Capítulo 9: La Niña de Papá, El Hermano Grosero

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Narra Diane:

Han pasado 3 días desde que tuve esa charla con King; desde ese día siempre está conmigo en el almuerzo y al salir de la preparatoria, me da pequeños regalos para así no llamar la atención de los demás.
Hoy había quedado con mi papá de ir a ver su trabajo en las industrias, después de eso iría a ver a Kelemen y Urías en la plaza.
Llegué con mi padre y lo encontré sentado en su escritorio escribiendo algo...

Rastus: ¡Princesa! ¡Ven, pasa! -dijo feliz con una sonrisa mientras con su mano me hacía la seña de pasar-

Pasé y me senté en la silla de enfrente de su escritorio...

Diane: ¿Para qué necesitabas verme papá? -pregunte confundida-

Rastus: Bueno...sólo te quedan 4 días para elegir si firmar o no el contrato y me pidieron que te mostrará un poco de lo que sería tu trabajo, claro si tú quieres

Diane: ¿Me tomará mucho tiempo? -pregunte apenada-

Rastus: No mucho, ¿Porqué lo preguntas?

Diane: Es que quedé con unos amigos en ir a la plaza a platicar

Rastus: Aaa bueno. Entonces empecemos para terminar lo antes posible; sólo sígueme -dijo y empezó a caminar hacia la puerta-

Seguía sus pasos como si fueran los míos (pisaba donde el pisaba); cuando era niña miraba a mi padre como un rey, alguien que sería todo para mí, y nunca me había dado vergüenza decir que soy la "niñita de papá", incluso me sentía orgullosa de eso. Cuando era niña soñaba con ser como él, y eso no cambió hasta que empecé la secundaria. Creo que crecí con respecto a esa idea.
Con él sólo tenía recuerdos felices y relucientes...

Flashback...

Tenía sólo 9 años cuando él y mi madre me dijeron algo que cambiaría nuestras vidas.
En un parque como casi todos los días, jugaba con mi papá al caballito. Yo sobre su espalda y él corriendo por todo el área de juegos; mi madre riendo mientras nos perseguía para que no me cayera...

Rastus: ¡Rooooaaahg! ¡Este caballito se ha vuelto un feroz dragón! -dijo con alegría-

Diane: Jajajaj ¡Sí, Señor Dragón!

Rastus: ¡Rooooaaagh!

Falana: Jajaj cuidado ustedes dos. Sujetate bien mi niña, no vayas a dejar que la pequeña se caiga ¡Rastus! -no entendía bien si estaba preocupada o se moría de risa como nosotros y la trataba de contener-

Rastus: Jajaja tranquila Falana -dijo mientras paraba y se giraba para ver a mi mamá- ¿Cómo crees que voy a dejar que mi preciosa princesa se lastime? -dijo mientras me bajaba de su espalda y me tomaba en sus brazos- si es lo más grande orgullo

Falana: Jajaja lo sé Amor, pero puede que estés tan feliz jugando con ella que se te caiga por accidente -dijo mientras se acercaba y acariciaba mi cabeza-

Diane: Jajaja mi papá no dejará que nada malo me pase, ni tú tampoco mamá -dije sonriendo mientras miraba a mis padres-

Falana: Pues claro que no mi amor, por eso estoy detrás de ustedes -dijo dándolo un suave golpe en la mejilla a mi papá y jalandome levemente mi oreja- cuidando que no les pase nada

Nos soltó, y yo y mi papá nos sobamos...

Rastus: Jajaja pues claro que nunca dejaremos que nada malo te pasé. Eres lo más sagrado de nuestras vidas, junto a tus hermanas. Aunque a ti nunca te quitarán el lugar de Princesa de nuestro corazón que te corresponde a ti, sólo a ti mi Princesa -dijo mientras juntaba su mejilla con la mía-

Caminare junto a tiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora