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Baekhyun descubrió que un CEO joven y muy ocupado había comprado al miembro más joven de la antigua manada de Chanyeol. Personalmente llamó al hombre y lo invitó al palacio al día siguiente (ser la prioridad de todos era una gran ventaja de ser el príncipe). Sin embargo, el encuentro no fue como Chanyeol había esperado.

El híbrido se llamaba Sehun. Su cabello y cola eran de un color plateado claro, casi blanco, y estaban arreglados y peinados con cuidado. Era deslumbrante, desde su impecable piel clara hasta sus rasgos hermosos y sus ojos azules. Baekhyun se preguntó cuánto dinero habría costado. Probablemente lo habían vendido en una subasta en línea por una fortuna. Llevaba ropa sencilla, pero visiblemente cara, y una cadena de plata con una placa alrededor del cuello.

Los ojos de Sehun se abrieron cuando vio a Chanyeol en el jardín y corrió a sus brazos con urgencia. Baekhyun sintió una punzada de culpa en su corazón cuando vio la emoción en su abrazo. Les permitió tener algo de privacidad mientras se saludaban y se volvió hacia el dueño del otro híbrido.

–Su alteza, –dijo el hombre con una profunda reverencia. –Es un gran un honor conocerle.

–Es un honor conocerlo también, Kim Junmyeon, –dijo el príncipe.

–Estaba tan sorprendido por su llamada, yo... –Junmyeon se detuvo y Baekhyun pudo ver su vacilación. Tenía reuniones frecuentes con hombres y mujeres del estado de Junmyeon, pero nunca había llamado al azar a uno de ellos para traer a su mascota. Especialmente no cuando nunca se habían conocido.

–Entiendo que es un poco extraño, pero Chanyeol está realmente nostálgico, y pensé que ver a sus viejos amigos le animaría.

Junmyeon asintió con la cabeza. –Sehun también ha sentido nostalgia. Solía ​​decir nombres mientras dormía los primeros días que lo tuve. Pensó que iba a ponerlo en una jaula y nunca dejarle ver el sol, –dijo con una sonrisa.

El príncipe lo invitó a sentarse en una de las mesas del jardín. Le trajeron té, bocadillos, y agua y golosinas para los híbridos. Sehun estaba hablando emocionado con Chanyeol, y por lo que parece, a Chanyeol no le gustaba lo que estaba escuchando.

–... y su departamento es enorme! Él lo llama Pent-house, ¿creo? O algo así. ¡E hizo que la terraza se convirtiera en un jardín cuando le dije que extrañaba la tierra! Por supuesto que no es tan grande como este palacio, pero me encanta, –dijo Sehun, sonriendo.

Chanyeol, por otro lado, parecía haberse quedado sin palabras.

–¡Oh! Incluso tiene a una criada que va conmigo al parque todos los días, he conocido tantos híbridos allí, pero ninguno es de nuestra manada. Sin embargo, la comida aquí, wow, si me hubieran dado una probada, no habría peleado tanto resistiéndome cuando nos capturaron.

–Sehun parece muy feliz contigo, –Le dijo Baekhyun a Junmyeon, quien miraba con cariño a su híbrido que estaba hablando de él.

–Lo es. –El empresario sonrió. –Y yo también, preferiría que mi empresa se declarara en bancarrota antes que renunciar a él.

Baekhyun asintió con la cabeza. Junmyeon era exactamente el tipo de hombre para el que habían sido creados los híbridos: demasiado ocupado como para salir y formar un verdadero vínculo con un humano y demasiado rico para ser notado por algo más que su dinero. Los híbridos se enamoraban fácilmente, eran hermosos y leales. Las personas como Junmyeon estaban más que felices de pagar cualquier suma por una pareja como esta.

***

Más tarde esa noche, Chanyeol se sentó silenciosamente en frente de la ventana del cuarto de Baekhyun, mientras el príncipe estaba sobre la cama usando su laptop. Todo se había quedado en completo silencio desde que Sehun y Junmyeon se habían ido.

Por supuesto que conmocionaría su espíritu rebelde que alguien de los suyos le dijera que era feliz estando en "cautiverio" pensó Baekhyun. Suspiró, pateó las sábanas y fue a sentarse en el suelo junto a Chanyeol, quien no se movió ni se percato de su presencia.

–Chanyeol, tengo que decirte la verdad.

–¿Sobre qué? –dijo el híbrido sin mirarlo.

–Sobre ti y los híbridos... puede que Sehun no sea el único viviendo felizmente, ¿sabes?

Las cejas de Chanyeol se fruncieron. No dijo nada.

Baekhyun, no obstante, empezó a hablar. Chanyeol merecía saber el origen de su propia raza, ¿cierto? Los híbridos habían sido creados desde hace muchas décadas, para satisfacer el incremento de la demanda de acompañantes sexuales que eran más leales y fáciles de manejar, ya que las relaciones humanas decaían más cada día, especialmente entre los millonarios.

Se les habían dado todas las características y comportamientos atractivos de los animales, y su amor era extremadamente más fácil de ganar tratándolos bien, al igual que las mascotas. Por un tiempo, pareció funcionar perfectamente, hasta que las compañías tuvieron la gran idea de hacerlos más inteligentes, para que así puedan ser capaces de cuidarse a si mismos y realizar tareas como cocinar e ir a la tienda para comprar comestibles. Lo que ellos pasaron por alto era que, con más inteligencia, sus sentimientos también se volverían más complejos.

La guerra empezó unos años después. Muchos híbridos lucharon por sus derechos de vivir libremente entre los humanos mientras otros se escaparon y se escondieron, separándose completamente de los humanos, y, con el tiempo, crearon sus propias costumbres y culturas. Chanyeol debía ser parte de la quinta o sexta generación de híbridos salvajes.

Al menos, los gobiernos acordaron firmar la paz y cerrar los laboratorios donde fueron engendrados, a cambio de tener un número establecido de híbridos que serían regularmente capturados para ser vendidos a los humanos.

Los híbridos eran como animales domésticos. Fueron hechos para vivir con humanos, lo cual era el porque muchos, como Sehun y Jongin, disfrutaban sus vidas.

Chanyeol estaba acurrucado en una bola cuando Baekhyun termino, abrazando sus rodillas y escondiendo su cara. Baekhyun palmeo su espalda con preocupación.

–Aw, Chanyeol, ¡no te pongas así! Solo déjame amarte y hacerte feliz, –dijo suavemente.

Chanyeol alzo la cabeza. Sus orejas estaban caídas y tristes. –¿Realmente piensas que los otros también son felices?

–No lo sé. –Baekhyun apartó el flequillo de su cara. –Aunque, lo averiguare, no te preocupes.

Chanyeol gruño y se dejo caer, inclinando su cabeza sobre el muslo de Baekhyun, el resto de su cuerpo tumbado sobre el suelo. Baekhyun no sabía que significaba, pero paso sus dedos entre los cabellos del lobo, y Chanyeol cerro sus ojos. El príncipe sonrío, con su corazón derretido. Sigue acariciando lentamente su cabello, y solo cinco minutos después Chanyeol se quedo dormido, y Baekhyun tenía que estar en la misma posición por casi una hora, para simplemente no interrumpir aquella tierna vista.



😘

Palace Pet Wolf || Chanbaek [Traducción]Where stories live. Discover now