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Mara:

Luego de 15 minutos la directora me pidió que pase a su oficina.

Entre lentamente mientras apretaba mis nudillos aún rojos.

Siéntate...– se quedó callada– ¿Qué ha a pasado señorita Houstin?...

–Nada... solo ponga la amonestación y me voy– hablé rápido sin mirarla, realmente estaba enfadada.

Pero... me interesa saber el porqué lo golpeó... solo eso

Porque ese alumno es una mierda y se caga en todos... y lo peor es que nadie hace nada– hablé enojada y ella me miró mal por las malas palabras que dije.

y... ¿cómo es eso? ¿qué te hizo a tí?–

–Eso no le importa–

–Señorita Houstin...–

–Bueno ¡ya! ¿sabe lo que hizo?... se cagó en mi familia ¡se cagó en mi hermana! ¡NO TIENE DERECHO DE HABLAR DE ELLA!– grité y ella se sobresaltó.

Yo... mmm, usted sabe que nosotros lamentamos la pérdida de su hermana Amelia... Somos humanos.... y aparte ella fue una buena alumna en esta institución... Pero como institución debemos intervenir en lo que hiciste y lo que va a pasar es lo siguiente...  estas con dos sanciones leves en tu legajo y estaras suspendida por el día de mañana, es decir, que mañana no vendrás a la escuela.... aparte hablaremos con tu madre–

–Como sea... no me importa venir o no a la escuela me levanté de la silla y salí de la oficina dejando a la directora hablando sola.

Fuí al baño y me quede enfrente del espejo.

Golpeé la pared con mis nudillos unas cuantas veces hasta que comenzaron a sangrar. Mis ojos se llenaban de lágrimas.

No lloraba de tristeza... lloraba por la impotencia.

Volví al salón recogí mi mochila y me fui a la cancha de básquetbol que se encuentra afuera del establecimiento.

Agarré mi pelota y comencé a lanzarla al aro.

La lance muchas veces... cada vez la lanzaba con más fuerza y furia.

Me descargaba.

Deje de tirar la pelota y me senté en los bancos mientras el sol se escondía por las nubes.

Escuche unos pasos, pero no le di importancia.

Hasta que te encuentro Joe apareció por mi izquierda –¿Qué pasó?

–Ah... hola– me quedé callada y el me abrazó– No pasó nada... tranquilo.

–Mira tus manos "no pasó nada"– habló irónico por lo que le dije –Y no solo tus manos... Lo veo en tu cara, estás triste o enojada por algo dijo preocupado

–No pasó nada Joe...–

–Mara eres tan transparente... ¿me puedes decir la verdad?

–Es que... no aguanto más...– Quería hablar pero las palabras dejaron de salir... sentí mis ojos llenarse de las tan conocidas lágrimas mientras un nudo en mi garganta aparecía.

Sentía que cada palabra que decía me rompía aún más.
El dolor se mezclaba con la furia y definitivamente no eran buena combinación... mucho menos en mí.

Joe me abrazó y mis lagrimas salieron. Sabía que no me tenía que afectar lo que me decían.

Pero el simple hecho de saber que Amelia no está, además de pensar que realmente no valgo ni "dos monedas" y que no merezco a Joe me rompe aún más.

No me gusta verte así pequeña– habló Joe mientras me abrazaba aún más fuerte.

No... no... no te merezco Joe– dije sollozando.

Obvio que no me mereces... Yo no soy nada para ti, tú te mereces más.. Alguien mejor que yo Mara...–

–No... Joe eres demasiado pararealmente dije mientras me calmaba un poco más.

–No sigas diciendo eso... por favor– dijo Joe mientras me acariciaba mi espalda.

Digo la verdad...

–Que fea verdad– dijo y yo reí– así me gusta verte... Sonriendo–

Gracias Joe...– sonreí y lo volví a abrazar

Te amo Mara dijo en un susurro y mi corazón dejó de latir por unos segundos.

Lo único que dije fue un simple "Yo también Joe".

–No llores por ese idiota... él, ni nadie valen tus lágrimas. – dijo mientras me levantaba de los bancos.

Susurré un "gracias" mientras le daba un tierno pero rápido beso. Me separé y comencé a picar la pelota por la cancha de básquetbol.

Rápidamente se levantó y comenzamos a jugar.

No se vale– dijo Joe mientras yo metía otro punto contra él.

¿Qué?– Pare de jugar y él me sacó la pelota –¡eres un tramposo!– reclamé y el rió.

Eres tan bonita enojada–

Lo sé... lo sé– me acerqué a Joe.

Cortamos la distancia con un beso y risas.

Él realmente me hacía bien.
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𝐞𝐥 𝐡𝐞𝐫𝐦𝐚𝐧𝐨 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐚𝐦𝐢𝐠𝐚 || 𝐉𝐨𝐞 𝐖𝐚𝐮𝐝.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora