Don't Leave Me

Prologe

Es el primer día de clases y sinceramente no tenía ganas de empezar un nuevo curso y menos aguantar a mis compañeros, no me llevaba bien con nadie, algunos fingían que les caías bien, otros solo te hablaban si tenían algo que pedirte y por último estaban los que ni se molestaban en fingir nada.

Llegué corriendo creyendo que era tarde y acabé llegando diez minutos antes de que el horroroso sonido del timbre sonase. Estaba agotada, tenía la ropa un poco húmeda por la lluvia ya que el paraguas no me protegía del todo bien.

Es el último curso del bachiller y tenía que decidirme de una vez que es lo que quería hacer con mi vida, tengo muchas aficiones pero ninguna me llama tanto la atención como para trabajar de ello.

Vi como poco a poco iban llegando todos los alumnos y el patio se empezaba a llenar de ruido y personas por todas partes. Corrí en dirección a mi clase cuando por fin sonó el timbre, me estaba muriendo de frío fuera y solo tenía una falda que me protegían las piernas, esta me llegaba un poco más arriba de las rodillas.

Entré a clase y miré todos los sitios que había libres, me senté delante de todo porque los asientos de atrás estaban ocupados, al parecer son solo rápidos para coger sitio al lado de sus novios y que sea lo más apartado de profesora para que no los molestasen. De todas formas daba igual, quería sacar las mejores notas, así que no quería ninguna molestia. Conforme iban llegando las personas, todos los asientos iban ocupándose, yo estaba atenta viendo quien se sentaba al lado mío esperando que no sea ninguna molestia.

Vi un chico nuevo entrar a clase, caminaba hacia mi dirección , creía que iba a sentarse a mi lado pero de repente desvía su mirada a la mesa de atrás, parece bastante tímido y creo que no conoce a nadie.

Al final Kim Young soo se sentó al lado mío, casi no sabía nada de él a pesar de que ya estuvimos un año en la misma clase. Era muy callado y pasaba siempre desapercibido entre los demás, creo que he tenido suerte de que no me haya tocado con cualquiera de los que están atrás del todo.

Empezó la clase, el profesor que había entrado será nuestro tutor por un largo año, no parecía muy simpático del todo, más bien parece como si no quisiera estar aquí dando clases a unos mocosos malcriados sin neuronas, que prefiere mil veces estar en su casa.

*Lo llamaré el amargado*

— Bien, yo seré vuestro tutor y profesor de matemáticas e historia. Me podéis llamar profesor Kim.

Teníamos que presentarnos todos, ya conocía a todos así que solo los ignoré, hasta que le toco al chico nuevo.

—Me llamo Jeon Jungkook.

Es alto, tiene el pelo de un color castaño oscuro, se le podían apreciar los músculos de los brazos y las piernas marcadas, pero tenía  la mirada de un chico agradable y un poco tímido, algo que contradice y me confunde un poco sobre cómo sería su personalidad.

*Combinación peligrosa*

A simple vista parece unos de esos yernos ideales para cualquier madre, además, también era atractivo.
Pero quien sabe a lo mejor es un idiota como los demás...

Vi como todas las chicas de atrás empezaron a susurrar entre ellas sin dejar de mirar al chico nuevo... estaba claro que tenía planeado hablarle en cuanto encontraran la oportunidad.

* Buena suerte tío, la necesitarás*

De repente el profesor interrumpió en mis pensamientos.

— Señorita! Le toca.

*¿Enserio me tenían que llamar la atención el primer día de clase?*

Me levanté tan rápido del asiento que casi pierdo el equilibrio estampándome contra el suelo pero alguien me agarró evitando el tropezón. Era Young soo.
Estaba agradecida que me hubiese ayudado y que hubiese evitado que sea la risa de toda la clase durante al menos una semana. Le sonreí y él me devolvió la sonrisa...

*Gracias*

— Me llamo Kang Eunseo