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Baekhyun se miró críticamente en el espejo una vez más. Era la mañana en que se suponía que debía volver a su horario diario. Sin embargo, su padre le había pedido que cancelara sus clases matutinas y desayunaran juntos. No sabía qué esperar. Aparentemente no quería regañarlo, ya que no lo convocó a la sala del trono, pero Baekhyun sabía que el rey no dejaría pasar desapercibida su desaparición.

Se había cubierto los chupetones en el cuello con corrector. Su maquillaje era de excelente calidad, su piel se veía perfecta. Su camisa de manga larga y su pantalón de vestir ocultaban el resto, aunque tenía que tener mucho cuidado con los moretones en sus muñecas para que no fueran vistos.

Chanyeol lo miraba con las orejas caídas mientras se preparaba, todavía disculpándose por lo que había hecho.

–Deja de parecer un cachorro pateado, Chanyeol, estoy bien, –dijo Baekhyun, viéndolo a través del espejo. Le calentó el corazón que el lobo estuviera tan preocupado de que lo lastimaran.

Chanyeol dejó escapar un gemido como el de un perro y no dijo nada. Se levantó del suelo para seguir a Baekhyun, pero el príncipe se dio la vuelta y levantó una mano. –No vengas conmigo, es mejor si mi papá no te ve ahora... No está muy contento contigo.

–¿Por qué?

–Todo el incidente de Juzheng... Ve a visitar a Yixing y Jongdae o algo así, te buscaré una vez que termine de hablar con mi padre. –Baekhyun fue de puntillas para besar la mejilla de Chanyeol y rápidamente se alejó.

Chanyeol no se sintió bien por estar separado de Baekhyun tan pronto. Quería mantener a su compañero cerca de él y-

Compañero.

¿Baekhyun era su compañero?

Baekhyun era un humano, quien no podía darle cachorros y que se llamaba a si mismo su dueño. También se apresuraba en apartarlo cuando lo llamaban sus deberes reales, y Chanyeol se sentía como un accesorio. Como la mascota que aparentemente había sido diseñado para eso.

–Estuviste enfermo por tres días, –dijo el rey, mientras los dos se sentaban en el enorme comedor, el desayuno ya estaba servido. La reina no se había unido a ellos. –Tan enfermo que no puediste venir a comer.

–Sí, padre, –respondió Baekhyun sin dudarlo, sirviéndose un poco de pescado guisado con sus palillos.

–Tu híbrido tampoco fue visto por ningún lado.

–Él me acompañó. Eso es lo que hace, –el príncipe continuó mintiendo a la ligera. Su padre no tenía ningún motivo para acusarlo de nada, incluso si su tono escéptico revelaba que no había creído su historia ni por un segundo.

Baekhyun no era un hijo rebelde. Había tenido sus episodios de odiar a sus padres y a su título, como cualquier adolescente normal, pero evitar sus deberes y esconderse en su habitación nunca había sido un comportamiento habitual.

El viejo lo fulminó con la mirada. –Le pedí a una de las criadas que escuchara por tu puerta.

El príncipe casi se atragantó con su comida. Tosió ruidosamente y tomó un sorbo de jugo. –¿Enviaste a una doncella para espiarme? –dijo indignado.

Su padre se encogió de hombros. –Discúlpame por preocuparme por mi hijo.

–Oh, ¿ahora te preocupas por mí?

–Por supuesto, Baekhyun. Ella dijo que escucho gritos y gruñidos.

Las mejillas de Baekhyun se calentaron. Hubo un tenso silencio.

–Dime, ¿ella mintió? Porque si dices que no es verdad despediré a esa empleada al instante. No necesito mentirosos en nuestro personal.

El chico suspira. No permitiría que una empleada inocente sea castigada por su culpa. –Ella no mintió, papá. Ella debe haber escuchado que estábamos riéndonos. Chanyeol estaba tratando de hacerme sentir mejor.

–¿Gruñendo?

Baekhyun aclaró su garganta. –...Si.

El rey lo observó de cerca. –Estabas aullando de risa, pero no podías bajar a cenar, y te negaste a ver a un médico. Abandonaste todos sus deberes durante tres días, y no pudiste molestarte en cancelar personalmente tus horarios y ofrecer una disculpa... pero podías aullar de risa.

