Espadas y hechicería: nada de mineral

Capítulo 30: El maleficio de la tarea

El maleficio de la tarea

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Iris se puso de pie de golpe cuando alguien llamó a la puerta de la oficina de McGonagall.

Hoy era el día en que ella y la profesora McGonagall se reunirían con varios periodistas para entrevistas.

La propia profesora McGonagall levantó la vista de los papeles que estaba calificando, luego sacó un reloj de bolsillo y lo comprobó.

"Un poco temprano", comentó mientras se levantaba de su escritorio y se dirigía a la puerta.

Lo abrió, e inmediatamente intentó cerrarlo de golpe, provocando un grito de quien acababa de empujar el pie hacia la puerta.

"¿Qué pasa, Gilderoy?" McGonagall preguntó con cortesía venenosa, permitiendo que la puerta se abriera marginalmente.

"¿Por qué, Minerva?", La voz sedosa de Lockhart llegó a la oficina. "Un ratoncito me dijo que Iris se enfrentaría a varios periodistas hoy, y no podía soportar dejarla entrar en ese tipo de situación sin los preparativos necesarios".

"Hemos pasado por esto ... muchas veces, Gilderoy", dijo McGonagall en su tono 'sin sentido' que solía reservar para los estudiantes que se portaban mal. "La señorita Potter se ha preparado para estas entrevistas, y yo estaré allí para asegurarme de que los periodistas se mantengan en línea con sus preguntas".

"Ah, pero Minerva, no sé si tienes la experiencia requerida para lidiar con el tipo de personas difíciles que los periodistas tienden a—"

"He leído la biografía de todos los que dan entrevistas hoy". McGonagall cortó el discurso ascendente de Lockhart. "Todos y cada uno de ellos eran estudiantes de Hogwarts mientras yo era profesor aquí. Eso debería significar algo para ellos, y si deciden seguir siendo irrespetuosos, puedo recordarles lo que significa ser una molestia para ustedes mismos. Hogwarts bajo mi vigilancia ".

Lockhart se rio suavemente. "Minerva, no puedes volcar las tareas en personas que no son estudiantes aquí, no es así como funciona".

"Tampoco estoy seguro de que usted sepa 'cómo funciona', profesor Lockhart". El tono de McGonagall se agudizó. "De hecho, como nuevo maestro aquí, estaría muy interesado en saber cómo van las cosas para usted".

"Oh ... Bueno, yo-"

" Ahora no , profesor Lockhart, estoy un poco preocupado hoy. Por favor escriba al menos doce pulgadas sobre el estado de sus clases. Asegúrese de incluir cualquier problema que haya tenido y las formas en que lo ha abordado".

"Yo ... pero ..."

"Y dado que claramente tienes suficiente tiempo para venir y repetir esta discusión nuevamente, creo que deberías poder terminar eso y entregármelo al final del día".

"¡No puedes hacerme esto!" Lockhart exclamó en un tono que sonaba peligrosamente cercano a un gemido.

"Soy la subdirectora de esta institución, profesor Lockhart. Asignar el trabajo al personal está dentro de mi jurisdicción. De hecho, me disculpo, te lo asigné como si todavía fueras un estudiante ..."

"Sí, no puedo ser-"

"Te has convertido en un escritor prodigioso desde que saliste de estos pasillos". McGonagall pareció cronometrar sus respuestas al vapor sobre cualquier réplica que Lockhart pudiera aportar. "Por favor, tráeme tres pies sobre tu clase al final del día. No quisiera que te sintieras limitado a doce pulgadas, como si fueras un estudiante escribiendo un informe".

"Qué-"

"Apresúrate, profesor Lockhart. Y si te veo escondite o pelo antes de que me entregues esa tarea esta noche, triplicaré su requisito de longitud. Un profesor debe ser un ejemplo para sus alumnos, y no serviría para nada". un estudiante para verte holgazanear, incluso en un fin de semana ".