23- Conflicto

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Joaquín despertó por eso de las nueve de la mañana se levantó de su cama, se desvistió, se colocó la bolsa para el yeso y se metió a dar una ducha. Al salir se vistió con un suéter rojo algo holgado, un pantalón negro y unos tenis blancos, peino un poco sus risos, miró la hora y se dio cuenta de que tardó mucho menos tiempo que al principio de cuando traía el yeso. Salió de su cuarto bajo las escaleras, entró a la cocina y vio a su madre preparando el desayuno, la saludo con un beso en la mejilla.

— Se ve muy rico el desayuno —comenta, cuando su madre coloca su desayuno enfrente de él.

— Gracias hijo —responde sentándose justo enfrente del castaño— Supongo que vas a ir con Emilio ¿o no?

Asiente lentamente— Le marque cuando me desperté, pero no me contesto —encoje los hombros— Yo creo que se desveló anoche o solo llego cansado por el viaje y sigue durmiendo.

— Ya veraz que si no te preocupes, verás que tiene una explicación. Ve con él pero te quiero aquí antes de que llegue del trabajo, quiero cenar contigo ¿de acuerdo? —Joaquín asiente

El desayuno pasó bastante tranquilo, hablaron de un par de cosas. Una vez que terminó el castaño se despidió de su progenitora y salió con rumbo a casa de su novio.

Luego de más de quince minutos caminando, llega a la casa, toca el timbre y momentos después la puerta es abierta por su suegra, la saluda y entra a la casa.

— Emilio sigue durmiendo, supongo que ayer llegó muy tarde de la fiesta que fueron ¿no? —menciona y Joaquín la mira con el ceño levemente fruncido.

Él castaño asiente, sube las escaleras rumbo a la habitación de Emilio, ni siquera se molestó en tocar la puerta pues sabría que no le contestaría. Al entrar a la habitación vio a Emilio acostado solo en boxers y toda su ropa regada en el piso, se acercó a él, se sentó en la cama y comenzó a moverlo, escucha como suelta un gruñido.

— ¡Mamá déjame dormir! —exclama y se tapa la cabeza con las cobijas

— Primera no te voy a dejar dormir, así que ya levántate y segunda no soy tú mamá soy Joaquín —le arrebata las cobijas— Anda le ya levántate —sube el tono de voz

— No grites me duele la cabeza y todo me da vueltas —se tapa con la almohada la cabeza

— Así que si fuiste a una fiesta y tomaste bastante como para estar crudo —reprocha un poco molesto

— No necesito decirte que voy a hacer todo el tiempo Joaquín, somos novios no eres mi dueño —murmura sin ver a Joaquín

— De acuerdo, no te molestaré más con el tema — lo dice un poco dolido, se levanta de la cama— Creo que no es un buen momento, mejor me regresaré a casa que descanses —sin mas sale de la habitación, baja las escaleras.

— Hijo ¿qué pasó? Creí que te quedarías más tiempo —pregunta la madre del rizado

— No Emilio está crudo y prefiero dejarlo descansar, entonces mejor me regreso a casa —menciona y le da un beso en la mejilla de manera de despedida y sale de la casa

La rubia se queda extrañada por la actitud de Joaquín, pero le resta importancia, continúa viendo la televisión, cuando escucha como Emilio baja las escaleras

— Ma' ¿y Joaquín donde está? —habla mientras se termina de colocar la misma ropa de ayer

— Se fue hace unos minutos, dijo que estabas crudo y te quería dejar descansar que era mejor irse —contesta y de inmediato sale Emilio corriendo de la casa

Corre algunas cuadras, hasta que logra ver una silueta que conoce muy bien, se acerca a ella, lo toma del hombro y le da la vuelta.

— ¿Qué quieres Emilio? Ya te deje dormir y de molestar ahora déjame irme a mi casa —se interna dar la vuelta para irse pero, lo toman del bar o evitando que lo haga

— De acuerdo lo lamento de verdad lo hago, no debí hablarte así, enserio que si lo siento —lo toma de las mejillas— ¿Podrías perdonar a este hombre un poco menso?

Joaquin asiente y casi al instante siente los labios de Emilio sobre los suyos, gustoso acepta el beso y comienza a mover sus labios al ritmo que marca el rizado. — ¿Quieres venir a mi casa y pasar un rato juntos?

— Mhhh que propuesta tan tentadora me estas haciendo —Joaquín ríe mientras niega— No sé si me dejen ir, ya que salí como loco de mi casa por venirte a corretearte, hasta me puse la misma ropa de ayer

— ¿Desde cuándo pides permiso, tú solo avisas? Pero si a esas vamos dame tu teléfono y yo le marco a mi suegrita. Y de la ropa si me di cuenta

— Márcale desde tu teléfono, si tanto quieres que vaya —le da un beso en la mejilla, Joaquín lo mira indignado y con el ceño fruncido— Bueno ya me acorde que no traes teléfono, yo no te lo voy a dar a si que si quieres buscarlo allá tú —levanta las manos de manera de inocencia

Joaquín lo mira con una ceja alzada e introduce su mano dentro del bolsillo delantero, saca el teléfono y cuando iba a desbloquearlo se da cuenta de que tiene un papelillo en la pantalla así que lo toma le da la vuelta y ve escrito un numero de teléfono y un nombre.

— Sabes que ya no quiero que vayas a mi casa —Emilio iba a preguntar pero él continuó— Vete con Julia, por algo te dio su número ayer que fuiste a la fiesta ¿no? —avienta el teléfono y este cae en el pavimento, se voltea y comienza a correr

— No Joaquín, no es lo que piensas te juro que no es así —corre detrás del castaño, una vez que lo alcanza lo obliga a detenerse y darse la vuelta para poder verlo— A ver no es eso solo es una amiga

— ¡Suéltame! Emilio ¡suéltame ya! Por favor ahorita no quiero hablarte ni verte, si no voy a hacer algo que no, hablamos cuando esté más tranquilo, suéltame —Emilio lo suelta y de inmediato Joaquín se va

Comienza el regreso a casa, recoge su celular el cuál tiene toda la pantalla estrellada, entra a su casa y de inmediato se va a su habitación ignorando los llamados de su madre, preguntándole que paso.

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¡Últimos capítulos!

Bueno al parecer wattpad no encontró nada malo y me regreso la historia.

Gracias por leer

Los amo 💜

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