Baekhyun bajo la mirada y no dijo nada.

–No te llamé para regañarte o interrogarte, Baekhyun, estoy dispuesto a dejar todo esto, y nunca volver a mencionar a tu híbrido, bajo una condición.

Baekhyun tragó saliva y alzo la mirada. Ahí estaba, la verdadera razón de este desayuno. –¿Qué es?

–Que te disculpes con el príncipe Juzheng y darle una oportunidad de cortejarte.

–Papá, ¡él intento tocarme!

El rey estaba impasivo. –Lo sé, y él accedió a disculparse por eso cuando lo llame.

Baekhyun muerde su labio. Sabía que lloriquear no ayudaría en este caso, y su mentira ya se estaba desmoronando. Él asintió solemnemente. –Muy bien, me disculparé.

*

Chanyeol se encontró con Baekhyun nuevamente a la hora del almuerzo, el príncipe lo trajo a su comedor privado en su área del palacio. Era más pequeño que el principal, y mucho más acogedor, sin el imponente techo alto y los muchos asientos vacíos. A veces la madre de Baekhyun se unía a ellos, lo que a Chanyeol no le importaba. Ella siempre hablaba con él con respeto y lo incluía en sus conversaciones, a diferencia del padre de Baekhyun, quien lo trataba como si no fuera más que un perro.

–¿Tu padre estaba enfadado? –Chanyeol le pregunto a Baekhyun desde la esquina de la mesa.

El príncipe hizo una mueca. –Más o menos, pero hicimos un trato. Me dejara en paz si me disculpo con Juzheng y lo veo de nuevo.

Chanyeol abre ampliamente sus ojos. –¿Qué? –Gruñó.

–Lo sé, pero era la única manera.

–¡No! No puedes ver otra vez a ese príncipe, no lo permitiré, –Chanyeol dijo en un tono de orden. Al diablo con los humanos y sus convenios, tenía un reclamo sobre Baekhyun. Este era su humano, su compañero, ¿y se supone que lo dejaría ser cortejado por un pervertido?

Baekhyun arqueó sus cejas. –¿Perdón?

–No puedes. ¡¿Olvidaste lo de la última vez?!

Baekhyun intentó una sonrisa calmante. –Me encargaré de él, no te preocupes por mí.

Chanyeol empujó su plato vacío a un lado y lo miró muy en serio. –Si se acerca de nuevo, lo mataré esta vez. Te lo advierto, –dijo lentamente.

Al príncipe no le causaba ninguna gracia. –Chanyeol, ¿qué te pasa? –preguntó, arrojando una servilleta con rabia. –El hecho de que te haya ayudado con tu celo no significa que ahora puedas actuar como un alfa conmigo. Sé lo que estoy haciendo, –dijo en un tono bajo pero firme.

–¿Me ayudaste? ¿Eso fue todo?

Baekhyun se rió un poco torpe. –¿Hay algo más? –Chanyeol miró hacia otro lado e intentó fingir que sus palabras no dolían. –¡Escucha, tengo buenas noticias! –él continuó.

–¿Qué es? –preguntó el lobo sin entusiasmo.

–Mi padre me puso a cargo de supervisar nuestras relaciones con Arietes, –dijo el príncipe, usando el nombre que los híbridos de ciervo habían elegido para su tierra. –Y te estoy haciendo mi embajador.

Chanyeol inclinó la cabeza hacia un lado. –Emabaja- ¿qué?

Baekhyun se rio. –Embajador. Significa que nos representarás y tratarás con el príncipe Luhan u otros funcionarios en mi lugar, y te asegurarás de que todo vaya de acuerdo con la ley. Dijiste que querías hacer algo y pensé que serías perfecto, ya que tienes más información sobre lo que es ser un híbrido.

–Oh...

Baekhyun tomó la mano del lobo sobre la mesa. –Podemos hacer todo lo posible para que la paz funcione.

–Paz. –Chanyeol puso los ojos en blanco y retiró la mano. –No soy un político como tú, pero no hace falta ser un genio para darse cuenta de que mientras nos sigan atrapando y encadenando no habrá una verdadera paz. –Se puso de pie y se alejó sin decir una palabra más.

Palace Pet Wolf || Chanbaek [Traducción]Where stories live. Discover now