sentía bien ser deseado por Jungkook. Las caricias comenzaron, y hasta ahí estaba todo bien. Pero no pudo evitar arquear la espalda cuando el pelinegro de entretuvo jugando con sus pezones. Nunca antes había sentido tal placer, y lo que más le gustaba es que era Jungkook quien se lo daba.
Jungkook fue bajando sin apartar la mirada de los ojos de Jimin. Llegó a una nueva barrera. El pantalón. Quería arrancárselos y follarlo hasta que no pudiera andar. Ese era el primer pensamiento del Jungkook pervertido. Pero el Jungkook enamorado no haría tal cosa. Él quería hacerlo sentir deseado. Quería hacerlo sentir amado. Así que no iría así de rápido. Le quitó el pantalón, eso si. Pero primero prefirió comenzar por suaves besos en los muslos que subían hasta casi la entrepierna. Al pasar de una pierna a otra, rozaba su erección con su lengua, haciendo que Jimin gimiese. Pero estos gemidos eran diferentes, se notaba que deseaba más. Pero Jungkook no se lo daría aún.
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¿Me amas? •KOOKMIN•
RomanceUna historia donde Jimin es acosado por todos... Enamorado de un Hetero... ¿Hetero? ¿Seguro? ¿Qué pasará con estos dos muchachos?