5.-Sin mas pistas(editado)

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Kendrik Mackenzie

Al despertarme lo primero que trate de buscar a la chica de cabellos rojizos para ver si ya había entrado en sí, pero no fue una sorpresa que ella se encontrara aun en la cama.

Cuando estaba a punto de levantarme alguien abrió la puerta.

-Señor, no sabía que se encontraba aquí-dijo Dalia sorprendida.

-Ya te dicho que me llames por mi nombre, Dalia-lo dije soltando lo que parecían un intento de bostezo-mi nombre es Kendrik, KENDRIK, Dalia- tratando de resaltar mi nombre.

-Claro mi señor, conozco su nombre a la perfección- La señora de gran cabellera blanca me miro divertida y paso sobre mí, solo pude mover la cabeza en desaprobación- revisare sus heridas mi señor Kendrik-tratando ella escucharse más altanera, solo pudo darme gracia.

-En ese caso, mejor solo dime señor-lo dije sin evitar que una carcajada saliera de mis labios, para después salir de la habitación donde se encontraba la chica y dirigirme a mis aposentos para tomar un baño.

Al terminar de asearme me dirigí con Thomas el cual se encontraba coqueteando con una de las chicas de la cocina, al verme que iba exactamente a hablar con él, se despidió de la chica, la cual se alejó aparentemente enojada.

Solté un largo suspiro antes de dirigirle la palabra.

-Thomas, ya sabes si una de esas chicas, sale preñada, te obligare a casarte con ellas-se sentía el tono de amenaza en mi voz.

-Lo sé, lo sé, no te preocupes, vamos ya dime que vamos a hacer hoy-dijo quitándole toda la atención al asunto.

Me voltee para dirigirme a las caballerizas y el me siguió.

-Hoy, mi querido Thomas, iremos a investigar, necesito una gran variedad de hombres, busca a los mejores rastreadores y a los que les tengas más confianza, que estén listos cuanto antes para nuestra partida-después de lo dicho él se retiró con prisa y yo me dirigí al castillo.

Pedí algo rápido para comer, desayuné de la manera más rápida posible para luego ir a hacer lo planeado.

Saliendo vi que el grupo de hombres ya se encontraba listo para partir, le hablé a una de las criadas y le dije algo en el oído ella de dirigió con rapidez a hacer lo que le había solicitado, llegando unos minutos más tarde me trajo la bolsa de cuero la cual la colgué en mi hombro y me subí a mi caballo listo para salir.

Era fácil reconocer a dónde íbamos, pero Thomas no dejaba de preguntar, cuando se lo proponía podría ser igual a un niño, al no darse cuenta de a dónde nos dirigíamos solo deje que siguiera molestando, hasta que llagamos a nuestro destino.

Con Thomas entendiendo al fin a donde habíamos llegado se dignó a por fin cerrar el pico, y yo di instrucciones.

-Están aquí porque los considero mis hombres más leales-la manera en la que ellos me miraban desprendía orgullo estaban dignos de estar en esa posición.

-Ayer nos encontramos a una joven la cual ha sido atacada por los hombres de Blanqpur, no sabemos quién es, pero ella podría ser importante, quiero que busquen cualquier indicio de pelea, si encuentran algún rastro de la presencia de la chica- ellos solo asentían a las ordenas dadas por mí.

Saque la ropa que la criada me había dado en la bolsa y se la di a los hombres que se encargaban de los sabuesos- Esto le pertenece a la chica les ayudara con el rastro- asintieron y todos se dirigieron a sus labores.

Con un grito llame la atención de los hombres que ya se dirigían a cumplir con mis órdenes -Otra cosa más esto queda entre nosotros, si ella es el blanco de Blanqpur no podemos más que protegerla, al menos hasta saber quién es y eso será hasta la chica despierte- y por lo que Dalia ha dicho podría ser de 3 a 6 días, tengo que asegurarme que no vaya a provocar un conflicto en mi clan, eso es lo primordial, el siempre hecho de haber atacado a los hombres de Blanqpur nos va a ocasionar problemas, pero eso se puede esconder de diferentes maneras.

De camino hacia la verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora