Lo Difícil De Amar

25- Sinseridad

Era el día siguiente después de que arreglaron el malentendido. Hoy en la mañana Emilio le mandó mensaje a Joaquín diciéndole que quedó de verse con Julia a medio día, le preguntó si quería acompañarlo para presentarsela, Joaquín aceptó la invitación pues sentía mucha curiosidad por conocer a Julia.

Va al baño de su habitación, para bañarse y cambiarse por algo más decente. Una vez listo sale del baño y baja directo a donde se encuentra su madre a quien saluda con un beso en la mejilla. — Voy a salir con Emilio y una amiga de él, regresó más al rato

— Está bien hijo cuidate y me mandas mensaje cuando estés con él.

Joaquín asiente le da otro beso en la mejilla a su madre y sale de casa caminado directamente a la cafetería donde quedaron de verse. Después de caminar por un poco más de diez minutos, llega al lugar de inmediato entra al local dejando ver la bonita decoración que tiene, busca con la mirada a su novio pero no logra verlo, supone que no a llegado así que se sienta en una de las mesas que están en la esquina de la cafetería que tiene como asiento una especie de sillones. Casi de inmediato que se sienta una de las meseras del lugar se le acercan a pedir su orden, decide pedir sólo una rebanada de pastel y un capuchino. Algunos momentos después llega la mesera con su orden él agradece.

— Supongo que eres Joaquín el novio de Emilio ¿no? —pregunta una joven, Joaquín solo asiente —Mi nombre es Julia creo que te hablo de mi

— Oh claro, digamos que fue más de hablar —ríe al recordar el mal entendido, Julia se sienta enfrente de él

— Me habló de que malinterpretaste el hecho que le di mi número, no te preocupes no tengo dobles intenciones, además que no me gustan los hombres —se encoje de los hombros

— Entiendo, y enserio lamento el malentendido, reaccione muy mal y me arrepiento de eso

— Veo que ya se conocieron y al parecer se llevan bien —interrumpe la plática Emilio, mientras se sienta a lado del castaño

— Claro que si desde que me contaste de él supe que era un encanto total y mira no me equivoque —comenta Julia

— Yo te dije que era una belleza total y muy tierno —dice Emilio haciendo sonrojar aún más a Joaquín

— Podrían dejar de hacerme sonrojar por un momento —pide— Por favor

Ambos acompañantes asienten, para fortuna de Joaquín la mesera llegó para pedirle sus órdenes al rizado y a la joven una vez que lo hizo, cambiaron de tema totalmente conociendo un poco más a Julia. Por ejemplo que es un año mayor que ellos estudia diseño gráfico, entre otras cosas.

Después de una larga platica, Joaquín siente necesidad de ir al baño le avisa a ambos que ahora regresa, recibe un asentimiento como respuesta, se levanta de su asiento y va directo al baño, mientras hace sus necesidades Emilio y Julia comienzan a platicar.

— No le has dicho ¿verdad? —pregunta la joven, Emilio niega— Debes decirle si no será peor y tú mejor lo sabes, Joaquín se ve que es muy lindo pero también se le nota su carácter, además tú me dijiste que una vez te dijo que no te iba a perdonar una, y creeme lo que te digo si se llega a enterar por alguien más será mucho peor que si tu se lo dices.

— Lo pensé y creo que si seria lo mejor pero la situación es que no se como decirle

— ¿Decirme qué? —pregunta el castaño llegando justo a lado de la mesa — Te pregunté algo ¿qué es lo que no sabes como decirselo? ¿Acaso es algo malo?

— Podremos hablar de eso más al rato ¿por favor? Amor —súplica, Joaquín lo mira un poco mal pero al final asiente a la propuesta.

Pasan algunos momentos más platicando con Julia hasta que le marcan a su teléfono pidiéndole que regrese a casa, se despide de ambos jóvenes y sale de la cafetería.

— Y bien ¿ya me dirás que me ibas a decir? —pregunta curioso

— Esta bien amor, pero podemos ir a un lugar más privado no quiero que nadie nos interrumpa, pero me gustaría que dieras tus conclusiones una vez que termine de decirte —pide, Joaquín lo mira sin expresión alguna, mientras él paga la cuenta de la cafetería y salen del lugar caminando en silencio

— ¿Debo preocuparme por lo que me dirás? —pregunta Joaquín rompiendo el silencio y deteniendo el paso.

— Por supuesto que no te debes preocuparte bonito —le acaricia la mejilla, entrelaza sus manos siguiendo caminando. Después de más de quince minutos caminando, llegan a la casa de Emilio, entran sin soltarse de las manos, él mayor los guía hasta llegar a la terraza de la casa, se sientan en el sofá de dos quedando frente a frente.
Emilio suspira — Muy bien como te dije necesito que no me interrumpas y escuches todo lo que te tengo que decir 

— Esta bien Emi

— Cuando te fuiste a Uruguay con tu papá recuerdas que me dijiste que fuera la fiesta de fin de semestre —él castaño asiente— Aunque una parte de mi no quería ir la termine haciendo, llegué a la fiesta y estaba un poco aburrido así que fui a la barra de bebidas, comencé a tomar poco a poco, pero llegó un punto dónde exagere, comencé a sentirme un poco mareado, entonces estaba bailando encima de una mesa yo solo cuando baje fui por algo de beber y... —hace una pausa y suspira para continuar—... Una joven de pelo rojo se me acercó y solo recuerdo hasta ahí, al otro día desperté en una habitación de la casa solo con los boxers y nada más puesto —nota como la expresión de Joaquín cambia a una totalmente seria y con el ceño fruncido— Luego de eso recibí mensajes diciéndome que si quería saber lo que en realidad pasó, por eso fui a la fiesta del otro día, y el día que tú y yo tuvimos ya sabes que, me llego otro mensaje pero no fui porque sabía que si te dejaba ahí jamás me lo perdonarías, además que tenía que decirte la verdad. Perdón si tarde tanto.

Joaquín se queda en silencio unos momentos teniendo un debate mental, suspira— No sé ni siquiera que decirte, pensar en la posibilidad de que me engañaste me hace sentir muy mal y algo furioso, creeme que estoy haciendo todo lo posible para no gritarte. Pero lo que no puedo hacer es decirte que todo va a seguir igual, necesito pensar las cosas, espero y de verdad lo entiendas.

— Lo entiendo, intento ponerme en tus zapatos y enserio que no me lo imagino, tomate el tiempo que necesites para pensar las cosas y enserio agradezco que no tomaras una decisión precipitada. — entrelaza su mano con la de Joaquín acercando la para darle un beso en esta.

— Tengo que irme — se levanta del sofá deshaciendo el agarre sus manos y sin más sale de la casa de Emilio.

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2/6