𝐞𝐥 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐚 || 𝐉𝐨𝐞 𝐖𝐚𝐮𝐝.

21.

Mara:

Como todos los días, me levanté y hice lo de siempre, me bañe, me vestí, desayuné... Me puse unos joggers beige y una remera blanca (multimedia).

Ahora, les contaré el porqué reaccioné así cuando Joe mencionó a Adam...

Es algo que me agobia todos los días de mi vida. Tuve semanas de psicóloga, semanas de nutricionista y aún así, nunca me voy a olvidar de nada.

Comenzaré presentando a Adam: Él era un chico muy simpático, siempre estuvo conmigo hasta que un día me pidió ser su novia.

Flashback:

Todo era perfecto, él era el novio perfecto.

Mamá y papá lo aceptan, lo querían tanto.

Un día normal él venía hacía casa a cenar, habíamos arreglado todo con mis padres para las 8:30 él esté en casa.

Ya eran las 9 y no llegaba. Lo llamé y no atendía. No sabía lo que estaba pasando.

Seguí llamando y nada...

A eso de casi las 10 de la noche me llega una llamada desde su celular.

–Disculpe ¿usted conoce a Adam Silver?

–sí, es mi novio ¿por qué?

Un silencio desgarrador había del otro lado de la línea.

–Pues, él... tuvo un accidente automovilístico...

quede callada, mientras me dejaba caer sobre el refrigerador.

Mamá preguntó que pasaba y me intentó sacar el celular.

–¿donde... se... encuentra?–

–En el hospital municipal... ¿puedes venir?

–S...sí – Corté la llamada entre lágrimas y le dije a mi hermana que me lleve hacía el hospital.

Mi madre quería saber que pasaba, y a mí las palabras no me salían.

Amelia no preguntó y me llevo lo más rápido que podía.

Llegué y pregunté por él, me dijeron que estaba en el quirófano.

Rompí en llanto y mi hermana comprendió todo.

Adam estaba a punto de morir y por mi culpa.

Llamé a la familia de él y al instante llegaron todos.

El doctor salió y fui la primera junto con la madre en acercarnos.

–Él esta en un estado crítico... el esta en coma–

Mi pecho sintió dolor y caí de rodillas... Todo era mi culpa.

La madre de Adam también rompió en llanto.

Mi hermana me abrazó y me dijo que no pasaría nada...

Lástima que ya estaba pasando todo.

Fin del flashback.

Y pasan los días y él no despierta aún.
Pasan meses y tampoco despierta.

Pensé que había superado el trauma. ¡Y viene  el estúpido de Joe a recordarme!

Llegué al colegio tarde así que directamente me fui a la clase de matemáticas...

–Señorita Houstin... Pensé que no llegaría...

–Pero, llegué ¿puedo pasar?.

–Es lo que debes hacer, pasa...

Pasé a los últimos bancos y me senté sola.

Toco  el timbre y me levanté para irme.

–Señorita Houstin... ¿Puedo hablar con usted?.

–mmm sí ¿qué necesita?

–Pues, como usted sabe no le está yendo muy bien en matemáticas... Y quería recomendarle la idea– Joe entró al salón a buscar algo– de que un alumno mayor que ya sepa... la ayude ¿qué le parece?.

–sí claro, la cosa es que yo no me llevo muy  bien con los grandes...

–No te hagas problema, yo conseguiré alguien que te ayude...

–Gracias, hasta luego– Salí de la clase y afuera me esperaban Sam y Hope.

Hoy almorzamos con las chicas del equipo de Soccer.

Así que fuimos hacía allá.

–Chicas, voy al baño ¿me guardan un lugar?.

–Si claro...

Las chicas se fueron y to entré al baño, me lavé la cara, me peine un poco y hice mis necesidades.

Escuché que alguien entró pero no le hice caso y seguí en lo mío.

Salí de los baños y veo a Zoe arreglandose.

–¿estás contenta? ¿no?–

No respondí, pensé que hablaba con su amiga que estaba al lado suyo.

–A tí te hablo ¡estúpida!–

–oh... sí, supongo...–

–Eres una maldita envidiosa.

–espera ¿de qué hablas?.

Ella se fue acercando.

–Encima te haces la que no sabes...– me acorraló contra los baños.

–¿Qué te pasa? No entiendo nada.

–¡por tú culpa Joe me dejó! ¡idiota!– Me lanzó un golpe al estómago seguido de algunas patadas.

No quería pelear y me deje pegar.

La amiga miraba y yo no hacía nada.

Ella me golpeaba y yo no me defendí.

Me lanzó un golpe y yo lo frené y le di uno en la nariz con la poca fuerza que me quedaba.

Entre esos golpes miles de insultos llegaron hacía mi.

Y el daño que tenía era más psicológico que físico.
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