Embarazada de mi cuñado

Capitulo 22

Se hizo de noche muy pronto, las horas parecían eternas y no habia café que pudiera calmar la ansiedad que todos padecían.
-Debes tener fé mi amor- Esther abrazo a su hijo
-Estoy desesperado mamá. Fui tan injusto con ambos pensé que estarian mejor sin mi, yo crei que solo vine a complicarles la vida
-No digas eso. Tu eres el mejor regalo que la vida pudo darle a Jennifer y a mi mi amor. Mi hijo
-El doctor- exclamó Mark
-Señor Harrington su esposa aun continua en cirujia esta muy delicada tiene muchos huesos rotos, y unas hemorragias internas muy severas. Apenas salga del quirófano le vendré a informar
-¿ Y el bebé?- preguntó Esther
-Ya hicimos la cesarea esta en observación. Es un varoncito ¿Desea verlo señor Harrington?
Iván entro a la sala, el ambiente era cálido, habian muchos bebes conectados a cables pero dormian plácidamente, continuó caminando hasta una llegar a una encubadora completamente cerrada, su bebé estaba allí con una pulsera medica Jennifer Harrington se podía leer, el bebé estaba dormido y estaba conectado a varios cables y a un monitor que controlaba todo.
-Ojala pudiera cargarte mi amor. Eres lo más lindo que tengo en la vida fui completamente feliz desde el momento que supe que venías al mundo y las imágenes de tu mamá y yo abrazandonos se me vienen a la cabeza y me invaden, fuiste y serás muy amado mi pequeño, por favor no me dejes, no me dejes porque te necesito.
-Señor Harrington, disculpe pero debe esperar afuera- El doctor le colocó una mano sobre el hombro
-¿Estará bien?
-Las primeras 48 horas son importantes, esperemos que todo salga bien
Al dia siguiente Ivan no habia aceptado ninguna propuesta de ir a la casa a comer o bañarse, no podía dejar sola a su familia él se los debia por el modo en el que había actuado, pero les compensaria todo si ellos tan sólo le dieran la oportunidad.
Iván se puso de pie para ir a la maquina de café cuando un abrazo fuerte lo invadió por completo, eran unos brazos calidos que el conocia a la perfección.
-Mamá- dijo Ivan llorando -Mamá has venido
-Yo los llame- dijo Esther entrando atrás -Creí que necesitarias a tu mamá
-Gracias. Como te extrañe mamá
-Yo a ti mi amor- la mamá adoptiva de Iván se llamaba Blacke Willow era de mediana estatura con un cabello negro recodigo en una trenza que le atrevesaba todo el cabello.
-Soy muy afortunado- Ivan abrazo a Esther y a Blacke -Tengo las dos mejores mamás del mundo.
-Te amamos tanto- dijo Esther
-Mi niño debes ser fuerte, tu esposa te necesita fuerte para ella y su bebé
-Lo se mamá ¿Donde esta papá?
-Está con el señor Leandro en la casa, la policia fue por lo de Jennifer cariño, además iban a ir los trabajadores a limpiar y cambiar el barandal no debemos seguir viendo algo que nos lastima y nos hace tan mal.
-Iré por café para todos- dijo Esther alejandose
-Mamá perdón por no haber vuelto es que Jenn...
-Mi amor no importa. Aún recuerdo cuando me dijiste que te habias enamorado de la esposa de tu hermano y pensé que era algo pasajero pero veo que no, que tu amor era real, tan real como para que ella se diera cuenta y te correspondiera y vea lo que veo en ti- Blacke le secó las lagrimas a su hijo -Eres un hombre increible y no tienes idea de lo mucho que me enorgulleces que seas alguien de valor y sé que Jennifer vio eso en ti mi amor, Dios la protejerá.
-Tengo miedo mamá
Al cabo de unas horas Tobias llegó a la sala de espera.
-Hola hermano ¿Novedades?
-Ninguna- dijo Ivan con las manos en la cara
-Ivan. Lo siento mucho- Stella se acercó a Ivan y lo abrazo muy fuerte casi temblorosa
-¿Donde estabas?- le pregunto él
-Tuve que salir urgente de negocios y yo...
-Te pedi que acompañaras a Jennifer, no queria que estuviera sola ¿Lo entiendes? Seguro se desconpenso en casa y se apoyo en ese barandal. Ella no debia estar sola
-Ivan- dijo Tobias seguro -No hagas esto aquí
-Lo siento tanto- dijo Stella derramando algunas lagrimas
-Tranquilo hijo- Leandro abrazo a su hijo
-El doctor- exclamó Mark
-Señor Harrington- dijo el doctor acercandose -En serio lo lamento tanto, hicimos lo que estuvo en nuestras manos
Pero eran muchas disculpas para Ivan en tan solo un dia...