Capítulo 27: Te Encontré

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Narradora:

La Castaña bajó del vehículo y se puso frente al peli-azul...

Diane: ¡¿Cómo me encontraste?! ¡Qué bien que est–! ¡Auch! -su entusiasmo fue borrado por un golpe en la cabeza, algo ligero, por parte del contrario-

King: ¡O-oye!

Kelemen: ¡Idiota! ¡¿Acaso sabes todo lo que ha pasado en estos últimos días?! -regañaba completamente enojado mientras la chica sobaba su cabeza algo congundida-

Diane: ¡E-eso dolió!

Kelemen: ¡Eso te mereces y más!

CondtT: Disculpen pero no entiendo nada -dijo desde el asiento del piloto desconcertado-

Kelemen: Que ellos se quedan aquí -de su chaqueta sacó unos cuantos billetes y los ofreció al conductor- Con esto espero que cubra la tarifa por el viaje

CondtT: Eeh ¿están de acuerdo? -cuestionó a los chicos que iban en su taxi desde el principio-

Diane: Sí, estamos bien

King: ¿En serio iremos con él? -preguntó con desagrado al mirar a la Castaña-

Diane: Hay no...es cierto -ella había recordado que Kelemen no era del agrado de King en lo absoluto- King necesito hablar con él -pidió algo avergonzada-

King: ¡¿Ha-hablar?! ¿Sobre qué exactamente? -bajó del auto confundido, molesto y serio-

Kelemen: De cómo salvarte el trasero Majestad -respondió de mala gana, ya irritado por la actitud del peli-miel-

King: ¿Y desde cuándo he necesitado tu ayuda para salvar mi trasero? -cuestionó amenazante bajando del taxi- Si mal no recuerdo -caminó hasta estar cerca de Kelemen- tú eres uno de los causantes de que mi trasero haya estado en peligro...¿O no?

Kelemen: No lo hago por ti, Imbécil... -aclaró molesto- lo hago por Diane...

King: ¡¿Qué buscas de ella en realidad Maldito?! -se encontraba a al borde del colapso, no podía negarlo-

Kelemen: ¿Acaso está celoso Rey Hada? -mencionó con una mirada juguetona y victoriosa-

La Castaña ya había tenido suficiente, por lo que se colocó entre ambos, o más bien tomó a King de los hombros para alejarlo de Kelemen...

Diane: ¡Ba-basta! -exigió nerviosa- Ahora no es momento de sus desacuerdos

Kelemen: Tiene razón. Ahora mismo es mejor que–

???: ¡Kelemen! -un grito cesante se oyó a lo lejos que llamó la atención de todos-

Kelemen: ¡¿Urías?!

El de oji-azul llegó hasta donde estaban ellos con la respiración agitada, por lo que se apoyo en sus rodilla para mantenerse de pie y recuperar el aliento...

Kelemen: ¿Qué haces aquí? Creí que me alcanzarías más tarde, ya que te mande al otro lado de la ciudad para ver si encontrabas a Diane

Urías: Luego de que me llamaste para decirme que la encontraste me dispuse a venir hasta aquí. Y en el camino me encontré a unos conocidos -inclino su cabeza para señalar a las personas que tenía atrás-

King: ¡Capitán!

Diane: ¡Elizabeth!

Meliodas: Sate, sate, sate, veo que lo que decías era verdad Urías -caminaba hacia ellos con los brazos detrás de la cabeza junto a la Albina-

Caminare junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora