Capítulo 17: Padres Diferentes

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Narra King:

Ya estaba preparado, con mi traje de gala que me había comprado mi Padre desde hace días; sólo lo esperaba a él para ya irnos.
Estaba en la sala sentado en el sofá, cuando Elaine pasó frente a mí, buscando algo...

King: Elaine ¿Papá aún no acaba?

Elaine: ¡King! ¡Por Dios! ¡Papá está afuera en el auto esperándote! ¡Te estábamos buscando!

King: ¡¿Cómo dices?! ¡Oh Dios Mío, estoy muerto!

Salí corriendo de la casa y vi a mis padres cerca de la limusina esperándome.
Cuando se dieron cuenta de que los veía mi Padre me miró enojado y mi Madre preocupada...

Egan: ¿Sabes cuánto tiempo hemos estado esperando para que llegues? -me regaño-

Sayuri: ¿Dónde está tu hermana?

King: Está adentro. No debe tardar nada

Egan: No como tú

Sayuri: ¡Egan!

Egan: {suspiro} Lo siento

De pronto llego Elaine...

Elaine: Estoy lista

Egan: Vámonos antes de que se nos haga más tarde -se dio la vuelta y se fue tomado de la mano de mi Madre-

Elaine me miró apenada, pero no le dije nada y preferí seguir mi camino a la limusina...

Narradora:

En el gran hotel donde usualmente se hospedaban los socios en Megadozer, se podía observar grandes banquetes y mesas elegantes, y en medio de la sala se podía observar una mesa con cinco sillas de un lado de ella, y el otro lado vacío.

En el gran hotel donde usualmente se hospedaban los socios en Megadozer, se podía observar grandes banquetes y mesas elegantes, y en medio de la sala se podía observar una mesa con cinco sillas de un lado de ella, y el otro lado vacío

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En el balcón que se encontraba justo sobre la entrada a la recepción, se veía a una castaña que estaba pensativa mientras veía a su padre hablar con sus colegas junto a la puerta para recibir a los invitados...

???: Espero que tu hija tome la mejor decisión Rastus

Rastus: Claro que sí Adelphos. Aunque eso es lo de menos, mi hija tomará la que considere correcta y yo la apoyare incondicionalmente -la sonrisa no se quitaba de sus labios-

Estaba entusiasmado, feliz, pero sobre todo orgulloso de su pequeña niña de ojos igual de hermosos que los de él...

Adelphos: Siempre he admirado tu amor hacia tu hija, Rastus. A veces hasta siento que mi amor como padre es una partícula a comparación del tuyo -dijo divertido-

Rastus: ¿Qué puedo decir? Ella es el amor de mi vida, junto con Falana y mis otras hijas

Adelphos: Lo malo es que los padres no son el amor de sus vidas de las hijas -mencionó triste, lo que desconcertó al contrario-

Caminare junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora